Guatemala — Definir a las Fintech en un solo concepto es complejo, pero no su razón de ser, y es que estas nuevas iniciativas tratan de buscar diferentes objetivos como ofrecer nuevos servicios financieros, añadir valor sobre los actuales, eliminar a los intermediarios en productos financieros que puedan ofrecerse persona a persona, envío de remesas, entre otros.
En resumen: permitir un mayor acceso a servicios financieros, o una mayor transparencia de la oferta, utilizando la tecnología para brindar mejores soluciones.
Por ejemplo y según datos de la Asociación Fintech de Guatemala (AFG) existen 47 emprendimientos en ese sector en el país, un 21% de startups concentradas en la vertical de billeteras móviles y remesas, el 19% en pasarelas de pago y el 19% en crédito digital (59% en total). El otro 41% se ubica en otras áreas del ecosistema.
Según la AFG la industria se perfila con un fuerte crecimiento, constituyendo la principal categoría de unicornios a nivel global (empresas valoradas en más de US$1.000 millones), representando a un 17% de las organizaciones identificadas en esta categoría en el último estudio de CB Insights.
Una de esas 47 fintech guatemaltecas es la que lidera Luis Gómez Portillo, fundador de Paggo, que ayuda a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) a poder recibir pagos digitales por medios de links de paggo, códigos QR y mPOS sin rentas o mensualidades.
Recientemente, concluyó una ronda de inversión (pre-semilla) y logró captar US$600 mil a través de ángeles inversionistas localizados en Guatemala, Estados Unidos y Panamá; y esperan levantar una ronda semilla Serie A y consecuentes en el corto plazo.
Una región con necesidades en común
Desde que se graduó de la Universidad de Tulane, Nueva Orleans, Estados Unidos, Gómez trabajó un tiempo en fondos de inversión, más que todo en mercados de capital, enfocado en el sector bancario. Después, de ese aprendizaje regresa a Centroamérica para analizar alguna idea enfocada en el sector de tecnología financiera.
En ese transcurso laboró por varios años en la firma Ernst & Young (EY), donde ocupó puestos en dos divisiones, luego se mudó a Costa Rica para trabajar en Moody’s Analytics, siempre en temas de mercados de capital con un equipo en Nueva York.
Fue en ese último lugar, cuando analizó las necesidades financieras en la región y al haber vivido ya en tres países (Honduras, Guatemala y Costa Rica) observó que tienen un problema en común: Falta de educación financiera e inclusión bancaria.
Luis Gómez Portillo fundador de Paggo conversó con Bloomberg Línea. A continuación, le presentamos la entrevista.
BL: ¿Cómo surgió la idea de fundar una Fintech y por qué enfocada a medios de pagos digitales?
Gómez: Todo empezó con la pandemia del Covid-19 y la forma en como golpeó a las mipymes, porque considero que son el motor económico que puede sacar adelante a Centroamérica.
Como países individuales en Centroamérica, no somos atractivos ni para inversión extranjera ni para levantar un proyecto financiero. Entonces siempre he visto a la región como una sola.
Durante lo más difícil de la crisis sanitaria las pymes se quedaron sin liquidez, no sabían lo que era liquidez y no podían ir a un banco porque no tenían un récord crediticio en la banca tradicional.
Cuando los pequeños empresarios van a un banco les solicitan los estados financieros de los últimos tres años, y un emprendedor o una pyme en nuestros países con suerte saben que es un estado financiero, no digamos para tener los registros de los últimos tres años. Entonces, esa fue una de las razones por las que empezamos a madurar la idea.
Entrevistamos entre 50 y 100 emprendedores y pymes para conocer cuáles eran los retos previos y durante la pandemia; y qué necesitaban para recuperarse.
BL: ¿Cuáles fueron los hallazgos más importantes de esas entrevistas?
Gómez: Lo que encontramos fue deficiencia en conocimientos de educación financiera, no sabían que es un estado de resultados o de contabilidad, finanzas, notamos que estaban dentro del sistema financiero manejando una cuenta bancaria, pero nada más, porque no tienen línea de crédito o un préstamo.
Entonces la primera idea fue cómo nosotros ordenamos a la pyme para que las finanzas no sean un dolor de cabeza más, sino que ellos se dediquen únicamente a su negocio, y a vender.
Entonces creamos un software que automatiza la contabilidad, los estados financieros y un control de inventario.
Desde la compra/venta se puede automatizar los estados financieros, los estados de resultados, balance general, KPI´S financieros, esto ayuda a hacer alianzas con los bancos, y puedan hacer el análisis de crédito en segundos, dado que todo está automatizado dentro de la plataforma.
Después, el propio mercado nos empezó a preguntar por puntos de ventas y notamos que en Guatemala existe un mercado muy peculiar porque no hay muchas opciones. Entonces es muy difícil llegar a las pymes que están desatendidas y por ahí empezamos el camino a brindar un servicio que sea fácil de usar, donde el arranque no sea de meses, sino que sea de días y que el comercio empiece a facturar o a recibir un medio de pago de forma fácil y rápida.
Tocamos puertas con las marcas Visa y Mastercard, y logramos los contratos de procesamiento, ya podemos ahorita transaccionar pagos con tarjeta no presente (e-commerce); y ahora estamos en proceso de certificación de tarjeta presente, que son los POS, pero, la tecnología es nuestra (in-house).
BL: ¿Cómo se han financiado y a cuánto ascendió la ronda de inversión?
