Inmersas en la incertidumbre del mercado, ¿las startups unicornio están dentro de una burbuja a punto de estallar? En América Latina, los últimos dos años ha habido una explosión en la cifra de startups con valuación multimillonaria y, probablemente, un exceso de confianza de los inversores en estos modelos de negocio que, en su mayoría, todavía no han demostrado su rentabilidad.
En el mundo hay 1.157 unicornios de acuerdo con CB Insights, actualizado hasta junio de 2022. En Latinoamérica hay 46 startups valuadas en más de US$1.000 millones de dólares. Pero muchas de estas empresas emergentes todavía no han demostrado que serán capaces de ganar dinero y repartir dividendos. En muchos casos, sus valuaciones se basan en una actividad especulativa, lo que para algunos podría tratarse de una burbuja.
Lo anterior ocasiona que algunos analistas comparen este momento con el ocurrido a principios de los años 2000 con la burbuja ‘puntocom’, en la que cientos de emprendedores relacionados con el ámbito de internet se convirtieron en millonarios en unos cuantos meses.
De acuerdo con datos recopilados por el portal académico Economipedia, en total, el boom de las ‘puntocom’ provocó pérdidas de valor de las empresas tecnológicas por US$5 billones de dólares, de marzo de 2000 a octubre de 2002.
Apenas cinco años más tarde se comenzó a gestar la burbuja inmobiliaria a causa del impago de las hipotecas subprime en Estados Unidos, que arrastró a todo el mundo a una crisis financiera. Durante la recesión que se vivió entre 2007 y 2009, la cantidad que se perdió fue aún mayor, según cifras de la Reserva Federal, un estimado de US$14 billones de dólares, el equivalente a un año de actividad económica de Estados Unidos.
Corrección, ante expectativas infladas
Hay quien considera que la realidad actual en la que perviven las startups es diferente por varios factores.
“Esta crisis financiera no es similar a la crisis del año pasado, se ha comparado un poco con la crisis del ‘dotcom’ o con la crisis inmobiliaria, pero la realidad es que estamos viviendo un momento sin precedentes en donde venimos de una pandemia, que interrumpió las líneas de producción y de niveles altos de inflación derivados de los incentivos que hubo en Estados Unidos”, asegura Iván Guzmán Morales, socio de la firma BlackBox Startup Law, especializada en dar asesoría legal a startups.
Lo que se observa es que se aproxima una fase de corrección en el venture capital.
“Contrario a la crisis hipotecaria y a la crisis del ‘dotcom’, en las que una cadena de eventos desató una caída abrupta, lo que estamos viendo es un ajuste más gradual, que se va a traducir en menos financiamiento y se van a comprometer muchos modelos de negocio que tenían altos crecimientos”, dice Olaf Cárdenas, académico y experto en empresas de la Universidad Panamericana, en Ciudad de México.
Estas burbujas del ‘dotcom’ y la subprime fueron en cierta medida originadas por el mal análisis de riesgos. Pero Cárdenas considera que se han aprendido ciertas lecciones de las crisis pasadas. “Hemos aprendido a robustecer el análisis, de manera mucho más cuantitativo, lo que ha entregado mejores resultados a los inversionistas”
“El pecado de esta fase, de esta burbuja, fue que se tomaron escenarios macroeconómicos bastante agresivos y crecimientos económicos que, la verdad, no eran sustentables en el mediano plazo”, apunta Cárdenas, que también es asociado senior del fondo de capital privado Besant, dedicado a inversiones de venture capital
Otra lección es ser bastante cautos y conservadores en lo que se refiere a las expectativas de los crecimientos macroeconómicos, “se dieron por sentado tasas de interés bastante bajas y prolongadas en el tiempo”, señala Cárdenas.
Vamos a ver toda esta corrección y depuración de empresas entre las que son rentables y sustentables y las que no pueden hacer frente a todos estos modelos de negocios sin el financiamiento, indica el economista.
¿Una camada de unicornios en reversa?
Ahora que el mundo se enfrenta a una caída en valuaciones de empresas públicas que son comparables con los unicornios, esto afecta las expectativas de valuaciones futuras en rondas subsecuentes.
Carlos Ramos de la Vega, director de Venture Capital de la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina (LAVCA), considera que ante este contexto, las valuaciones actuales se podrían modificar.
“Definitivamente, dado el ajuste en los mercados, algunas compañías verán una reducción en su valuación, pero otras también podrán ver un incremento, depende mucho de la posición en el mercado”, asevera Ramos a Bloomberg Línea.
