Covid-19 redujo esperanza de vida y subió la pobreza en los países de LatAm: Cepal

Un estudio de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) detalla los retrocesos que sufrió la región en materia económica y social por culpa de la pandemia

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Si bien las naciones del mundo lograron rebotar en 2021, luego de las caídas que generaron las cuarentenas en 2020, y que ocasionaron una contracción de un 6,8% en los países de la región, la pandemia del coronavirus dejó heridas que todavía se sienten en las economías. América Latina, lejos de ser la excepción, acentúa la regla con problemas que van desde una menor esperanza de vida hasta un aumento en los niveles de pobreza, advirtió la Comisión Económica para América Latina (Cepal), en un informe publicado esta semana.

Según el organismo, adscrito a las Naciones Unidas, las brechas sociales que ya se sentían en la región se exacerbaron por culpa de la pandemia, que dejó costos de desigualdad que se están volviendo insostenibles. El informe ‘Los impactos sociodemográficos de la pandemia de Covid-19 en América Latina y el Caribe’ muestra cómo quedó parada la región luego de la etapa más dura de la pandemia y los confinamientos masivos.

Por ejemplo, el documento resalta cómo la actividad económica anotó una contracción histórica después de que en 2020 el PIB per cápita retrocediera un 7,7%, la mayor caída anual en los 120 años de historia estadística de la región. A pesar de que en 2021 hubo un rebote proyectado del PIB del 6,2%, este fue insuficiente para recuperar el nivel del producto registrado en 2019.

Con este escenario, la Cepal advirtió que tanto la pobreza como la pobreza extrema alcanzarán niveles que no se observaban desde al menos hace una década. Sus cuentas indican que en 2021 el número de personas en situación de pobreza extrema habría llegado a 86 millones, que equivale a 13,8% de la población de América Latina, mientras que las personas en situación de pobreza alcanzarían los 201 millones (32,1% de la población).

Las cifras son mucho más altas que las de 2019, cuando había 70 millones de personas en pobreza extrema y 187 millones en pobreza, y además podrían seguir subiendo si la inflación continúa presionando el precio que enfrentan los consumidores en 2022.

El informe también destacó el aumento en la desigualdad social, que se expresa en un índice de Gini promedio regional un 0,7% más alto en 2020 que en 2019, y el impacto que tuvo la pandemia en la esperanza de vida en un contexto en el que, hasta hace tres años, venía mejorando.

Las estimaciones de la Cepal indican que con una prevalencia anual del 5% de Covid-19 en la población, los países podrían perder de 0,3 a 0,7 años de esperanza de vida al nacer. Si la proporción creciera hasta un 10%, el rango de año de esperanza de vida perdidos subiría de 0,7 a 1,4 años.

Hay casos particulares como Brasil, donde se estima una pérdida de 1,3 años en la esperanza de vida al nacer; y Chile, donde se prevé una pérdida de 1,28 años en el caso de los hombres y de 0,85 años en el de las mujeres.

Según el documento, la salud de la población de América Latina y el Caribe ha sido una de las más afectadas en el mundo.

En ese sentido, la Cepal destacó que a pesar de que en la región se encuentra solo el 8,4% de la población mundial, al 28 de febrero de 2022 ya había sumado casi 66 millones de contagios (un 15% del total mundial) y 1,65 millones de muertes (un 28% del total mundial).

Más desempleados y mayor brecha de género

La crisis económica tuvo un impacto en el mercado laboral y, a escala regional, se estima un incremento en la tasa de desocupación del orden de los tres puntos porcentuales entre 2019 y 2020 del 6,8% al 9,8%, añadió el informe.

El rebote de la economía en 2021 ha permitido revertir parcialmente las pérdidas, pero los indicadores continúan ubicándose en niveles inferiores a los registrados antes de la pandemia. Las mujeres y la igualdad de género han sido particularmente afectadas por el Covid-19.

El estudio detalla que las mujeres se han visto golpeadas por el retroceso significativo de su participación laboral, por la agudización de su sobrecarga de trabajo doméstico no remunerado y a una mayor exposición al riesgo de violencia doméstica.

En términos de mercado del trabajo, el estudio arroja que la tasa de participación laboral de las mujeres experimentó un retroceso de 18 años debido a la crisis, al disminuir del 51,8% en 2019 al 47,7% en 2020, mientras que en el caso de los hombres pasó del 75,5% al 70,8% en el mismo período.

Se estima que para 2022 la tasa de participación de las mujeres se habría incrementado hasta el 51,3%, cifra similar a la que se registró en 2018. Esto representa un retroceso de cuatro años, lo que deja todavía a una de cada dos mujeres en edad de trabajar fuera del mercado laboral, según cifras de la Cepal.

Un golpe a la educación

Entre los efectos que analizó el documento fue el esfuerzo fiscal que hicieron las naciones para enfrentar la pandemia. El documento mencionó que el gasto total de los gobiernos latinoamericanos alcanzó su nivel más alto (un 24,7% del PIB en 2020 y un 23,8% del PIB estimado para 2021) desde que se comenzaron a publicar datos fiscales comprehensivos en 1950.

Esto se tradujo en un deterioro de las cuentas fiscales, que presentaron grandes déficits. De hecho, el resultado regional promedio fue de un -6,9% del PIB en 2020 y de un -5,5% del PIB estimado para 2021.

El organismo también alertó por el efecto en la educación después de que en el primer año de la pandemia 32 países cerraran sus instituciones educativas, lo que afectó a más de 165 millones de estudiantes.

La Cepal consignó que las niñas corren más riesgo de verse sobrecargadas con labores domésticas y de cuidado que pueden obstaculizar la continuidad de su educación. Además, dijo que también son más vulnerables a las situaciones de violencia sexual y de género que pueden darse durante el confinamiento.

Esto se suma a las alertas del Banco Mundial y Unicef que concluyeron la semana pasada que los alumnos de la región perdieron, parcial o completamente, dos tercios de los días de clase presenciales, con una pérdida estimada de 1,5 años de aprendizaje.

Estos resultados presentados tienen una influencia directa en las ganancias que los actuales alumnos de la región van a obtener el resto de su vida, pues calculan que la disminución será del 12%.

Problemas de vivienda y de servicios básicos

Pero los problemas también se ven en la vivienda y los servicios básicos, según proyectó la Cepal. Por el lado de la oferta, la pandemia ha afectado al sector de la construcción, ya sea directamente por la detención de obras o indirectamente por las restricciones a los desplazamientos y aglomeraciones.

En cuanto a la demanda, la caída de los ingresos y del empleo ha reducido significativamente la capacidad de compra de inmuebles y también ha recortado su capacidad de pago de alquiler.

Además, agregó el informe, hubo un agravamiento de los problemas de acceso a algunos servicios básicos, como agua, gas, electricidad, teléfono e Internet, debido que el deterioro de los ingresos redujo la capacidad de pago y expuso las familias al corte de los mismos.

Por último, para la entidad se han puesto en evidencia las debilidades del transporte público. Esto se debe a que, con los procesos de reapertura, se concluyó que el transporte público de la región no está preparado para ofrecer un servicio sanitariamente seguro en un contexto de pandemia.