Bloomberg — Autoridades sanitarias de Nueva York informaron el jueves que ofrecerán la vacuna contra la viruela del mono a grupos vulnerables en una clínica temporal de la ciudad, donde hasta el miércoles se habían identificado 28 casos.
Los habitantes de Nueva York que puedan haber estado expuestos a la viruela del mono pueden recibir la vacuna, informaron. Los grupos elegibles incluyen a “todos los homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (cisgénero o transgénero) de 18 años o más que hayan tenido múltiples o anónimas parejas sexuales durante los últimos 14 días”, señaló el departamento de Salud en un comunicado.
Aunque las vacunas se ofrecían antes a los contactos íntimos de los casos confirmados, el departamento está extendiendo la disponibilidad a las personas que podrían haber sido expuestas. Quienes tengan una pareja con síntomas de viruela del mono o que hayan conocido a sus parejas mediante aplicaciones en línea o plataformas de medios sociales, o en raves y saunas, han de considerar especialmente la vacunación, dijo el departamento de salud.
Inicialmente, la aplicación de citas Grindr se asoció con las autoridades sanitarias de Europa para asegurar que la información sobre el brote se difundiera entre los usuarios de su plataforma. A pesar de que el actual brote se ha concentrado en la comunidad LGBTQ+, cualquier persona puede infectarse a través del contacto íntimo o el contacto con úlceras infecciosas.
La enfermedad se manifiesta normalmente como una erupción que a veces viene acompañada de otros síntomas similares a aquellos de la gripe o de la inflamación de los ganglios linfáticos. Los síntomas generalmente se disipan por sí solos en unas pocas semanas sin tratamiento. En EE.UU. el brote se ha expandido a 156 casos, sin ninguna muerte relacionada con la enfermedad y hay más de 3.300 casos en todo el mundo, según los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU).
“Los miembros de la comunidad LGBTQ+ siempre han sido feroces defensores de sus derechos, incluyendo, y especialmente, cuando se trata de obtener atención médica a tiempo”, dijo Ashwin Vasanel, Comisionado de Salud de la ciudad de Nueva York, en el comunicado. “La vacunación contra la viruela del mono es una herramienta fundamental para que los neoyorquinos se protejan y ayuden a detener la propagación”.
A partir de HOY, estamos ofreciendo vacunas a los neoyorquinos elegibles que pueden haber estado expuestos a la viruela del simio. Más sobre el anuncio: https://t.co/P1XFjaIWfK Más sobre la viruela del mono y programar una cita de vacunación: https://t.co/hR9Yuw1w2G pic.twitter.com/PhwKjCgYYI nychealthy (@nycHealthy) 23 de junio de 2022
Según el departamento de Salud, incluso después de una exposición reciente, la vacunación reduce la posibilidad de infección, así como los síntomas en caso de que ésta se produzca. Los neoyorquinos recibirán la vacuna Jynneos de Bavarian Nordic A/S (BVNRY), consistente de dos inyecciones administradas con cuatro semanas de diferencia.
La ciudad cuenta con 1.000 dosis de Jynneos, según el portavoz del departamento de salud, Michael Lanza, cantidad suficiente para inmunizar a 500 personas. El departamento está en conversaciones con los CDC para conseguir dosis adicionales, según un comunicado. Se ha comprobado que Jynneos es más segura que la ACAM2000 de Emergent BioSolutions Inc. (EBS), que también está autorizada.
Los departamentos de salud han enviado las vacunas a los estados con casos de viruela del mono y se han centrado en ofrecerlas a los contactos de alto riesgo, según los CDC. Es recomendable que la primera dosis de Jynneos se administre en los cuatro días siguientes a la exposición para obtener una protección óptima.
Hasta el momento, algunos estados con casos de viruela del mono no han ampliado la disponibilidad de la vacuna. El jueves por la tarde, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC se reunirá para discutir el brote de viruela del mono y podría considerar la ampliación de la elegibilidad de la vacuna.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar