Bloomberg — Las acciones caían en EE.UU. este lunes tras la segunda mayor subida semanal de 2022, a medida que los inversores equilibran sus carteras en los últimos días del trimestre.
En el inicio de una semana que, se espera, esté marcada por la falta de constancia, el S&P 500 borraba ganancias anteriores en un día con un volumen de operaciones inferior a la media. El Nasdaq 100, donde el sector tecnológico tiene un gran peso, tuvo un rendimiento inferior, mientras que los rendimientos del Tesoro subieron.
“Esta semana habrá muchos gestores de fondos que reequilibrarán sus carteras, lo que podría significar más volatilidad”, dijo Fawad Razaqzada, analista de mercado de City Index y Forex.com. “Apostar por un fondo del mercado bajista podría ser un error costoso, mientras que vender en corto no es tan lucrativo como cuando los mercados estaban más altos”.
El sentimiento de los inversores sigue viéndose afectado por una confluencia de factores, desde las agresivas subidas de tasas de la Fed hasta los temores de recesión que se avecinan y las inquietantes lecturas de la inflación. Para Kristen Bitterly, de Citi Global Wealth Management, el mercado no dará un giro hasta que los inversores sepan que EE.UU. ha evitado una recesión, “y todavía no estamos ahí”.
Mientras tanto, uno de los más destacados bajistas de Wall Street considera que el repunte de las acciones estadounidenses seguirá por un tiempo más, pero luego se reanudarán las ventas. Los estrategas de Morgan Stanley (MS), dirigidos por Michael Wilson, afirman que el índice S&P 500 podría subir otro 5% o 7%, antes de volver a las pérdidas.
Los inversores están analizando los datos para averiguar si la inflación más alta en una generación está a punto de alcanzar su punto máximo. Con el tiempo, esto podría dar a los responsables de formular la política económica la posibilidad de suavizar las fuertes subidas de tasas. Un escenario más preocupante es el de las presiones duraderas sobre los precios y el endurecimiento de la política incluso cuando la economía mundial se tambalea.
Por otro lado, Rusia incumplió el pago de su deuda soberana en divisas por primera vez en un siglo, lo que supone la culminación de unas sanciones occidentales cada vez más duras que cierran las vías de pago.
Los operadores están pendientes de la cumbre de los líderes del Grupo de los Siete (G7), que están debatiendo la viabilidad de un tope de precios para el petróleo ruso y han adoptado una declaración en la que se comprometen a apoyar a Ucrania “durante el tiempo que sea necesario”. El presidente Volodymyr Zelenskiy se unió a la cumbre por videoconferencia desde Kiev y dijo que quiere que la guerra termine a finales de año, según funcionarios conocedores de sus declaraciones.