Bloomberg — Hay un camino estrecho para que los bancos centrales del mundo frenen el aumento de la inflación sin que sus economías entren en recesión, según el gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BPI).
“Existe la posibilidad de que se pueda conseguir sin un gran impacto, con un impacto en el PIB pero sin llegar a una recesión”, dijo Agustín Carstens a Bloomberg TV el lunes en una entrevista. “Pero es un camino estrecho y no podemos descartar la posibilidad de un aterrizaje brusco” de las economías.
El BPI advirtió esta semana en su informe anual que el mundo corre el riesgo de entrar en una nueva era de alta inflación que los bancos centrales deben mantener bajo control. Los responsables de formular políticas tienen más probabilidades de poder controlar los precios sin desencadenar una desaceleración económica si endurecen la política monetaria “de manera oportuna y decisiva”, dijo Carstens.
La semana pasada, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció que las fuertes subidas de tasas podrían llevar a la economía estadounidense a una recesión, y calificó de “muy difícil” la posibilidad de lograr un aterrizaje suave.
Carstens dijo que los bancos centrales “están al frente del esfuerzo de dar la vuelta a la inflación”, calificando los esfuerzos hasta la fecha como “hasta ahora buenos”, pero diciendo que todavía hay “camino por recorrer”.
“Lo bueno es que la política monetaria ha empezado a actuar de forma contundente”, dijo. De cara al futuro, lo más importante es “que las acciones del banco central persistan y actúen de forma contundente y flexible”.