La apuesta de Bukele por el bitcoin agrava los problemas de deuda en El Salvador

En el año transcurrido desde que El Salvador aprobó al bitcoin como moneda de curso legal, la nación ha perdido casi US$56 millones en su apuesta por el activo

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Bloomberg — El enorme desplome del bitcoin (BTC), que ha eliminado dos tercios de su valor, está exacerbando la crisis de la deuda en el país más amigable con las criptomonedas del mundo.

En el año transcurrido desde que El Salvador aprobó al bitcoin como moneda de curso legal, la nación ha perdido casi US$56 millones en su apuesta por el activo digital, según cálculos de Bloomberg. Eso puede no parecer mucho, pero para un país con problemas financieros como El Salvador, todo cuenta.

Las pérdidas representan ahora más de la mitad de lo que el gobierno del presidente Nayib Bukele gastó para comprar los 2.301 tokens divulgados a través de anuncios en Twitter. La criptomoneda se desplomó por novena sesión consecutiva el miércoles, en lo que representa su mayor racha de pérdidas desde 2014. Aun así, la magnitud de la caída no parece haber disuadido al presidente Nayib Bukele, que insinuó en un tuit el martes que podría representar una oportunidad de compra.

Según los tuits del presidente, la nación compró por última vez 500 bitcoin hace poco más de un mes.

Ello pone de relieve un importante riesgo para los inversionistas en la deuda de la nación centroamericana, que se ha visto afectada por las preocupaciones que rodean a un amplio déficit fiscal y a un bono de US$800 millones que vence en enero. La deuda en dólares de El Salvador es la de peor rendimiento de América Latina este año. La nación está teniendo dificultades para conseguir nueva financiación a través de un bono vinculado a bitcoin.

La preocupación por la capacidad de la nación para obtener la financiación que necesita para refinanciar las deudas inminentes llevó a S&P Global Ratings a rebajar la calificación de la nación a CCC+ este mes, una medida que la situó al mismo nivel que Ucrania y Argentina.

Con la asistencia de Aline Oyamada.

Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.