Gómez: Al principio fue con fondos propios porque sabíamos lo difícil que es el levantamiento de capital con tal solo una idea y conocíamos parte de los retos que viven los emprendedores.
Entonces, al principio nosotros creamos un prototipo con nuestros propios fondos donde sabíamos que podía funcionar y empezamos a levantar el capital con un prototipo funcional.
Al día de hoy cerramos una ronda de US$600.000 mil una ronda con inversionistas de Guatemala, Panamá y de Estados Unidos. Esperamos seguir con más rondas de levantamiento de capital.
BL: ¿Qué otros fondos de capital hay en la región?
Gómez: En Centroamérica tenemos cuatro fondos grandes, en el caso de Guatemala uno que se llama Invariantes, que ahorita está levantando fondos, otro en Costa Rica llamado Carao, Innogen en El Salvador y otro que se llama Amador Holdings en Panamá.
Estos son fondos de inversión de riesgo donde apuestan por un crecimiento del 10x de la inversión y como en la región es muy difícil encontrar una empresa que vaya a ser unicornio (por el tamaño del mercado) las inversiones las hacen en México, Brasil y otros mercados más grandes.
BL: ¿Cuándo lanzarán sus propios POS?
Gómez: Somos la primera fintech en la región en certificar sus propios POS o terminales de pago con las marcas y lanzarlos en un país de Centroamérica. Nosotros creemos en ayudar a la pyme y no será el primero y tampoco el único servicio financiero que vamos a ofrecer, sino que después de esto vienen varios servicios financieros verticales para poder ayudar a la pyme o empezar a acercarles el acceso a la banca tradicional.
BL: ¿Quiénes son los clientes de Paggo?
Gómez: Más que todo, tenemos pymes y emprendedores, son pequeños contribuyentes en Guatemala que pueden facturar un tope de Q150.000 quetzales al año, y otras que están facturando en promedio 250.000 quetzales al mes. Entonces son más que todo son pequeños contribuyentes, pequeñas empresas y microempresas.
El 60% de emprendedores son hombres y 40% son mujeres. Además, un dato interesante también, es que el 70% de los clientes son clientes nuevos, es decir, que nunca han aceptado un medio de pago. Es la primera vez que ellos aceptan un medio de pago y a esto viene la inclusión financiera.
El 90% lo tiene la Ciudad de Guatemala, seguido por Chimaltenango y Quetzaltenango.
BL: ¿Analizan expandirse a otros países de la región?
Gómez: Hoy únicamente estamos en Guatemala y esperamos en el cuarto trimestre de 2022 lanzar Paggo en Honduras.
BL: ¿Cuál es el acercamiento y los requisitos mínimos que solicitan a los clientes de Paggo?
Gómez: Hay dos temas importantes, porque los medios de pago no están regulados en Guatemala, y estamos luchando por abrir ese camino, por lo tanto, estamos usando un KYC (Know Your Customer) de banca.
Sí es un pequeño contribuyente, le solicitamos el RTU, copia del DPI, no se piden ni patentes ni de comercio, ahora si es una Sociedad Anónima sí se le piden las patentes de comercio, la representación legal, constitución de la empresa, para cumplir con los requerimientos legales.
Pero, todo se hace desde la aplicación y desde ahí se puede hacer el 75% del proceso, y de ahí se completa el trámite.
Estamos trabajando en un nuevo KYC (Know Your Customer) con CAPS (Client Assistance Program) y esperamos tenerlo para el cuarto trimestre del presente año donde podremos poner CAPS.
BL: ¿En qué consisten esos CAPS y por qué son importantes?
Gómez: El gran problema que están teniendo los emprendedores es con la retención del IVA (no quieren pagar impuestos), el Pequeño Contribuyente Electrónico del 4% no retiene IVA, y les podríamos ofrecer un CAP de Q5.000 quetzales o Q6.000 quetzales al mes, donde uno no necesita mucho KYC, y que puede instantáneamente el bajar la aplicación ya puede empezar a transaccionar, pero sí con CAPS mensuales.
Si uno quiere pues tener CAPS más grandes de transacciones en montos, sí tienen que cumplir un KYC más extenso.
Son cosas nuevas que hemos estado trabajando en mercados con poca inclusión financiera y otra cosa tan importante es que conseguimos una comisión baja con las marcas para los pequeños contribuyentes, es decir, tenemos una comisión flat del 3.5% a los pequeños contribuyentes, es un gran logro también para el pequeño comercio que ya no tiene que pagar 5 o 6% de comisión.
BL: Si depende del tamaño de la empresa ¿Cuál es la comisión?
Gómez: Esa es otra de las cosas que nosotros vimos como barrera porque otras aplicaciones cobran una suscripción mensual. Sin embargo, pensamos que con la tecnología se puede automatizar casi que el 100% de las operaciones. Entonces, nosotros no cobramos absolutamente nada, ni por bajar la aplicación, ni por suscripciones, ni por rentas mensuales.
Únicamente cobramos lo que es la comisión por el procesamiento de pago, se les llama MCC’s Merchant Cateory Codes, son códigos hechos por las marcas para diferenciar las industrias y subindustrias, hay más o menos 175 en toda la región, y va a depender del tipo de industria, por lo tanto, la comisión depende mucho de la industria donde está el comercio.
Hay otras fintech que sí cobran por facturación, pero, aquí el propósito es incentivar la inclusión financiera y brindarle un medio de pago al sector informal, pero las comisiones dependen mucho de las marcas y los bancos adquirentes.