Para la OCDE, el “grueso” de la inflación en Argentina se debe al “financiamiento monetario del déficit”

Jens Arnold, economista jefe de la OCDE para Brasil y Argentina, dialogó con Bloomberg Línea y dijo que el nuevo programa con el FMI es cumplible para el país

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Buenos Aires — Para Jens Arnold, economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para Brasil y Argentina, el principal motor que ha impulsado la inercia inflacionaria en Argentina ha sido la emisión monetaria para el financiamiento del déficit fiscal.

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En conversación con Bloomberg Línea, subraya que “el grueso” de la inflación “tan, tan” alta del país se puede atribuir a razones domésticas, y entre ellas aparecen los “fuertes desequilibrios macroeconómicos que no tienen mucho que ver con la pandemia”, sino que venían “de larga data”.

“En Argentina, yo diría que el grueso de la inflación se debe a razones domésticas. Es decir, el financiamiento monetario del déficit fiscal”.

Jens Arnold, economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para Brasil y Argentina

A pesar de las adversidades que enfrenta el Gobierno de Alberto Fernández en materia económica –en los últimos días tuvo que lidiar con el derrumbe de los bonos en pesos vinculados a la inflación y la disparada de los dólares paralelos– por el momento, Arnold, que trabaja en la sede central de la OCDE en Paris, no ve mayores inconvenientes para la Argentina a la hora de cumplir con el grueso del programa con el FMI.

En ese sentido, considera que “ya este año” habrá “una reducción importante del financiamiento monetario”, algo que ve como “un elemento muy positivo”.

La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.

¿Cómo interpreta la aparente contradicción de que Argentina esté entre los tres países que más crecen en la región este año, y su altísimo nivel de inflación y la erosión del poder adquisitivo?

Argentina tiene fuertes desequilibrios macroeconómicos que no tienen mucho que ver con la pandemia, que ya existen de larga data. Tiene un déficit fiscal fuerte desde hace mucho tiempo que en gran parte se financiaba con emisión monetaria y eso explica por qué Argentina tiene un nivel de inflación del 58%. En Argentina el efecto de los precios de energía, por ejemplo, no se ven tanto en la inflación porque no se trasladan a precios para los consumidores locales, sino que tienen un efecto sobre las cuentas fiscales, porque Argentina tiene fuertes subsidios energéticos superiores al 3% PIB. Eso de cierto modo aumenta las vulnerabilidades que ya están a raíz de los desequilibrios macroeconómicos. En Argentina, yo diría que el grueso de la inflación se debe a razones domésticas. Es decir, el financiamiento monetario del déficit fiscal. En Argentina también este crecimiento tiene que ver justamente con la recuperación. Fue una economía muy golpeada por la pandemia, que tuvo efectos bastante prolongados y ahora se ve una recuperación. Las consecuencias de esto todavía se reflejan en los resultados PIB, pero por otro lado es cierto que, si bien los salarios están aumentando bastante en términos nominales, en términos reales no es el caso, debido a esta esta inflación tan, tan elevada. Más bien gran parte de los asalariados estuvieron perdiendo un poco de poder de compra real en los últimos años. Entonces, es cierto que el crecimiento del PIB no es lo mismo que el bienestar de todos los argentinos. Son dos puntos que no necesariamente tienen que coincidir siempre.

¿Cree que Argentina podrá cumplir con las tres metas anuales y vinculantes del nuevo programa con el FMI?

Para empezar, este acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es un gran avance, porque despeja bastante la incertidumbre que teníamos antes sobre la conducción de las políticas macroeconómicas. El hecho de que tengamos hoy en día metas cuantitativas donde sabemos un poco lo que va a pasar, eso ya ayuda un montón. Después, siempre hay riesgos alrededor de las metas que uno se fija. Por ahora no estoy viendo nada que me haga pensar que el programa en su grueso no será cumplido. Este ajuste fiscal se tiene que hacer. Si bien se hace en el marco de un programa del Fondo Monetario, de manera relativamente gradual, hay un importante ajuste en este programa, incluso, hay límites explícitos sobre la cantidad de dinero transferido del Banco Central al Tesoro. Eso es el financiamiento monetario, que es una de las grandes presiones inflacionarias que existen en Argentina. Limitar esto tiene todo el sentido del mundo. Ya este año es una reducción importante del financiamiento monetario y eso me parece que es un elemento muy positivo.

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