Bloomberg — El rublo se disparó para llegar a su nivel más alto desde julio de 2015, extendiendo un repunte que preocupa al Banco de Rusia, considerando que puede socavar la competitividad de las exportaciones del país y las finanzas del gobierno.
La moneda subió hasta un 1,7% a 55,44 por cada dólar estadounidense, llevando su avance este año a un 35%, con distancia el mayor entre los tipos de cambio globales rastreados por Bloomberg. Las ganancias se produjeron incluso después de que los responsables de formular la política monetaria del país redujeran sus tasas de referencia en un total de 1.050 puntos básicos y relajaran los controles de capital impuestos en respuesta a las sanciones occidentales impuestas tras la invasión del país a Ucrania.
El viceprimer ministro ruso, Andrey Belousov, dijo que las autoridades debatieron el objetivo de un tipo de cambio del rublo y priorizaron el crecimiento económico. Para ello, el tipo de cambio “óptimo” era de 70-80 rublos por dólar, dijo.
Sin embargo, distintos analistas dijeron que las autoridades no tenían medios efectivos para influir en la moneda rusa. Permitir a los extranjeros vender activos sería políticamente imposible, según Dmitry Polevoy, economista del Locko Bank JSC.
La maldición de los ingresos
El rublo ha estado en una montaña rusa desde la invasión de Moscú a Ucrania.
Al principio, la guerra provocó un descalabro que llevó a la moneda a un mínimo histórico de 121,5275 unidades por dólar el 10 de marzo, a medida que Estados Unidos y Europa intentaban aislar al país del sistema financiero internacional. Pero después de que Moscú impusiera la venta obligatoria de divisas a los exportadores y exigiera a algunos compradores de productos energéticos que pagaran en rublos, la moneda se dio la vuelta y registró un alza del 118%.
Aunque esto ayudó a Rusia a evitar una crisis de divisas, se convirtió en una preocupación para el banco central, ya que socavó los ingresos de las exportaciones en términos de moneda local y encareció los productos del país en el extranjero. El banco respondió con una serie de medidas de flexibilización.
Sin embargo, las ganancias de la moneda han continuado, lo que subraya la expectativa de los operadores de una mayor relajación de los controles de capital y las medidas para reactivar la demanda de los consumidores y el crecimiento económico.