Caracas — Luego de casi diez días en silencio, desde que fue retenido un avión con siglas venezolanas en el aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires, la cancillería en Venezuela emitió un comunicado que lejos de explicar lo ocurrido, solicita más bien explicaciones al gobierno uruguayo por haberle impedido ingresar a ese territorio.
Venezuela rechazó el manejo que dieron las autoridades aeronáuticas en Uruguay al no aceptar el aterrizaje del Boeing 747, lo que calificó de “irresponsable”, debido al poco combustible con el que esta contaba al momento de aterrizar en el país vecino.
“Una vez que aterrizaron, se pudo constatar que la aeronave contaba con tan solo 17.000 litros de combustible, muy por debajo de lo recomendado por el Procedimiento Operacional estandarizado de Emtrasur, el cual está establecido en 20.000 litros”, fue parte del texto oficial.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores en Venezuela se cuestionó que tal decisión pusiera en riesgo a la tripulación, integrada por venezolanos y ciudadanos iraníes, a los que no hizo mención con explicitud.
Se indicó igualmente que el itinerario entre el aeropuerto Internacional de Ezeiza y Montevideo, capital uruguaya, tenía como fin una escala técnica de abastecimiento.
En el avión de la compañía aérea venezolana, Emtrasur, filial de la sancionada Conviasa, viajaban 14 venezolanos y 5 iraníes, a quienes se les han retenido sus pasaportes por las autoridades argentinas mientras se procede con la investigación.
El ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández, ha resaltado en sus declaraciones que uno de los nombres de estos ciudadanos coincide con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria Islámica en Irán.
El ministro de Defensa uruguayo, Javier García, sostuvo días atrás que la decisión de Uruguay obedecía a una información suministrada por el ministro de Interior, Luis Alberto Heber, para no autorizar el ingreso al espacio aéreo.