Bloomberg — El Gobierno francés recortó su proyección de crecimiento económico el martes, poniendo de relieve las limitaciones que enfrenta el presidente, Emmanuel Macron, a medida que intenta reparar las finanzas públicas tras la pandemia del Covid-19 y apoyar a los hogares que luchan contra el aumento de los precios.
Las perspectivas para la segunda economía más grande de la eurozona han empeorado significativamente desde la invasión rusa de Ucrania, al tiempo que los crecientes costos de la energía y los alimentos reducen el gasto de los consumidores en el país.
El aumento de las tasas de infección por Covid-19 en gran parte de Europa, impulsadas por la variante ómicron, así como el impacto en las cadenas de suministro por la política Covid Cero de China, también han oscurecido el panorama, dijeron funcionarios del Ministerio de Finanzas francés.
El Gobierno ahora prevé un crecimiento económico del 2,5% en 2022, en contraste con el 4% proyectado a principios de año, según los funcionarios, que informaron a los medios bajo condición de anonimato.
Las nuevas proyecciones proporcionarán la base para un proyecto de ley de presupuesto revisado para 2022, que el Gobierno planea presentar la próxima semana. Macron, quien fue reelegido para un segundo mandato en abril, prometió que incluirá una serie de nuevos gastos, desde la extensión de los límites máximos de precios de la energía hasta el aumento de las pensiones y los vales de alimentos para los hogares más pobres.
Si bien las medidas cuentan con un amplio respaldo público, aprobar leyes en general será un desafío después de que Macron perdiera su mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias de este mes. Está buscando acuerdos con los partidos de la oposición, pero los posibles aliados clave ya han rechazado una coalición oficial.
Algunos grupos en la recién formada Asamblea Nacional también están presionando por un esfuerzo mucho más amplio para detener la inflación que incluiría más recortes en los impuestos al combustible. El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha descartado algo tan costoso, advirtiendo que las finanzas públicas del país están en un “nivel de alerta.”