Montevideo — La economía uruguaya registró durante el primer trimestre de 2022 un crecimiento de 8,3% del Producto Interno Bruto (PIB) en términos interanuales, según el informe de Cuentas Nacionales difundido este jueves por el Banco Central del Uruguay. En términos desestacionalizados, la actividad económica aumentó 0,6% respecto al trimestre inmediato anterior.
El contador Marcos Soto, de Cibils Soto Consultores, señaló a Bloomberg Línea que los motores más relevantes fueron el comercio exterior, la reactivación del gasto de los hogares y la ejecución de inversiones.
El crecimiento en volumen físico de las exportaciones fue del 23,5% interanual en el primer trimestre de 2022, mientras el de las importaciones fue de 16,6%. Por su parte, el gasto de consumo final de los hogares tuvo un aumento de 6,9% en términos interanuales. El incremento de la formación bruta de capital fijo fue de 13,7% y respondió sobre todo a la inversión en maquinaria y equipos como en obras de construcción, indicó el informe oficial.
“Desde el lado de la oferta todos los sectores se mostraron con crecimiento, lo que implica una reactivación sobre todo en el sector de servicios muy golpeados por la pandemia”, dijo Soto. “Hay un crecimiento versus el primer trimestre de 2021 condicionado por una base baja”, puntualizó.
Martín Alesina, del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), también coincidió al señalar el impulso de una mayor demanda externa, los proyectos de inversión y “la diferencia de la temporada turística”. “En 2022 tuvimos una temporada de fronteras abiertas, lo que no había pasado en 2021. Solo ese factor ya es muy importante”, afirmó en diálogo con Bloomberg Línea.
El economista Aldo Lema señaló a través de su cuenta de Twitter que el crecimiento estuvo “en línea con lo esperado”, aunque “afectado negativamente” por la caída del valor agregado de Electricidad, Gas y Agua, que cayó 0,5 en términos interanuales.
Los sectores
Desde el enfoque de la demanda, hubo crecimiento de la mayoría de los sectores pero se destacaron por su incidencia la categoría compuesta por salud, educación, actividades inmobiliarias y otros servicios, señaló el informe de Cuentas Nacionales. La variación para este sector fue del 10,7%. Mientras, el transporte, almacenamiento, información y comunicaciones tuvo un crecimiento de 14,4% y la construcción de 11,2%.
El comercio y alojamiento tuvo un incremento de 9,1%. Por su parte, el agro creció un 3,6%, y los servicios financieros un 3,4%. Las industrias manufactureras, en tanto, tuvieron un crecimiento de 6,4% en relación al mismo trimestre del año anterior.
“El agro venía con una base alta de comparación, pero es un factor muy importante y siguió empujando. Y la industria manufacturera también, que tampoco venía de tan malos niveles. Los motores siguieron andando, y se sumó el turismo y estuvo fuerte la construcción”, resumió Alesina.
Las proyecciones
El economista de Ceres dijo que se puede pensar en un crecimiento para 2022 de entre 4% y 5% del PIB. “La actividad a finales de 2021 quedó en un lugar elevado que solamente de mantenerlo tenés entre un 3% y 4$ de crecimiento. Eso sumado a que se va a dar un crecimiento, como pasó en el primer trimestre del año”, afirmó.
Lema señaló por su parte que la economía uruguaya “sigue encaminada a promediar un crecimiento en torno a 5%”, incidido por el arrastre de 2021.
En cuanto al segundo semestre, Alesina afirmó que el Índice Líder de Ceres, un indicador adelantado del nivel de actividad, muestra que “la tendencia de la actividad sigue al alza en abril y mayo”, aunque se debe “prestar atención” al nivel de consumo condicionado por una pérdida del salario real ante el avance de la inflación.
“La economía sigue con tendencia alcista. La actividad del agro estuvo fuerte, la temporada de soja fue histórica casi en ingreso, y eso tiene un derrame bastante grande. Eso sumado a que siguió aumentando el transporte y hay perspectivas de que los cultivos de invierno sean buenos”, afirmó. De todos modos advirtió que “el consumo no está en su mejor momento”.
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