Bloomberg — Los Países Bajos han eliminado cualquier límite a la producción de energía de las centrales de carbón, siguiendo los pasos de otros países europeos que recurren a este combustible fósil altamente contaminante para evitar cualquier posible escasez de energía.
El Consejo de Ministros modificará inmediatamente una ley que obligaba a las centrales eléctricas de carbón a funcionar a un máximo del 35% de su capacidad para limitar las emisiones de dióxido de carbono, dijo el Ministro de Clima y Energía, Rob Jetten, durante una rueda de prensa celebrada el lunes en la ciudad de La Haya. Ahora las centrales pueden funcionar a pleno rendimiento hasta 2024.
“Sin medidas adicionales, ya no está garantizado que en Europa y en los Países Bajos podamos llenar suficientemente las instalaciones de almacenamiento de gas de cara al invierno” boreal, dijo Jetten.
Los gobiernos de Alemania y Austria tomaron recientemente medidas similares, reactivando la producción de plantas de carbón en respuesta a un corte en el suministro de gas ruso. Moscú redujo las entregas a través del gasoducto Nord Stream a sólo el 40% de su capacidad, una aparente represalia por el apoyo de Europa a Ucrania.
El límite a la operación de tres centrales eléctricas de carbón en los Países Bajos comenzó el pasado 1 de enero, con la esperanza de poner fin a su uso en 2030. El gobierno dijo el lunes que ahora se permitirá a las plantas producir a plena capacidad, “reduciendo el riesgo de escasez de gas y facilitando el llenado de las instalaciones de almacenamiento de gas en Holanda y Europa”.
“Hemos tenido que tomar decisiones difíciles”, dijo Jetten.
El gobierno holandés también presentó un sistema de “alerta temprana” para la seguridad del gas, que obliga a las empresas a compartir diariamente con el gobierno información detallada sobre los suministros.
Los precios del gas natural en Europa siguieron subiendo el lunes, después de haber saltado un 43% la semana pasada, y los gobiernos entraron en alerta máxima ante la creciente posibilidad de racionamiento. Los envíos a los principales compradores de Alemania, Italia y Francia se han frenado, lo que ha llevado a la Comisión Europea a decir que Rusia está utilizando su energía para “chantajear” a los países.
Los líderes de Italia y Alemania (que viajaron a Kiev la semana pasada justo cuando Gazprom PJSC estaba reforzando su control sobre el suministro europeo) también han acusado a Moscú de cortar deliberadamente los envíos. El Kremlin ha dicho que Rusia tiene suficiente gas y está preparada para suministrar a la Unión Europea, pero que las turbinas del Nord Stream tienen que volver a funcionar después de su mantenimiento.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.