“Varios de los unicornios, me atrevo a decir, pueden perder la categoría de unicornio y yo creo que también vamos a ver cada vez menos”, afirma Cárdenas.
Hay varios ejemplos de empresas públicas comparables con unicornios que han sufrido desplomes en el valor de sus acciones.
La plataforma de comercio electrónico para tiendas en línea, Shopify (SHOP), ha perdido en el mercado cerca de 80% del valor de sus acciones. Para el unicornio argentino, Tiendanube, esta es su comparable en el mercado público y, con lo que lo comparan los inversionistas. La caída de la canadiense podría representar un problema al momento de sustentar su valuación de US$3.100 millones.
También está el caso de Opendoor (OPEN), empresa en línea que compra y vende bienes raíces residenciales, con sede en San Francisco, que también ha sufrido caídas en sus acciones. Sus análogos unicornios en América Latina son los brasileños QuintoAndar y Loft y la colombiana Habi.
En el caso de QuintoAndar y Loft, se han tenido que reestructurarse y, como consecuencia, han despedido personal. Ambas startups han prescindido de alrededor de 160 personas, según fuentes familiarizadas con el tema en Brasil.
Aunque la colombiana Habi parece ir a contracorriente, el pasado mayo recién se agregó a la lista de startups latinas valuadas en más de US$ 1.000 millones.
Carvana (CVNA), la estadounidense de compraventa de autos seminuevos es otro ejemplo de empresa pública que ha visto el desplome de sus acciones en los últimos nueve meses. Su análogo es el unicornio más valioso de la región, Kavak. Sin embargo, a decir de los expertos, si llega el efecto dominó, tardará en llegar alrededor de 12 meses.
No obstante, ante realidades diferentes en los mercados latinos y el de Estados Unidos, los comparables son sólo una variable a considerar. Michelle Fischman, head of platform del fondo mexicano Nazca, dice que antes de hablar de una burbuja se debe tomar en cuenta cada caso en particular.
“Se debe analizar, por un lado, la tracción real que tenga cada compañía (generación de valor para sus usuarios sin subsidiar ingresos, participación de mercado y potencial de crecimiento, etcétera). Y por otro lado, y muy importante, revisar los unit economics y el path to profitability”, explica Fischman.
Entonces, ¿se podría hablar de una burbuja de unicornios? “Hablamos de burbuja cuando a las empresas les va mal, pero quizá no sea el caso; hay que recordar que Google, Facebook y Amazon fueron startups y ahorita son el sector tecnológico más importante de la bolsa de valores de Estados Unidos”, agrega Iván Guzmán, de la firma BlackBox Startup Law.
¿Los unicornios son atractivos si hacen OPI?
WeWork (WE), una firma valuada en su momento en en US$47.000 millones tuvo una salida a bolsa complicada.
La startup de espacios de oficina compartidos esperaba una exitosa oferta pública inicial en 2019, pero parece ser que la compañía se convirtió en un ejemplo sobre los excesos del capital de riesgo y la cultura de las startups en la era posterior a 2008.
Entre los inversionistas surgieron dudas sobre qué tan rápido estaba quemando efectivo. Entonces WeWork tuvo que hacer ajustes -- entre los que destaca un cambio de CEO -- y esperar para volverse pública. Y no fue sino hasta 2021 que logró cotizar en bolsa con ayuda de una SPAC.
Sin embargo, el valor de WeWork de US$47.000 millones cuando era un unicornio no se compara con la revalorización de aproximadamente US$9.000 millones tras la fusión con la SPAC, BowX Acquisition Corp.
En casos localizados en América Latina, Nubank (NU), que fue el unicornio más valioso de la región, con un valor de 30.000 millones de dólares, dejó su título mitológico para convertirse en una empresa pública y cotizar en la bolsa de Nueva York en diciembre de 2021.
En su caso se trató de una salida a la bolsa positiva, pues la acción logró un precio de US$9 en su oferta pública inicial (OPI), lo que elevó la valuación del banco brasileño a US$41.400 millones, colocándolo como la institución financiera más valiosa de la región. Eso representó un hito en la historia de los unicornios de Brasil.
También está el caso del único unicornio de Uruguay, la fintech de pagos dLocal, que debutó en la bolsa de Nueva York en junio del 2021. Su entrada en los mercados públicos se hizo mediante una OPV (oferta pública de venta), cuya alta demanda en la jornada previa elevó el precio de colocación de los US$16 y 18 dólares inicialmente previstos a US$21. Con esto el valor de la fintech uruguaya rondó los US$6.150 millones, más de lo que valía cuando era privada: US$1.200 millones.
