Buenos Aires — El Gobierno empieza a vivir la previa a cada licitación de la deuda en pesos con la misma tensión que los equipos de fútbol viven la cercanía de un partido definitorio. Y no es para menos: los precios de los bonos en el mercado secundario se han deteriorado enormemente, y los agentes del mercado aseguran que casi ningún privado quiere tomar deuda pública y que los que lo hacen piden plazos cada vez más cortos.
En la licitación del martes 28 de junio el Ministerio de Economía deberá afrontar vencimientos de deuda en pesos por una cifra superior a $243.000 millones y en el mercado esperan que el Gobierno vuelva a recurrir a manos amigas para intentar un roll over superior al 100%.
Cabe señalar que esta licitación cuenta con una ayuda: el Banco Central, que no puede participar de las subastas, había comprado cientos de miles de millones de pesos en bonos y buena parte las canjeó en una licitación de conversión de títulos que se abrió la semana pasada.
De no haber sido por este canje, la licitación de mañana tendría vencimientos por alrededor de $600.000 millones.
Los privados no quieren renovar
Una importante fuente de un banco privado argentino señaló a Bloomberg Línea la mitad de la licitación será cubierta por organismos estatales. Pero en lo que respecta a los tenedores privados, nadie quiere renovar, sostuvo.
Esta misma persona agregó que hoy el sector financiero mantiene hoy una posición muy corta (en términos de los plazos de deuda que acepta) y que los fondos comunes de inversión están con rescates.
Para la misma fuente, la única forma que tiene el Gobierno de sacar adelante las licitaciones es con papales muy cortos, que venzan en diciembre o enero y con la ayuda de sectores afines, ya sean bancos amigos, tesorerías de municipalidades o el Fondo de Garantía y Sustentabilidad de la ANSeS.
Del mismo modo, Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero, indicó que, en la medida en que no se revierta el flujo de salida de fondos comunes de inversión, “es difícil que participen privados de la próxima licitación”.
Por su parte, Alejo Rivas, analista de research de Balanz Capital, consideró que “es posible que en la próxima licitación sea vea un roll over por debajo del 100%”, pero no cree que la respuesta del mercado sea un corrimiento total, “en la medida que el Tesoro acepte convalidar tasas”.
Rivas destacó que se observa un menor financiamiento privado y un mayor financiamiento del BCRA.
El BCRA, cada vez más comprometido
La falta de demanda genuina en el mercado secundario, con la consecuente destrucción de los precios de los bonos, obligó al Banco Central a salir a comprar títulos, lo cual implica emisión de dinero. De hecho, la Consultora 1816 estimó que el Banco Central ya imprimió unos $420.000 millones para dar salida a los inversores en el mercado secundario.
Si bien el Banco Central luego esteriliza esos pesos, esta operación tiene un costo asociado que empeora la situación de la autoridad monetaria.
Al respecto, el director de Anker Latinoamérica, Martín Vauthier, detalló: “La política está usando herramientas que no se pueden prolongar en el tiempo, como la intervención del Banco Central comprando bonos contra emisión monetaria y, eventualmente, el uso de financiamiento monetario directo cuando no se alcanza un roll over suficiente”.
Vauthier especificó que “la mayor emisión para comprar títulos implica mayor esterilización del Banco Central, con lo cual implica un deterioro adicional en la hoja del balance”.
En ese sentido, el Banco Central se encuentra contra la espada y la pared: el fracaso de las licitaciones obligarían a emitir más pesos para financiar el déficit fiscal primario.
Reunión del BCRA con fondos comunes de inversión
Este lunes el Banco Central, que restringió el acceso a dólares de grandes empresas hasta septiembre, se reunió con la industria de los fondos comunes de inversión para analizar los mecanismos de liquidez de los instrumentos del Tesoro. En ese encuentro, el presidente del Central, Miguel Pesce, se comprometió a instrumentar a la brevedad “una línea de liquidez de instrumentos del Tesoro para su utilización por los fondos comunes de inversión”.
La autoridad monetaria busca que los FCI se recuperen su interés por la deuda pública en pesos.
¿Qué dijo Martín Guzmán al respecto?
En diálogo con Radio Con Vos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que “la deuda en pesos es absolutamente sostenible” y que lo que define la capacidad de deuda “es la capacidad de financiamiento”.
Respecto de la participación que está teniendo el Banco Central, Guzmán consignó: “El BCRA ha dado un mensaje claro, ha dicho que haremos todo lo que haya que hacer para asegurar que los títulos públicos en pesos son un instrumento seguro”.
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