Bogotá — El dólar en Colombia ha estado volátil después de elecciones presidenciales cerrando entre $4.000 y $4.140. Aunque Gustavo Petro, el presidente electo, ha anunciado varias alianzas políticas que le darían gobernabilidad, aún hay expectativa frente a mayores detalles de su plan económico y que, entre otras cosas, anuncie quiénes serán los ministros de la cartera de Hacienda y Minas.
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El mercado tiene sus ojos puestos en Petro para saber finalmente qué política adoptará respecto a la industria petrolera y minera, pues durante su campaña reiteró que no haría nuevos contratos de exploración de petróleo, entre otros aspectos relacionados, que según Corficolombiana podría hacer que el dólar suba a $7.000 en 2027 por menor producción, menores exportaciones y mayores importaciones.
Aunque los expertos de la firma citada exponen un número puntual, lo cierto es que estimar de cuánto sería la tasa de cambio en los próximos años es un ejercicio muy difícil, pero sí hay ciertos factores que podrían incidir para que un gobierno tenga una moneda mucho más competitiva frente al dólar estadounidense.
Antes de entrar en mayores detalles, como contexto, vale tener presente que en lo que va del gobierno del presidente, Iván Duque, el peso colombiano se ha depreciado 42,9% frente al dólar desde su posesión el 7 de agosto de 2018 ($2.896) hasta el viernes pasado, el 24 de junio que cerró en $4.140.
¿Qué se podría hacer para que el dólar baje en el mandato de Petro?
“El presidente entrante podrá incentivar la entrada de dólares mediante promoción de inversión extranjera y buscando que la industria colombiana sea competitiva con exportaciones que permitan que el país reciba divisas. El dólar es una moneda que es internacional y su precio lo controla el comercio mundial por eso es muy importante que se mantenga abierta la economía y se motive la entrada de capitales al país”, resaltó Ana Vera, economista jefe de IN ON Capital.
Por su parte Camilo Pérez, jefe de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, comentó que hay que tener claro dos cosas: gran parte del comportamiento del dólar tiene que ver con factores externos y locales.
Sobre los factores externos, Pérez expuso que “en el corto y mediano plazo lo que vamos a tener probablemente son eventos que favorecen al dólar porque son de riesgo, estamos hablando de la posible recesión, de los problemas del conflicto Rusia-Ucrania, de esa incertidumbre que tenemos a nivel global, todo eso va a favorecer al dólar, es decir que bajo esa óptica internacional es muy poco lo que el gobierno actual o el que viene pueda hacer para cambiar esa tendencia”.
Respecto a los factores internos el experto expuso que las propuestas sobre restringir nuevas exploraciones petroleras tendría efecto adverso sobre las exportaciones de commodities en particular y eso serían menos dólares. “Entonces, un gobierno que quiera evitar presiones devaluacionistas de la tasa de cambio probablemente debería tener unas políticas menos agresivas en contra del sector petrolero y minero teniendo en cuenta la relevancia de este dentro del sector exportador colombiano”.
Desde la visión de Juan Pablo Espinosa, director de investigaciones económicas de Bancolombia, hay varios aspectos que incidirán en la fluctuación del dólar en el corto y mediano plazo. “Hay un reto inmediato y es el nombramiento del equipo económico del próximo gobierno. Los inversionistas y agentes de mercado están esperándolo casi desde el mismo momento de la elección y es clave para generar confianza, credibilidad y sobre todo para tener un lineamiento más concreto de hacia dónde va la nueva administración a enfocarse, en términos de prioridades”.
Respecto al mediano plazo, Espinosa mencionó que hay un elemento muy importante y es “cómo se va a llevar a cabo la transición energética que el próximo gobierno está tratando de impulsar, particularmente, en lo que tiene que ver con la caída que habría en producción de petróleo si se para la exploración y cómo ese flujo de divisas puede ser compensado a través de otras acciones que permitan que de alguna manera haya en el futuro un flujo de capitales, de ingresos suficientes para poder soportar el funcionamiento de la economía”.
Además, dice Espinosa, la manera en la que se aborde el tema de las finanzas públicas y se cumpla o no con la regla fiscal, “también van a ser muy importantes en la manera en la que se comporte la tasa de cambio, sin desconocer, como último elemento que hay unos factores globales que son importantes y que también están poniendo presión importante a las monedas de América Latina”.
“Un gobierno que haga un buen manejo de la economía automáticamente se gana ese beneficio en cuanto a la competitividad de la tasa de cambio. Los inversionistas y en general los agentes de la economía perciben ese manejo de buena manera y así mismo la tasa de cambio podría tener un comportamiento más favorable que en otro caso”,
Camilo Pérez.