La entrada en vigencia del nuevo Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) en marzo suponía una reducción en el uso del dólar en Venezuela, que de acuerdo al más reciente estudio de Ecoanalítica, logró ser alcanzado, al menos en Caracas.
La dolarización transaccional que se venía experimentando en la capital venezolana, profundizada hasta finales de noviembre de 2020, luego se estabilizó con una tendencia a la baja, aunque ligeramente, como lo explicó Asdrúbal Oliveros, director de la empresa de análisis macroeconómico.
Los pagos en moneda estadounidense representó 48,4% en marzo, según el informe, lo que representó 11,4 puntos porcentuales menos que lo registrado en octubre del año pasado, fijado en 59,8%.
Con estos datos, Caracas resultó ser la ciudad menos dolarizada en el país, en contraste con otras grandes ciudades. Un hallazgo relevante en lo constatado por Ecoanalítica, que determinó el uso del dólar en Maracay, en 50,1% y en Barquisimeto, en 50,9%.
En la encuesta, que abarcó una muestra de 131 establecimientos en Caracas con un registro de 10.346 transacciones, se obtuvo que 4.126 de ellas se realizaron en divisas, lo que fue equivalente a 39,9% de los pagos durante el período de estudio.
Como resultado de los métodos de pago con divisas que se evaluaron, el estudio arrojó que el mayor utilizado fue el efectivo, con 52,1%, Zelle y otras transferencias con 35,4% y las tarjetas internaciones con 9,4%.
“La falta de mecanismos operativos y de sistemas de compensación bancaria en divisas en el país sigue elevando el interés de los caraqueños por usar divisas en efectivo. Note que ese uso no mermó aun con el IGTF en plena vigencia”, escribió Oliveros en su cuenta oficial en Twitter.
Los electrodomésticos así como los repuestos fueron los artículos con mayor número de transacciones en divisas, 77,2% y 66,9% respectivamente mientras que ropa y calzado con 52,7%. Los alimentos, en este caso, y las operaciones para bienes y servicios de salud contaron con menos de la mitad de pagos en divisas.
“Conviene decir que las tendencias de los principales indicadores macroeconómicos favorecen la dolarización, a pesar de que transaccionalmente su uso haya disminuido (...) La ventaja del uso de la divisa en términos de coordinación (presupuestos y contratos) y anclaje de expectativas de precios sigue siendo un fuerte motivo para que los actores prefieran la dolarización ante los bolívares. Un factor que parece ser más estructural que coyuntural”, comentó Oliveros, como parte de las conclusiones.