Bloomberg — Cada vez es más difícil encontrar un apartamento asequible en Nueva York.
Un residente de la ciudad necesita ganar un salario de US$110.000 para poder pagar el alquiler medio de US$2.750 de los apartamentos disponibles, lo que significa no destinar más del 30% de los ingresos brutos a la vivienda, según un informe reciente del Departamento de Preservación y Desarrollo de la Vivienda de la ciudad de Nueva York. Aproximadamente el 23% de los trabajadores a tiempo completo en Nueva York tenían salarios de seis cifras en 2020.
Estas cifras probablemente minimizan el problema. El informe de la ciudad utilizó la mediana de los alquileres solicitados para las unidades vacantes y disponibles en 2021 y los precios han estado en aumento en los últimos meses, con la tasa de vacantes obstinadamente baja.
La mediana de los alquileres en Manhattan se elevó al precio sorprendente de US$4.000 para los nuevos contratos de alquiler de apartamentos a precio de mercado en mayo, lo que supone un aumento del 25% interanual. Además, se avecina una subida para los residentes de los aproximadamente 1 millón de apartamentos de alquiler estabilizado de Nueva York.
Aunque muchos trabajadores han conseguido aumentos en medio de un mercado laboral pandémico y ajustado, los precios de los alquileres están superando las ganancias salariales. Y con la escasez de lugares para vivir, el mercado de alquileres sigue aumentando a medida que más trabajadores vuelven a la oficina o regresan a la vida de la ciudad después de irse durante la pandemia.
“Es un mercado de alquiler increíblemente ajustado”, afirma Matthew Murphy, director ejecutivo del Centro Furman de la NYU, que investiga los problemas de la vivienda. “El inventario y la oferta no han seguido el ritmo de la intensa demanda”.
La crisis de asequibilidad en el mercado de alquiler se ha ido acumulando durante décadas, pero está alcanzando un punto álgido a medida que los neoyorquinos también sienten la presión de la inflación que eleva los costes de las facturas cotidianas, desde los servicios públicos hasta los comestibles y la gasolina.
Los defensores de la vivienda están especialmente preocupados por el aumento de los alquileres estabilizados. El informe de la ciudad encontró que los residentes de esos apartamentos tenían un ingreso familiar promedio de US$47,000 en 2020, y el dinero extra que se debe pagar cada mes podría tensar los presupuestos familiares.
“Si estos precios de los alquileres siguen subiendo, con el tiempo veremos un aumento tanto de los desalojos como de las personas sin hogar”, dijo Oksana Miranova, analista de políticas de vivienda de la Community Service Society.
Este artículo fue traducido por Andrea González