Bloomberg — La renta variable de los mercados emergentes está en camino a ver su peor rendimiento del primer semestre para los últimos 24 años, a medida que los inversores continúan preocupados por la elevada inflación y el posible impacto del endurecimiento monetario de los bancos centrales en la economía mundial.
El índice MSCI de mercados emergentes ha caído cerca de un 17% este año hasta el lunes, el segundo mayor desplome para este período en datos que se llegan a 1993. El único caso mayor fue cuando el índice de referencia se desplomó más del 20% durante los seis primeros meses de 1998, cuando la crisis financiera asiática impactó en los mercados. Unos meses más tarde, Rusia entró en default para su deuda local.
Nuevamente son muchos los nubarrones que se ciernen sobre los activos de los países en desarrollo: Se teme que las agresivas subidas de tasas por parte de la Fed para frenar la inflación en EE.UU. puedan llevar a la mayor economía del mundo a una recesión, extendiendo el pesimismo en los mercados emergentes. Rusia ha entrado en impago de su moneda extranjera por primera vez en un siglo y China sigue aplicando estrictas medidas de restricción relacionadas al Covid-19.
“Está claro que el aumento de las tasas en EE.UU., la fortaleza del dólar y los elevados precios de los combustibles y los alimentos son un cóctel tóxico para las partes pobres y endeudadas de los mercados emergentes, aunque gran parte de ese riesgo ya se ha digerido en los mercados afectados”, afirmó Hasnain Malik, estratega de Tellimer en Dubai.
El índice MSCI EM se ha desplomado durante los últimos cuatro trimestres, lo que implica la racha de pérdidas más larga desde 2008. Ahora cotiza a unas 11,9 veces los beneficios estimados, rondando su valoración más baja desde marzo de 2020, al inicio de la pandemia.
A pesar de las valoraciones más baratas, los vientos en contra persisten, dijo Marija Veitmane, estratega senior de State Street Global Markets. Las condiciones financieras mundiales se están endureciendo, lo que “drena la liquidez de los mercados financieros y hace menos probable que los inversores traten de encontrar gangas en los mercados emergentes de riesgo”, dijo.
State Street también está preocupada por las perspectivas de los beneficios de las empresas en los países en desarrollo, dada la amenaza de una recesión provocada por las subidas de las tasas por parte de los bancos centrales.
“Seguimos viendo un entorno difícil para las acciones de los mercados emergentes para el segundo semestre y, por lo tanto, sugeriríamos un mayor grado de selectividad a la hora de invertir en estos mercados”, dijo Leonardo Pellandini, estratega de renta variable de Bank Julius Baer.
JPMorgan Chase & Co. (JPM) es más optimista. Los estrategas dirigidos por Marko Kolanovic esperan que la renta variable de los emergentes supere a sus homólogos de los países desarrollados en el segundo semestre, y prevén una subida del 20% desde los niveles actuales del MSCI Emerging Markets para finales de año.