Precios de granos y crudo ceden y podrían atenuar la inflación alimentaria

Los temores de escasez de maíz y trigo se han reducido gracias a mejores cosechas en países como Brasil y Australia

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Bloomberg — La desbocada subida de los precios de los alimentos podría controlarse pronto, al menos de manera temporal, ya que las materias primas agrícolas están cediendo luego de una oleada que hizo subir todo tipo de productos.

Transcurridos cuatro meses desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania que alteró los flujos comerciales y elevó los futuros, el miedo a la escasez de cereales se convierte en optimismo ante la posibilidad de que los mayores productores logren cosechas suficientemente abundantes para contribuir a reponer las reservas mermadas por la guerra. Eso es crucial para el trigo que se necesita para alimentar al mundo; el maíz destinado al ganado y los sectores porcino y avícola; y las semillas oleaginosas para el procesamiento de alimentos.

“El suministro puede no estar tan deteriorado como pensamos, porque otras zonas compensarán las pérdidas de Ucrania y esto ocurre en todos los ámbitos”, señaló Marc Ostwald, estratega global de ADM Investor Services en Londres.

Se prevé que Australia, que es uno de los mayores exportadores de trigo, produzca otra enorme cosecha este año, en tanto que la mayor zona de cultivo de Brasil tiene tanto maíz que se está acumulando afuera de los silos. En Norteamérica se ha reducido el temor a que los problemas climáticos de la primavera reduzcan significativamente la superficie dedicada a los cereales y la soja.

El subíndice Bloomberg Agriculture Spot va camino de registrar su mayor caída mensual desde 2011. Junto con el alivio de las preocupaciones sobre la disminución de las reservas de granos y oleaginosas, los temores de que una recesión económica pueda disminuir la demanda han hecho que los futuros de los cultivos bajen de sus recientes máximos. Aunque estos cambios pueden tardar en llegar a los anaqueles de los supermercados, los precios del pollo y la carne de vacuno se están estabilizando un poco, según Darden Restaurants Inc (DRI), propietario de las cadenas Olive Garden y LongHorn Steakhouse.

Los precios de los combustibles en los surtidores también tendrán un papel importante a la hora de establecer el curso de la inflación de los alimentos en lo que resta de año. Está previsto que las facturas de los supermercados “se moderen en los próximos seis meses, sobre todo si bajan los precios de la energía”, dijo el ex economista jefe del Departamento de Agricultura de EE.UU., Joe Glauber.

Hasta el 24 de junio, el precio promedio diario de un galón de gasolina en EE.UU. había descendido durante 10 días sucesivos después de haber alcanzado uno de los niveles más altos de los que se tiene constancia. Los futuros del crudo han bajado más de un 10% con respecto a los máximos históricos alcanzados en los días posteriores al ataque ruso de finales de febrero contra Ucrania, país que es uno de los principales exportadores de cereales y aceite vegetal del mundo. Los fertilizantes, un gasto clave para los agricultores, han retrocedido después de haber tocado récords.

Los precios de los alimentos, según el índice de las Naciones Unidas, se redujeron desde el nivel máximo alcanzado en marzo, luego de que la guerra ahogara las exportaciones de Ucrania y provocara una serie de sanciones a Rusia. Sin embargo, aunque se mantengan las tasas de aumento reducidas, es probable que los altos precios de los alimentos sigan presionando a los necesitados. Una previsión del gobierno estadounidense publicada la semana pasada estima que los precios de los alimentos en general subirán hasta un 8,5% este año, aunque el informe no tuvo en cuenta la reciente caída de los futuros agrícolas.

Por otro lado, Goldman Sachs Group Inc. (GS), que se encuentra entre los observadores más alcistas de las materias primas, dijo que los precios no han llegado todavía a su tope, incluso con el amplio índice de materias primas al contado de Bloomberg, que ha descendido alrededor de un 13% desde un récord.

“Coincidimos en que cuando la economía está en recesión durante un periodo de tiempo suficientemente largo, la demanda de materias primas disminuye y, por tanto, los precios, bajan”, escribieron los analistas, entre ellos Jeffrey Currie, en una nota. " No nos encontramos todavía en ese estado, ya que el crecimiento económico y la demanda de los usuarios finales sencillamente se han ralentizado, sin caer del todo”.

Los restaurantes Darden tienen una visión optimista. La empresa, con sede en Orlando, Florida, afirma que no traslada a los clientes los precios más altos de la carne, los productos lácteos y el trigo porque no espera que los costos elevados se prolonguen a largo plazo. La carne está comenzando a “bajar un poco” y las próximas cosechas de cereales contribuirán a reducir los costes del trigo, según declaró la semana pasada a los analistas el director financiero, Rajesh Vennam.

Los futuros del trigo y la soja han caído un 15% este mes, mientras que el maíz ha bajado un 13%. También el café, el azúcar y el cacao han cedido.

Los alimentos son más una cuestión de seguridad nacional que una preocupación inflacionaria en China. Mientras los costos de los granos y el aceite para cocinar se calman, se prevé que el crecimiento de los precios al consumidor en junio se sitúe por debajo del 2,5% con respecto al año pasado, dijo Zhaopeng Xing, un estratega senior de China con sede en Shanghái de ANZ Bank China Co.

No obstante, aún es demasiado pronto para poner fin a la inflación de los alimentos, dadas las inciertas perspectivas de los suministros de grano de Ucrania, India y otros grandes exportadores, dijo.

Por otro lado, el aceite de palma, el aceite vegetal más utilizado en el mundo, se ha derrumbado un 30% con respecto a su nivel máximo, al tiempo que el principal exportador, Indonesia, aumenta sus exportaciones para reducir las abultadas reservas. Esta caída, unida a la del aceite de soja y otras materias primas similares, podrían significar el abaratamiento de productos domésticos como el chocolate, la margarina y el champú. Aunque, al igual que ocurre con otros mercados de cultivos, es posible que cualquier señal de interrupción de la oferta o de mal tiempo desencadene otro repunte al alza.

De todos modos, la disminución de las principales materias primas puede hacer posible una muy necesaria tregua en la inflación.

“A los mercados les agradaría poder de nuevo respirar con menos tensión”, dijo Arnaldo Correa, socio de Archer Consulting en Sao Paulo. “Encienda una vela para su ángel de la guarda y veamos cómo se desenvuelven las cosas”.

-Con la asistencia de Anuradha Raghu, Megan Durisin, Yuling Yang y Marvin G Perez.

Este artículo fue traducido por Miriam Salazar