Bloomberg — El líder de WikiLeaks, Julian Assange, debe ser enviado a EE.UU. para enfrentarse a cargos de espionaje criminal, determinó este viernes el gobierno del Reino Unido, dando la razón a los tribunales al oponerse a su larga batalla para evitar la extradición.
La ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, dio su visto bueno al traslado el viernes, después de que un tribunal aprobara la decisión. Assange ha perdido una serie de batallas legales para permanecer en el Reino Unido, pero WikiLeaks dijo que planea apelar la decisión, lo que significa que es poco probable que se suba a un avión pronto.
(Un tuit de Wikileaks con el anuncio de la decisión del Reino Unido y la voluntad de apelar la decisión)
Assange ha estado en prisión o en la embajada ecuatoriana en Londres durante una década, en el marco de su lucha contra los intentos de enviarlo a enfrentar cargos primero en Suecia y luego en Estados Unidos. La decisión del gobierno llega después de que un juez aceptara las garantías de Estados Unidos sobre las condiciones de la cárcel en la que permanecería.
“Los tribunales del Reino Unido no han considerado que la extradición del Sr. Assange sea opresiva, injusta o un abuso del proceso”, dijo un portavoz del Ministerio del Interior en un comunicado.
El caso sueco contra Assange fue retirado, pero el gobierno de Estados Unidos lo acusó bajo las leyes de espionaje por su papel en la publicación de cientos de miles de páginas de documentos clasificados a través de WikiLeaks, con la ayuda de la analista de inteligencia del ejército estadounidense Chelsea Manning.
Assange, nacido en Australia, está en la prisión de alta seguridad de Belmarsh. Sus abogados han indicado previamente que tiene opciones de apelación “incluyendo cuestiones de libertad de expresión y sobre las motivaciones políticas de la solicitud de Estados Unidos”.
“Estaba en las manos de Priti Patel hacer lo correcto”, dijo WikiLeaks en un comunicado. “Hoy no es el final de la lucha. Es sólo el comienzo de una nueva batalla legal”.
Sus partidarios, entre los que se encuentran varios grupos de derechos humanos y de libertad de prensa, han argumentado que la sentencia deja en entredicho la capacidad de los medios de comunicación para informar a partir de fuentes clasificadas. WikiLeaks publicó cables diplomáticos y correos electrónicos que incluían un vídeo en el que se mostraba un ataque aéreo estadounidense que acabó con la vida de un miembro de la redacción de Reuters en Bagdad.