Bloomberg — Frente a los silos brasileños, el maíz se amontona a la mayor velocidad en años, después de que la mayor región productora del país recogiera una cosecha abundante.
Los depósitos aún están llenos de soja, cosechada sólo algunos meses antes que el maíz. La producción de soja en Mato Grosso fue también enorme esta temporada y su comercialización ha sido menor de lo habitual, dejando los almacenes sin capacidad para albergar el maíz, según superintendente del IMEA, el instituto de economía rural de Mato Grosso, Cleiton Gauer.
Aunque no es extraño que las cosechas se almacenen a la intemperie cuando se completa la capacidad interior, hace al menos dos años que no se veía algo a tal escala. Pero a medida que la enorme cosecha de maíz de Mato Grosso va cogiendo ritmo, los agricultores y los comerciantes se han encontrado con un espacio realmente escaso.
El amontonamiento amenaza con añadir más presión a los precios del maíz y la soja, ya en caída en los mercados de futuros de Chicago, en un contexto de clima favorable en las zonas de cultivo de Estados Unidos.
El maíz se desplomó el jueves hasta el nivel más bajo desde antes de que Rusia invadiera Ucrania, y la soja llegó al nivel más bajo desde enero, en un contexto de aumento de la oferta de aceite comestible y de caída generalizada en el mercado de las materias primas.
Este descenso de los futuros de los cultivos ofrece un rayo de optimismo sobre la posibilidad de que la inflación de los alimentos se mitigue en los próximos meses, aunque los precios sigan siendo históricamente altos.
Los agricultores tenían a finales de mayo unos 11 millones de toneladas de soja en el estado, frente a los 5,5 millones de toneladas de un año antes, según Daniele Siqueira, analista de la consultora AgRural. Según Daniele, las ventas de soja se han acelerado este mes por la debilidad del real, la mejora de la demanda y la presión para sacar la oleaginosa de los depósitos.
Otra razón que explica la falta de espacio es la velocidad a la que se está produciendo la cosecha en Mato Grosso. Hasta el 17 de junio, la cosecha había alcanzado el 27%, frente al 4% de un año antes y la media de cinco años del 14%, según el Imea. Se prevé que el estado recoja 39 millones de toneladas de maíz, lo que supone un aumento del 20% respecto a la temporada pasada. Esta cifra representa aproximadamente un tercio de la producción brasileña, que podría alcanzar esta temporada un récord de 115,2 millones, según la empresa nacional brasileña Conab.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar