Buenos Aires — Ante la escasez de combustible y la fuerte demanda tanto a nivel local como de países limítrofes, el Gobierno argentino determinó una batería de medidas, pero desde el sector no sólo advierten que las iniciativas oficiales no solucionan la problemática, sino que esperan una extensión del conflicto.
De cara a las temperaturas más bajas del año y en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, la administración de Alberto Fernández publicó recientemente dos decretos vinculados con los combustibles: por un lado, oficializó el Régimen de Corte Obligatorio Transitorio Adicional de Biodiésel, y por otro lado, anunció la creación del Régimen de Incentivos al Abastecimiento Interno de Combustibles (RIAIC), por entender que “es necesario impulsar medidas para garantizar el abastecimiento incremental y la compensación de costos extraordinarios”.
A su vez, entre otras medidas, YPF dispuso la implementación de un sistema por el cual los autos livianos y el transporte pesado con patente extranjera sólo podrán cargar Infinia Diesel a un precio más alto que el habitual, de $240 por litro.
Una de las últimas decisiones de la empresa fue la de aumentar el gasoil en un 12% promedio: el Diesel 500 pasó a $128 y el Infinia Diesel, a $175. Sin embargo, la actualización no es suficiente, según sostienen desde el sector privado.
Juan José Carbajales, abogado, politólogo y ex subsecretario de Hidrocarburos de la Nación en el período comprendido entre 2019 y 2020, evaluó que “se tomó una batería de medidas concurrentes entre el Estado nacional, las provincias, YPF y el resto de los refinadores”, lo cual representó un “abordaje integral”.
Pese a ello, indicó: “No sé si lo va a solucionar, pero al menos va a intentar morigerarlo”. “Ponderar el atraso es difícil, depende de cada refinadora”, aclaró el especialista, que además dirige el posgrado en Derecho de los Hidrocarburos, Energía y Sostenibilidad de la Universidad de Buenos Aires.
El gasoil en Argentina, negocio para Paraguay y Brasil
Si bien tras las últimas medidas cargar gasoil en Argentina dejó de ser conveniente para consumidores de países como Uruguay, en el caso de Brasil y Paraguay continúa como una opción más económica, por lo que en algunas provincias se mantienen las largas filas para comprar el cupo que se permita en las estaciones de servicio, que ahora buscan “cuotificar” las ventas para los diferentes transportes.
Faruk Jalaf, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios y afines del Nordeste (CESAME), aclaró que incluso cuando las fronteras terrestres estaban cerradas por la pandemia de Covid, la entidad ya advertía sobre escasez de gasoil.
“El faltante está en el gasoil, no en la nafta, a excepción de zonas críticas con puentes o conexiones a Brasil y Paraguay. El gasoil falta en toda la provincia”, señaló en diálogo con Bloomberg Línea.
“Hicimos el reclamo ante la Secretaría de Energía en octubre del año pasado y también ante el Ministerio de Desarrollo Productivo, que en ese entonces dirigía Matías Kulfas”, contó.
Ante la escasez, aseguró que las estaciones se vieron obligadas a vender “con cupo”. “Las últimas medidas no solucionan nada. Se quiere tapar el sol con la mano. Es imposible”, cuestionó el empresario, quien explicó que “aumentó el consumo del gasoil porque aumentó la industria, la producción local”.
El representante de la cámara consideró que, para quienes llegan a Argentina de Paraguay, cargar gasoil aún es barato porque en el país vecino también se aplicó un incremento.
“Hay una diferencia de casi $100 por litro (US$0,45 si se toma la cotización del dólar blue) ”, calculó y estimó que en el caso de Brasil, el margen es menor, pero se mantiene significativo, al ubicarse en torno a los “$40 por litro de diesel (US$0,18))”. En ese sentido, argumentó que en Paraguay el combustible es más caro porque “no produce petróleo”.
Mucha demanda y poca oferta
“La demanda es grande, pero no hay producto”, remarcó Faruk Jalaf. Por ese motivo, manifestó que el cupo que se dispuso en la zona es de “$3.000 por auto (US$13,5) y $5.000 para camión (US$22,6)”.
“Sin cupo, se agota en un ratito”, alertó y describió extensas “filas, especialmente para gasoil”. “Creemos que va a continuar igual la situación”, se lamentó el titular de la cámara. En tanto, puntualizó que, como consecuencia de esa escasez, hay dificultades para “levantar la cosecha”.
Un persistente atraso de precios
El director en Energía de la consultora Ecolatina, Daniel Dreizzen, analizó que “si se toman los precios internacionales del crudo con los locales, hay atraso y eso se traslada a los subproductos”.
“Hay una decisión política de que estos precios no sean más altos”, remarcó el especialista, quien expresó: “Hay una demanda muy grande por estos productos que, en precios relativos, están más bajos con otros países”.
De ese modo, indicó: “La energía es un costo para la economía del país. Una de las consecuencias lógicas es que importar estos subproductos en dólares y venderlos a precios más bajos, con este retraso de precios, no es económicamente conveniente”.
“Además, se gastan divisas para importar gasoil. Es lógico que no haya inversiones en refinerías con este retraso de precios”, apuntó Dreizzen.
TE PUEDE INTERESAR:
Gasoil: Presidente de YPF viajó a la triple frontera para controlar carga de extranjeros
Nafta: precio en Argentina se mantendría estable al menos hasta septiembre
Inflación en Argentina: la canasta básica subió más de 2.500% en 10 años