Ciudad de México — Crédito Real, un prestamista no bancario que analiza opciones de reestructura con acreedores, informó que algunos de sus funcionarios y exfuncionarios fueron denunciados penalmente con relación al intento de un par de bancos de asegurar activos de la compañía.
Los denunciados asumieron su defensa y hasta ahora no existe una decisión judicial, dijo la financiera en un comunicado distribuido en la Bolsa Mexicana de Valores.
Los bancos nacionales, que no fueron identificados por Crédito Real, buscaron asegurar los activos de un fideicomiso creado para realizar el pago a acreedores preferentes, bonos y otros bancos.
A pesar del intento, “se efectuó el pago íntegro y cabal de tales obligaciones oportunamente”, dijo Crédito Real, agregando que no tuvo conocimiento de estos procedimientos.
La prestamista atraviesa por una solicitud de reestructura involuntaria por parte de un grupo de acreedores mismo que fue presentado esta semana ante un Juzgado de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York.
El grupo de acreedores, conformado por el Institutional Multiple Investment Fund, Banco Monex y Solitaire Fund, presentaron la solicitud por un monto conjunto de US$8 millones.
Más temprano, la prestamista mexicana fue notificada oficialmente de la demanda bajo el Capítulo 11 del Código de Bancarrota de EE.UU.
Con ello, Crédito Real tiene hasta el próximo 14 de julio para responder a la demanda.
La prestamista dijo el 22 de junio que la solicitud involuntaria es improcedente y la calificó como una estrategia para obtener ventaja en las negociaciones contra la Sofom. Crédito Real agregó que peleará para desechar la petición de los acreedores.
Estos son algunos acreedores
Crédito Real sumaba deuda equivalente a US$2.680 millones al cierre del cuarto trimestre de 2021.
Entre sus acreedores se encuentran los tenedores de bonos de un par de certificados bursátiles CREALCB 17 y CRELCB 19 cuyos pagos están respaldados por un fideicomiso maestro de cobranza.
El fideicomiso transfiere las deducciones que la financiera cobra a sus clientes a los que les otorgó préstamos sobre nómina para pagar directamente a los tenedores de estos bonos.
Banorte es uno de los bancos con los que Crédito Real tiene una deuda vinculada a una garantía prendaria, el monto corresponde a una línea de crédito US$100 millones (MXN$2.000 millones).
La empresa cuenta también con acreedores bancarios nacionales como Santander, BBVA, Mifel, Multiva, Nafinsa, BX+, Invex, Scotiabank, Banco del Bajío, Multiva y Banamex.
También tiene contratos de créditos con instituciones financieras extranjeras entre las que se encuentran Credit Suisse, Bladex, Sumitomo, BNP Paribas, Bank of Tokyo, BID Invest, responSAbility, Barclays, Wells Fargo, de acuerdo con información de su reporte anual 2020, el último que ha sido hecho público por la empresa.
Además con seis bonos no respaldados emitidos en dólares, francos suizos y euros.
Cambio de funcionarios
En los últimos meses, Crédito Real ha registrado una serie de movimientos directivos y dentro de su Consejo de Administración.
Carlos Ochoa Valdés, quien durante los últimos 25 años estuvo al frente de los principales cargos directivos en la compañía, dejó la dirección general en abril.
Ochoa fue sustituido Felipe Guelfi Regules, quien asumió la dirección general interina.
Este primer movimiento de abril, vino acompañado por el nombramiento de Noé Reza, ex director ejecutivo, responsable de Financiamiento de Proyectos en HSBC México, como director de Finanzas. Rodrigo Ruanova fue nombrado director jurídico.
Reza dejó la dirección de finanzas a mediados de junio, a poco más de dos meses de asumir esa posición. Guelfi asumió sus responsabilidades.
Este mes, Crédito Real informó que casi la totalidad de sus miembros del Consejo de Administración decidieron dejar sus cargos, con excepción de Ángel Romanos.
Romanos sigue siendo consejero de la compañía pero dejó la presidencia del Consejo. Hasta el momento, Crédito Real no ha informado de nuevos nombramientos.
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