Pero, últimamente, las caídas bursátiles han surtido efecto también en estos dos exunicornios latinos. En mayo, las acciones de Nubank y dLocal cayeron 48,6% y 41,8%, respectivamente, según un análisis de Bloomberg Línea.
Sólo sobrevivirán los unicornios más fuertes
Carlos Ramos de la Vega, de LAVCA, mantiene “un grado sano de optimismo en el ecosistema en el mediano y el largo plazo por dos cuestiones importantes: primero porque el cuarto trimestre con mayor inversión en Latinoamérica ocurrió este año y segundo, estamos viendo varios fondos que están lanzando fondos dedicados específicamente a Latinoamérica aunque su fondo global esté basado en Estados Unidos y que están expandiéndose con oficinas, ya sea en Sao Paulo, en Brasil o en la Ciudad de México, en México”.
En el mismo sentido, Guillermo Cruz, managing partner de Maquia Capital, dice a Bloomberg Línea que aún Latinoamérica tiene mucho potencial en unicornios, pues hay muchos modelos de negocios que están resolviendo problemáticas específicas de los países de la región.
“Creo que hay muchos nichos que son los que están aprovechando Sequoia o SoftBank para invertir capital”, afirma Cruz, al respecto.
Todavía hay mucho potencial de crecimiento. Ramos declara que “hace mucho sentido justificar valuaciones un poco más altas y, al mismo tiempo, que los inversionistas puedan colocar cheques un poco mayores que los de los últimos cinco años, por ejemplo, entonces eso evidentemente ayuda al incremento de las valuaciones”.
Entonces, ¿seguirá el auge de los unicornios latinos? “Me gustaría tener una bola de cristal’', bromea Ramos. “Lo que vemos en las conversaciones con inversionistas es un reenfoque de prioridades hacia la preservación de capital de las compañías de portafolio en las que ya invirtieron en periodos anteriores, y al mismo tiempo en seguir invirtiendo, pero tal vez con periodos un poco más pausados de diligencia”.
Cruz -que ya tiene un unicornio, la proptech Habi, en su portafolio de inversiones- es cauteloso en su pronóstico. “Quizá ahora sea un poquito más difícil que haya más unicornios, claro que va a haber, pero van a ser apuestas seguras porque va a empezar a consolidarse el mercado”, aclara.
Ramos considera que el récord de inversiones en startups que tuvo América Latina el año pasado “sirvió mucho para brindar visibilidad a nivel global de Latinoamérica como región, no solamente de los principales países, sino por ejemplo el listado de dLocal, el exchange de Uruguay”.
Esto muestra que el mercado latino es prometedor más allá de un par de trimestres en que puede haber fluctuaciones en el mercado, asevera Ramos.
Guzmán, que es experto en dar asesoría a startups considera que en estos momentos de crisis incluso estos modelos de negocio pueden ser contracíclicos. “Las startups se comportan de manera muy distinta a las empresas tradicionales e incluso pueden florecer en épocas de crisis; tienen mucho valor por el respaldo tecnológico, lo que les permite operar sin fronteras”, asevera.
El asesor de BlackBox Startup Law predice que los unicornios latinos incluso van a valer más ya que haya una adopción más generalizada de la tecnología en la región.
Cruz, de Maquia Capital, tiene una visión positiva también. “Creo que los unicornios que ha habido hasta ahorita en Latinoamérica escalan de una manera rapidísima. Por ejemplo, Habi ha crecido 105% de enero para acá”, dice, por lo que no ve que haya una burbuja especulativa.
Fischman, de Nazca, agrega que los unicornios que nacieron el año pasado levantaron rondas de inversión de un tamaño relevante, “lo que las lleva a tener una caja suficiente para afrontar los próximos meses y seguir creciendo a un ritmo que las lleve a estar en una mejor situación”.
Ramos reafirma que “los unicornios tienen que crecer para poder justificar esa valuación en los próximos trimestres y poner a trabajar de la manera más eficiente el capital que tienen”. Sólo saldrán victoriosos de la crisis que atraviesa el mundo aquellos unicornios que tienen un valor y potencial de crecimiento real y no uno simulado.
Cárdenas concluye que “solo van a subsistir aquellos que sean realmente eficientes y sustentables en el corto y mediano plazo. Entonces vamos a ver cómo poco a poco algunas empresas se van a ir a la quiebra, posiblemente en unos 18 meses”.