Buenos Aires — En un contexto de escasez de dólares en las arcas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), la autoridad monetaria determinó por la mañana de este lunes restringir hasta el 30 de septiembre el monto de divisas que autoriza y concede a las empresas importadoras. Por la tarde, en un comunicado oficial, el presidente de la entidad regulatoria, Miguel Pesce, pidió a los importadores industriales buscar su propio financiamiento hasta que merme la actual demanda de divisas, provocada por el déficit energético del país.
“El monto límite de SIMI [Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones] categoría A o C en cada momento será el equivalente a la parte proporcional del límite anual de cada categoría devengada hasta el mes en curso inclusive”, informó la Comunicación “A” 7532. Y agregó: “En caso de que el monto indicado para una categoría resultase inferior a USD 250.000 (doscientos cincuenta mil dólares estadounidenses), se adoptará este último monto o el límite anual correspondiente, el que sea menor.”
Las medidas se conocieron a una semana de que la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, criticara un supuesto “festival de importaciones”. En una de sus primeras reuniones como ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli también criticó la semana pasada “maniobras especulativas por acumulación de stock o aprovechando la brecha cambiaria”.
Cambios para los importadores
Las modificaciones en el sistema de pagos del comercio exterior se definieron con el fin de “responder a las necesidades extraordinarias de divisas para atender la importación de energía”, explicó el BCRA en un comunicado oficial.
Además, especificó que la medida busca sostener el desarrollo de las pymes, evitando maniobras especulativas sobre las importaciones.
“Las medidas extienden el sistema de financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios y tendrán vigencia por un trimestre para dar tiempo a la normalización del comercio exterior”, informó la autoridad monetaria.
En ese sentido, aclaró que “las pequeñas y medianas empresas quedan exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento de 15% respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón”.
También se dispuso en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Productivo ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días y la de bienes suntuarios que podrán acceder a partir de los 360 días.
En cuanto a las importaciones de servicios, se equiparan en el tratamiento a la de bienes, permitiendo el acceso al mercado por el mismo monto que en 2021 y en caso de superar el importe el saldo a 180 días.
“De esta manera, se impulsa la recuperación del crédito comercial que Argentina vio caer significativamente como efecto de la pandemia por Covid 19″, remarcó.
En cuanto a las importaciones de bienes de capital, se estableció una regla que permite pagar 80% en puerto de origen y 20% con la nacionalización.
“Se facilitará la prefinanciación de exportaciones, lo cual acelerará el ingreso de divisas especialmente del complejo cerealero, pasando la obligación de liquidar las divisas que se ingresen de 5 a 15 días, y la financiación a largo plazo para precancelar deudas locales en moneda extranjera”, destacó el organismo.
El pedido de Pesce a la UIA
En un comunicado oficial difundido pasadas las 16:00hs, y mientras el dólar paralelo trepaba unos 6$ en el día, el titular del BCRA, Miguel Pesce, pidió a la Unión Industrial Argentina que “todos los que participan en el mercado de cambios contribuyan a mejorar el balance cambiario obteniendo financiamiento para el pago de las importaciones”.
El funcionario justificó el pedido al señalar una “coyuntura internacional compleja [que] elevó significativamente el costo de la importación de energía”.
“Este efecto esperamos que se sostenga hasta octubre, cuando se empiecen a moderar las necesidades de importación” sostuvo Pesce.
Las pymes se comprometen a justificar importaciones
La Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), que representa a pymes agrupadas en más de 90 cámaras y federaciones de todo el país, se comprometió a justificar las importaciones destinadas a la producción “para evitar demoras en las compras al exterior”.
La entidad destacó que la medida dispuesta por el Banco Central no afecta a las pequeñas y medianas empresas en Argentina y remarcó que las compras al exterior solicitadas por el sector deberán representar un porcentaje de la facturación para justificar que se agrega valor al producto final.
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