La maltrecha economía británica se está acercando a un punto de quiebre

La nación, ya golpeada por shocks sin precedentes como el Brexit, padece problemas aún más graves ahora: crecimiento lento, inflación galopante y huelgas críticas

Manzanas
Por Andrew Atkinson - David Goodman
27 de junio, 2022 | 12:03 PM

Bloomberg — La economía de Gran Bretaña bajo el primer ministro Boris Johnson, que aún se tambalea por el Brexit y la pandemia, se enfrenta actualmente a los mayores vientos en contra desde la década de 1970.

La nación, que ha sufrido en las los últimos años una conmoción sin precedentes, está padeciendo otros problemas aún más graves, marcados por un crecimiento lento, una inflación galopante y una serie de huelgas con impactos críticos.

La consecuencia es un desplome de la confianza de los consumidores que los analistas han advertido que puede desembocar en una recesión. La semana pasada, los trabajadores de los ferrocarriles abandonaron sus puestos de trabajo por el deterioro de su nivel de vida, y los abogados penalistas están en huelga durante el lunes. Los profesores y los médicos pueden ser los siguientes en la lista.

Pesimismo británico

El descontento implica que el presente está lejos de la “cool Britannia” que el gobierno de Tony Blair disfrutó durante la primera parte de este siglo.

Las cifras son desalentadoras. La economía va camino de reducirse en el segundo trimestre del año, aumentando la posibilidad de que el Reino Unido ya se encuentre en recesión. Aunque las perspectivas parecían más favorables, las autoridades estimaron que el crecimiento sería de un 1,8% anual, y que no se vislumbra el fin de la débil productividad que ha afectado al país durante más de una década.

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Economía ralentizada

Mientras que el año que viene el crecimiento está en vías de quedar rezagado respecto a la mayoría de las grandes economías a nivel global, la inflación también está aumentando en el país. Hasta mayo, los precios de consumo han aumentado un 9,1% anual, la mayor subida de los últimos 40 años.

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En el otoño boreal, el Banco de Inglaterra prevé que la inflación se acelere de nuevo cuando se autorice la subida de las facturas de energía: en ese entonces probablemente supere el 11%.

Es un golpe para el que fue líder mundial en crecimiento después de la pandemia, y a la vez recuerda los sombríos días de las décadas de 1960 y 1970, en los que los analistas y los políticos señalaron a Gran Bretaña como el “hombre enfermo de Europa” por sus resultados.

Inflación birtánica

Estos datos ocultan problemas más profundos. Entre ellos se destacan el incremento de la productividad, que se ralentizó tras la crisis financiera de 2008 y 2009. Únicamente Italia obtuvo peores resultados en este área.

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La cantidad que puede producir un trabajador es fundamental porque determina el potencial a largo plazo de la economía. Una productividad baja restringe el ritmo de crecimiento de la producción y disminuye los paquetes salariales. Después de la crisis financiera, los salarios reales tardaron años en recuperar sus niveles de 2007.

Productividad

Según la OCDE, una hora de trabajo en el Reino Unido genera unos US$60. En Estados Unidos la cifra supera los US$70 y en Francia y Alemania ronda los US$67. Tanto economistas como formuladores de políticas debatieron las causas de este malestar, pero afirmaron que es crucial solucionarlo si Gran Bretaña quiere salir del carril lento.

Las diferencias de rendimiento dentro del Reino Unido también son muy marcadas y Londres supera sistemáticamente a otras regiones, lo que se debe en parte a la consolidación de los servicios financieros en la capital. Johnson accedió al poder en 2019 con la promesa de “nivelar” las zonas más pobres del país, aunque hay pocos indicios de que la política esté dando resultados.

Productividad

Un motivo para explicar la diferencia de productividad es la falta de inversión. El gasto de las empresas británicas en instalaciones, maquinaria y tecnología es menor que el de la mayoría de las grandes economías.

Rishi Sunak, Ministro de Hacienda, afirma que el régimen fiscal es uno de los problemas y está trabajando en la mejora de las deducciones que las empresas pueden reclamar por hacer inversiones.

Inversión

También parece que la incertidumbre del Brexit ha intranquilizado a los ejecutivos, ya que la inversión se ha estancado desde el voto de 2016 a favor de la salida de la UE. En caso de haber seguido gastando como antes del referéndum, la inversión sería hoy un 60% mayor.

Baja inversión

Por otra parte, la vida fuera de la UE ha tenido un efecto en el comercio, ya que los importadores y exportadores se han enfrentado a mayores barreras comerciales. Desde la votación, y a pesar de la fuerte caída de la libra, existen pocos indicios de que el sector exterior se haya beneficiado de una mayor competitividad.

Resultados

Lo que dice Bloomberg Economics:

“Han transcurrido seis años desde que el Reino Unido votara a favor de abandonar la UE, y más de un año desde que estableció una nueva relación con su principal socio comercial. Las consecuencias del Brexit son evidentes: desde una devaluación del 16% de la libra hasta una caída vertiginosa del comercio y la inversión. Los datos no han hecho más que reforzar nuestra opinión de que la vida fuera de la UE dejaría al Reino Unido en una peor situación.”

--Ana Luis Andrade, Bloomberg Economics.

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Otro factor limitante es el sector de la vivienda. Desde 1995, los precios han subido casi sin pausa, lo que dificulta la asequibilidad de los primeros compradores. Las viviendas escasean en lugares como Londres, que ha sido durante mucho tiempo el motor de la economía nacional.

El gasto y la complejidad de los desplazamientos limitan la movilidad laboral, impidiendo que las empresas y los servicios públicos cuenten con trabajadores clave, y hace que los consumidores canalicen más riqueza hacia el mercado inmobiliario que sus homólogos en el extranjero.

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Vivienda

El sector de la vivienda es el que más perjudica a los consumidores, si bien los salarios también quedan rezagados. En la actualidad, los salarios reales ajustados a la inflación están disminuyendo al mayor ritmo en 20 años. Los salarios en el Reino Unido quedaron en 2019 muy por detrás de los de EE.UU. y Canadá.

Salarios

Los trabajadores se están rebelando: los sindicatos del sector ferroviario están inmersos en el mayor paro laboral desde 1989 y los profesores, médicos y abogados amenazan con abandonar sus puestos de trabajo.

El conflicto recuerda a los años 70, cuando el gobierno conservador de Edward Heath implantó una semana de tres días a la industria como consecuencia de la crisis energética y las huelgas de los mineros del carbón.

Este artículo fue traducido por Miriam Salazar