Empresarios piden parar las protestas en Ecuador y evitar más pérdidas

Cifras provisionales revelan que el sector productivo pierde US$ 3,2 millones por cada día de paralización. Los gremios llaman a priorizar “la paz social”

El Comité Empresarial Ecuatoriano hizo un llamado a la paz social.
15 de junio, 2022 | 05:00 AM

QUITO — Los gremios empresariales del país rechazan las protestas y llaman a los manifestantes a deponer la medida de hecho que va por su tercer día consecutivo y que ocasiona pérdidas productivas por US$ 3,2 millones diarios, según cálculos provisionales. El Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) exhortó a quienes lideran el paro nacional a priorizar “la paz social”.

“Por eso llamamos a la paz social y que se enmienden las acciones. Estamos reactivándonos luego de la pandemia, tratando de salir adelante, y lo peor que le puede pasar al país es que internamente saboteemos el crecimiento económico que tanto queremos”, dijo el presidente del CEE, Miguel Ángel González ayer en una rueda de prensa.

Asimismo, el presidente de la Federación Nacional de Exportadores (Fedexpor), Felipe Ribadeneira, explicó que en este momento el país se encuentra con serios problemas en la producción de flores, de tablas de madera, de brócoli, de frutas, de hortalizas “y creo que Ecuador no está en la condición de perder ni un solo dólar de exportación”.

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TEMOR A REPETIR UN OCTUBRE 2019

Por ello consideran que la paralización no puede continuar, pues a medida de que avanzan los días, las pérdidas empezarán a sumar millones de dólares y el temor es que lo ocurrido en octubre de 2019 se repita.

Ese año, una movilización similar dejó más de US$ 800 millones en pérdidas económicas, según un estudio que realizó el BID tras lo ocurrido. En esa época, las mismas organizaciones indígenas y otras más tenían pedidos similares a los actuales, especialmente relacionados con la reducción del costo de los combustibles.

Según el CEE, en ese momento se registraron pérdidas por US$ 50 millones diarios en ventas para el sector productivo, sin contar los bienes públicos y privados que sufrieron daños por las protestas. “Esperemos que algo así no pase de nuevo”, añadió González.

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LOS MÁS AFECTADOS, LOS TRABAJADORES

Uno de los sectores que tiene más claro el panorama es el florícola. Según su dirigente, Alejandro Martínez, la afectación diaria para las flores “es de más o menos US$ 2 millones que no se exportan, que se pierden, porque es un producto que no se puede reutilizar”, comentó.

Al respecto, Ribadeneira añadió que la preocupación central de los gremios “está sobre las vidas humanas, sobre la salud de quienes trabajan en el sector de floricultura y la agricultura”, pues “más allá de las cifras tenemos que preocuparnos de la parte humana”.

En ese sentido, creen que si bien las empresas resultarán afectadas, los más golpeados serán los obreros y trabajadores que viven del día a día y que han tenido que cerrar sus negocios o dejar de trabajar para evitar ser víctimas de la violencia registrada. “Esos son empleos de la gente del día, que no puede cuantificar los daños, que si no vendió hoy, no comió, y eso es lo que se está generando”, señaló José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura.

“Una cosa es lo que podamos proyectar, ¿pero qué sucede con el dueño de esa tienda que ya tuvo que cerrar y salir corriendo a su casa por precaución? Esas son otras cifras que no las podemos documentar aún”, cuestionó Camposano.

Además, a decir de Martínez, la protesta dejó de ser una manifestación cuando cerraron la primera vía, pues “si bien la Constitución determina que la protesta es legal, también determina que la libre circulación de las personas es un derecho”. Por ejemplo, debido a las vías bloqueadas, los camiones que trasladaban flores desde el norte del país hicieron trayectos de alrededor de 15 horas en un recorrido que habitualmente es de tres.

Aunque los dirigentes empresariales evitaron dar más cifras sobre las afectaciones a los distintos sectores, prevén tener en el transcurso del día una mejor aproximación de las pérdidas que dejará la movilización que aún no tiene un fin cercano.