La línea aérea colombiana, Wingo, a la par de Avianca, ha decidido manifestar sus intenciones de volver a Venezuela, en medio de las expectativas ante las nuevas relaciones diplomáticas que podrían abrirse entre ambos países, una vez Gustavo Petro, electo nuevo presidente de Colombia, asuma su cargo el próximo agosto.
La aerolínea de bajo costo solicitó a la autoridad aeronáutica en Colombia la autorización para 7 vuelos semanales entre Bogotá y Valencia, al occidente de Venezuela, a través de su Boeing 737.800 NG, mismo equipo que utilizará para la ruta que pidió entre Medellín y La Habana.
Wingo, tal como lo expresa la comunicación de la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil deberá esperar un lapso de 5 días para recibir respuesta de la institución oficial colombiana, mientras se mantiene la espera por parte de Venezuela.
Ya en mayo, Wingo había emitido un comunicado sobre sus intenciones de reiniciar operaciones entre ambas ciudades capitales, Bogotá y Caracas, en las que estuvo operativa hasta marzo de 2020, con la llegada de la pandemia por covid-19 a Venezuela, que activó entre sus primeras medidas la suspensión de vuelos comerciales.
El Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC), desde entonces, han mantenido restricciones a todos los destinos internacionales, con excepciones a Turquía, México, España, Panamá, República Dominicana, Bolivia, Rusia, Cuba y Portugal.
Autoridades de la institución aérea en Venezuela se reunieron hace dos semanas con representantes de Avianca, en un encuentro privado y amistoso, como lo calificó la aerolínea colombiana en contacto con Bloomberg Línea, para permitirse hablar sobre los puntos claves en el avance hacia la autorización.
En los últimos meses, la aviación comercial venezolana ha dado señales de una nueva etapa, que pasa también por la leve recuperación económica que viene experimentando el país, que ha logrado salir de la hiperinflación pero aún cuenta con altos niveles de pobreza y falta de poder adquisitivo.
