Ciudad de México — La salud mental, la salud física y encontrar sentido a la vida son los tres factores que los mexicanos consideran como principales fuentes de la felicidad, de acuerdo con un estudio reciente realizado por la firma de investigación de mercados, Ipsos.
A pesar de ello, el aspecto económico continúa teniendo un peso, sobre todo al momento de atender las necesidades básicas.
“El dinero no necesariamente te hace más feliz, lo que te da el dinero sí”, dijo a Bloomberg Línea Ricardo Salas, director de Asuntos Públicos de Ipsos en México.
En México, 65% de las personas encuestadas por Ipsos manifestaron sentirse felices, una cifra aún por debajo del 78% que el estudio había registrado en 2011, pero por arriba del 48% obtenido en agosto de 2020, en los primeros meses de la pandemia.
La felicidad depende de lo que cada individuo considera que lo hace feliz, aunque el ingreso es un factor que siempre estará presente, explicó Roberto Castellanos, académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La felicidad se incrementa conforme sube el ingreso, sobre todo para aquellas personas para quienes el ingreso es importante”, dijo Castellanos.
Una vez que las necesidades básicas comienzan estar cubiertas, otros factores comienzan a ganar peso al momento de medir la felicidad de las personas, como el acceso a otro tipo de satisfactores, el participar en las decisiones de la comunidad, la posibilidad de conocer otros lugares, tener contacto con otras personas, agregó Castellanos.
Felicidad y confianza del consumidor, una correlación directa
El estudio sobre felicidad, que Ipsos realiza en 23 países, encontró una fuerte relación positiva entre la felicidad y la confianza del consumidor, con un coeficiente de 0,73, donde 1 significa una correlación positiva perfecta.
La confianza del consumidor es un indicador del sentimiento de los consumidores sobre su situación financiera y la comodidad de compra, la economía, los trabajos y la inversión.
En sociedades altamente desiguales, como en México y otros puntos de América Latina; otro factor a considerar en los niveles de satisfacción es el ingreso relativo, es decir comparado con el de la comunidad de referencia para los individuos.
“Yo puedo derivar un nivel de felicidad ganando 20% más de un mes a otro; pero si todos los demás mantienen su ingresos sin cambios, eso me va a generar un mayor nivel de satisfacción”, explicó Castellanos. “Si el incremento en el ingreso es de 50% para todos, la satisfacción que va a derivar no va a ser más grande”.
El mismo efecto sucede en sentido contrario.
De acuerdo con Salas, la pérdida del poder adquisitivo debido a la inflación es un factor que está ganando peso dentro de las preocupaciones de los mexicanos.
Si bien existen otras variables que quitan el sueño a los mexicanos, como la inseguridad y el empleo. La inflación, la mayor en 20 años, comienza a ganar terreno en la mente de los encuestados en México.
“La importancia de la inflación como preocupación la habíamos tenido en 10%, ahora está en 30%. Se ha triplicado en importancia”, dijo Salas de Ipsos.
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