Bloomberg — Nuevos libros de texto enseñarán a los estudiantes de Hong Kong que la ciudad nunca fue una colonia británica, según informó el South China Morning Post. El hecho llega un momento en que Pekín pretende reforzar su control sobre el territorio.
Cuatro conjuntos de libros de texto para una clase de ciudadanía dicen que el gobierno chino nunca reconoció los tratados del siglo XIX que dieron a Gran Bretaña el control de Hong Kong, dice el reporte. También siguen la postura del gobierno sobre las grandes y a veces violentas protestas en la ciudad que tuvieron lugar en 2019, culpando de ellas a “fuerzas externas.”
Los materiales educativos se han proporcionado a las escuelas para que puedan elegir cuáles usar a partir de septiembre, según el periódico. Los editores de libros de texto son responsables de elegir los materiales adecuados para los libros usados, de acuerdo con las directrices oficiales, dijo la Oficina de Educación en una declaración a Bloomberg News.
El Partido Comunista de China se refiere a los acuerdos firmados por la dinastía Qing y los gobiernos posteriores que hacían concesiones a los gobiernos extranjeros, como el control de la tierra, como “tratados desiguales”.
La negativa de Pekín a reconocer los acuerdos forma parte de su creencia de que los asuntos de Hong Kong son estrictamente domésticos. En 2019, el entonces embajador de China en el Reino Unido, Liu Xiaoming, acusó a Londres de “burda interferencia” por lo que consideraba un apoyo a los manifestantes. Algunos en China también opinan que admitir que Hong Kong fue alguna vez una colonia abriría la puerta a su independencia, una demanda de algunos manifestantes.
Gran Bretaña se apoderó de la isla de Hong Kong durante la Primera Guerra del Opio (1839-42) y posteriormente firmó un tratado que le otorgaba el control de los Nuevos Territorios adyacentes durante 99 años. Ese acuerdo terminó el 1 de julio de 1997, un aniversario que se conmemora cada año en la ciudad. Es posible que al acto de este año asista el presidente chino Xi Jinping, cuyo gobierno ha ampliado el control sobre Hong Kong con medidas que incluyen la renovación del sistema electoral.
La jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, no quiso confirmar si su administración había creado las condiciones adecuadas para la visita del líder chino el martes en su última rueda de prensa semanal antes de dejar el cargo a finales de este mes. “Por supuesto, nos gustaría tener un ambiente alegre para celebrar la reunificación”, dijo.
Pekín ha culpado, en parte, a las escuelas de la ciudad de fomentar la disidencia que alimentó las protestas de 2019 contra la creciente influencia del Partido Comunista.
Desde esos disturbios, los cambios radicales en el plan de estudios han hecho que se enseñe a los niños a memorizar las infracciones penalizadas por una ley de seguridad impuesta por Pekín, que se ponga en marcha un Día de la Educación para la Seguridad Nacional en las escuelas y que se aconseje a los profesores que denuncien a los niños que incumplan esa legislación.
Con la asistencia de Kari Lindberg.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.
