Bogotá — “Merecemos vivir sabroso”, gobernar para “los nadies y las nadies”, “soy porque somos” y “la dignidad se hará costumbre” son algunas de las frases con las que se popularizó Francia Elena Márquez Mina, “una mujer hecha a pulso”, quien este domingo se convirtió en la primera vicepresidenta afro de Colombia.
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Márquez, con una trayectoria de varios años en el activismo medioambiental, líder social, defensora de los derechos humanos, abogada, feminista y política colombiana, se convirtió en la vicepresidenta número 13 de la República de Colombia. Además, será la segunda mujer en el cargo después de Marta Lucía Ramírez, quien actualmente ocupa dicha posición.
Originaria de Yolombó, corregimiento del municipio Suárez en el departamento del Cauca, Márquez se convertirá en la segunda al mando de Colombia luego de que el Pacto Histórico ganara las elecciones presidenciales con Gustavo Petro al mando, el primer jefe de Estado de izquierda que tendrá el país desde el próximo 7 de agosto.
Activista ambiental desde sus 7 años -actividad por la que recibió varias amenazas e incluso atentados-, Márquez, reconocida por trabajar por sus comunidades y alzar la voz por las mujeres y por los “nadies” desde años atrás, llega a la Vicepresidencia a sus 40 años.
Su primer acercamiento a la política electoral fue en 2018 cuando fue candidata a la Cámara de Representantes para la circunscripción especial de afrodescendientes. Aunque no fue elegida aquella vez, dicha candidatura, junto a sus acciones de activista años atrás la fueron popularizando a escala nacional.
El año pasado Francia Márquez arrancó la precampaña con miras de convertirse en la primera mujer en conquistar la Casa de Nariño, sin embargo ese sueño de ir a la Presidencia se pausó por ahora, pues su precandidatura con el movimiento ‘Soy porque somos’ no logró las firmas necesarias para inscribirse como candidata presidencial.
Sin embargo, su vida política no murió allí sino que resurgió, pasaron unos meses y a finales de 2021 el Polo le dio el aval para participar en la consulta interna del Pacto Histórico.
Fue en aquella consulta en la que Márquez sacó la segunda votación más alta, más de 780.000 votos, sufragios suficientes para abrirse paso como la fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, quien ganó la consulta y, ahora, la Presidencia. Además de su votación dentro del Pacto, Francia Márquez obtuvo la tercera votación más alta de todas las consultas a nivel nacional.
Más detalles de su vida
“Soy parte de un proceso, de una historia de lucha y resistencia que empezó con mis ancestros traídos en condición de esclavitud. Soy parte de la lucha contra el racismo estructural, soy parte de los luchan por seguir pariendo la libertad y justicia. De quiénes conservan la esperanza por un mejor vivir, de aquellas mujeres que usan el amor maternal para cuidar su territorio como espacio de vida, de quién alza la voz para parar la destrucción de los ríos, de los bosques, de los páramos”, son algunas de las palabras con las que se describe ella misma a través de su página web.
Márquez estudió becada en la Universidad Santiago de Cali, institución que le dio el título de abogada en 2020. Actualmente adelanta una especialización en escrituras creativas en la Universidad ICESI. En el ámbito personal, la nueva vicepresidenta de Colombia es madre soltera de dos hijos que tuvo que sacar del país por amenazas contra su vida.
Fue madre muy joven y durante su adolescencia trabajó como minera de oro artesanal en su municipio, así mismo, como muchas mujeres del país, salió adelante en un momento de su vida gracias a su trabajo como empleada doméstica.
Su madre es partera, agricultora y minera, mientras que su padre es agrominero y obrero. Su labor como activista la ha hecho merecedora de varias distinciones entre las cuales está el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia en la categoría Defensora del año por liderar “La marcha de los Turbantes”.
En septiembre de 2015 la organización Sueca Diakonia, le otorgó el premio como “un homenaje a la ardua tarea que implica defender los derechos humanos en un país como Colombia, donde muchos han perdido la vida”, dice en su página web.
En 2018 fue merecedora del Premio Goldman Environmental Prize, San Francisco California, Estados Unidos, el equivalente al novel medio ambiental. En 2019 ingresó al top 100 de las mujeres más influyentes del mundo según la BBC.