Colombia en la era Rodolfo Hernández, hay más enigmas que certezas de cómo sería

Hay dudas de cómo se relacionará con el Congreso, en donde no tiene bancada que lo respalde, y de si gobernará tal cual como lo hizo en Bucaramanga

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Bogotá — Este domingo los colombianos acudirán a las urnas para elegir quién será el próximo presidente de Colombia. Si el ganador fuera Rodolfo Hernández, son más las dudas que las certezas que hay en torno a de qué forma, con quién y cómo gobernará.

A lo largo de la campaña su principal caballo de batalla ha sido la promesa de acabar con la corrupción en Colombia. Un problema que aparece en todas las encuestas como la preocupación principal de los colombianos.

Pese a ello, el programa de gobierno que ha planteado Hernández deja muchas preguntas, en especial sobre el cumplimiento fiscal de sus propuestas y la viabilidad de tramitarlas en el Congreso de la República.

Guillermo Sinisterra, profesor de la Facultad de Ciencias económicas y administrativas de la javeriana, asegura que “me imagino un Gobierno sin un norte. Lleno de excesos en materia tributaria. No para cargar más a las empresas, todo lo contrario, seguro las va a descargar, pero sería irresponsable por la senda que tenemos y me lo imagino sin un balance entre lo social y lo privado”.

Y es que si bien a Hernández, por su pasado como empresario, se le considera un promercado, existen muchas dudas sobre sus planes en materia económica.

Wilson Tovar, jefe de Investigaciones Económicas en Acciones y Valores dice que una victoria de Hernández en las elecciones se explicaría por la complejidad del mundo. “El mundo está tan complicado que se ha elegido a gente que no es política tradicional. Ejemplos Bolsonaro en Brasil o Trump en Estados Unidos”.

Agrega Sinisterra que “lo veo, además, con muy poca gobernabilidad. Va a tener una oposición muy fuerte porque no tiene bancada y, por eso mismo, va a estar peleando todo el tiempo con las cortes, así como le pasó a Duque, y va a estar peleando constantemente con el Congreso”.

Hay que recordar que en las elecciones del 13 de marzo Hernández no presentó ninguna lista que respaldara su candidatura presidencial. El poder legislativo en Colombia lo lideran las fuerzas del Pacto Histórico, Partido Liberal, Partido Conservador, Alianza Verde y Centro Democrático.

“Al no tener bancada va a culpar a esos actores de todo lo que no le salga. El problema también es que tenemos en materia económica personas que ha propuesto para el Ministerio de Hacienda, como Jorge Castaño, actual superfinanciero, que más allá de ser muy buenos, no le dan certeza al mercado de que vamos a tener estabilidad macroeconómica en el largo plazo, y eso es fundamental”.

Tovar asegura que “cambiar el statu quo no es fácil. Me imagino mucha gente tratando de asesorarlo para evitar errores. No aspiro a que logre mucho, uno esperaría a alguien experto en finanzas llegara para reducir la deuda del país, pero una cosa es hacer negocios y otra es gerenciar un país”.

Sobre la forma en que Hernández se relacionaría con los presidentes de los países vecinos, Germán Camilo Prieto, profesor asociado del Departamento de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Javeriana, asegura que “por lo que hemos visto en campaña podría ser desastrosa porque ha demostrado que no tiene modales. Habla de cualquier forma sin importar si ofende a alguien. Carece de diplomacia y eso a uno le genera muchas inquietudes de cómo va a tratar a las personas y si será respetuoso de los protocolos diplomáticos o si irá por ahí con sus modales chabacanes y groseros a tratar mal a las personas con las que no esté de acuerdo”.

En esa misma línea Sinisterra sostuvo que “habría muchísima improvisación, no habría estabilidad macroeconómica y habría un continuismo desde el punto de vista de algunas de las visiones del Gobierno actual”.

Sobre las dificultades que advierte Prieto sobre su forma de relacionarse con los opositores, Sinisterra, dice que “volvemos al modelo del capataz de la finca. Volvemos al modelo en donde usted contrata a un experto, pero para que haga lo que usted diga. Ya hay evidencia, no nos lo estamos inventando. Ya sabemos cómo trataba a los secretarios en Bucaramanga y eso no va a cambiar, vamos a tener a una persona con un corte tiránico que va a estar dando órdenes sin escuchar la parte técnica de los ministros”.

Prieto por su parte, complementa diciendo que “aparentemente en Bucaramanga gobernó con personas de su confianza y quizá por eso mismo aceptaban maltratos. Aquí toca ver si las personas que nombre se aguantarán sus malos modales. La experiencia que hemos conocido de gobernantes con ese talante en Colombia es que cuando nombran personas en altos cargos estas no están dispuestas a tolerar esos malos tratos, y ese puede ser un riesgo para él y su gabinete porque sin el respeto mínimo eventualmente lo pueden dejar tirado”.