Bloomberg — La Corte Suprema de los Estados Unidos rechazó una apelación multimillonaria del conglomerado químico-farmacéutico Bayer AG (BAYNN), negándose a protegerlo de decenas de miles de demandas que afirman que su herbicida más vendido, Roundup, causa cáncer.
Los jueces, sin hacer comentarios, dejaron intacta una indemnización de US$25 millones a Edwin Hardeman, un hombre de California que dijo que décadas de exposición a Roundup le causaron un linfoma no-Hodgkin. Bayer argumentó sin éxito que la aprobación de la etiqueta de Roundup por parte de autoridades federales significaba que la demanda de Hardeman (y otras similares) no era procedente.
El año pasado, Bayer dijo que una sentencia del tribunal supremo a su favor “pondría fin de forma efectiva y en gran medida” a los litigios por Roundup en los Estados Unidos Al mismo tiempo, la empresa reservó US$4.500 millones en caso de que los jueces rechazaran la apelación, y dijo que establecería un programa de reclamaciones si eso ocurría. Las acciones cayeron hasta un 4,5% tras la decisión del martes.
Una victoria habría ahorrado a Bayer unos US$3.000 millones de los US$16.000 millones que la empresa ha reservado para resolver todos los litigios, según la analista de Bloomberg Intelligence Holly Froum.
Bayer “discrepa respetuosamente de la decisión de la Corte Suprema”, dijo el conglomerado alemán en un correo electrónico. “La compañía está totalmente preparada para gestionar el riesgo de litigio asociado a posibles demandas futuras en EE.UU.”.
El gobierno del presidente Joe Biden instó el mes pasado a la Corte Suprema a rechazar el recurso.
Bayer sigue intentando que el tribunal supremo revise una indemnización de US$87 millones a una pareja que desarrolló cáncer tras utilizar el herbicida durante más de tres décadas. El recurso de Bayer incluye una línea de argumentación separada que sostiene que la indemnización por daños punitivos de US$70 millones en el caso es constitucionalmente excesiva.
El gigante alemán de los medicamentos y los productos químicos heredó el lío legal en 2018 cuando adquirió Monsanto Co, el fabricante del herbicida. La compra se cerró apenas unas semanas antes de que el primer jurado estadounidense declarara que Roundup había causado cáncer. Sin embargo, la empresa ganó cuatro casos consecutivos relacionados con el herbicida.
Hardeman dice que utilizó Roundup desde la década de 1980 hasta 2012 en su gran parcela en el condado de Sonoma, a unos 100 kilómetros al norte de San Francisco. Se le diagnosticó un linfoma en 2015.
El afectado demandó bajo la ley de California, alegando que la falta de advertencia de Monsanto sobre el riesgo cancerígeno del Roundup causó su enfermedad. Los miembros del jurado le concedieron más de US$80 millones, que el juez de primera instancia redujo posteriormente a US$25 millones. Un tribunal federal de apelación confirmó la sentencia.
Ley de plaguicidas
En la Corte Suprema, Bayer argumentó que la Ley Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas exime a la empresa de responsabilidad. La FIFRA, como se conoce la ley, dice que los estados no pueden imponer requisitos de envasado o etiquetado que sean “adicionales o diferentes” a los de la ley federal.
El tribunal supremo interpretó esta disposición en 2005 para permitir las demandas por incumplimiento de la ley estatal, siempre que los requisitos estatales sean “realmente equivalentes” a los de la FIFRA.
En su apelación, Bayer sostuvo que el veredicto obligaba a la empresa a cumplir una norma más estricta que la que imponen los reguladores federales en virtud de la ley FIFRA. Bayer dijo que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en 2019 dijo a los fabricantes de glifosato, el ingrediente activo de Roundup, que no se aprobaría ninguna solicitud para añadir una advertencia sobre el cáncer porque sería falsa y engañosa. Bayer ha mantenido firmemente que Roundup no causa cáncer.
Según la sentencia del tribunal de apelación, “una empresa puede ser castigada severamente por comercializar un producto sin una advertencia sobre el cáncer cuando el consenso científico y normativo casi universal es que el producto no causa cáncer, y la agencia federal responsable ha prohibido dicha advertencia”, argumentó Bayer.
Los abogados de Hardeman refutaron esa afirmación, diciendo que la carta de la EPA de 2019 no aborda los “riesgos únicos” que se plantean cuando el glifosato se combina con otros ingredientes. Dijeron que la EPA ha aprobado advertencias sobre las formulaciones basadas en el glifosato como Roundup y nunca ha llegado a una conclusión sobre si esas formulaciones causan cáncer.
Según la sentencia de la Corte Suprema de 2005, “cuando, como en este caso, un demandante demuestra que un herbicida es peligroso para la salud humana, el fabricante puede ser declarado culpable de violar tanto la ley estatal como la federal”, argumentó el equipo de Hardeman.
Bayer también argumentó que el juez del juicio permitió indebidamente el testimonio de un experto de que Roundup causa cáncer. La empresa dijo que el testimonio era especulativo.
Bayer dijo el año pasado que retiraría la versión actual del herbicida del mercado de consumo estadounidense en 2023.
El caso es Monsanto contra Hardeman, 21-241.
Con la asistencia de Jef Feeley.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.