Bloomberg — El suministro mundial de petróleo tendrá dificultades para satisfacer la creciente demanda el próximo año, lo que implica que los consumidores seguirán enfrentándose a mercados de combustible ajustados, dijo la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su primera evaluación del año entrante.
Un repunte de la economía china impulsará el consumo, mientras que sanciones más estrictas a Rusia reducirán la producción de petróleo, pronosticó la agencia en su informe mensual. La coalición de productores OPEP+ necesitaría hacer uso de toda su capacidad de producción sobrante y llevarla a niveles históricamente bajos para satisfacer la demanda, dijo.
Las proyecciones de la AIE sugieren pocas perspectivas de alivio para los hogares debido a los altos precios de la energía. El crudo ha subido más de 50% este año para cotizar cerca de US$120 por barril en Londres, al tiempo que los suministros no logran satisfacer el repunte en la demanda de combustible posterior a la pandemia.
La inflación está golpeando la economía global, aumentando las expectativas de fuertes subidas de tasas de interés por parte de los bancos centrales, así como una posible recesión. La urgencia política de abordar el problema quedó subrayada por el anuncio del martes de que el presidente Joe Biden viajará a Arabia Saudita el próximo mes en un esfuerzo por estabilizar las relaciones con el mayor exportador de crudo del mundo.
Limitantes a la capacidad
“El suministro mundial petróleo puede tener dificultades para mantener el ritmo de la demanda el próximo año, ya que sanciones más estrictas obligan a Rusia a cerrar más pozos y varios productores se enfrentan a limitaciones de capacidad”, dijo el miércoles la AIE, con sede en París.
Se prevé que el crecimiento de la demanda mundial se acelere a 2,2 millones de barriles por día en 2023, mientras que los suministros fuera de la OPEP+ se expandirán en 1,9 millones por día. El consumo mundial promediará 101,6 millones de barriles por día, superando los niveles previos a la pandemia, dijo la AIE.
La producción rusa se verá sometida a una fuerte presión a medida que entre en vigor un embargo parcial de la Unión Europea, cayendo en 3 millones de barriles por día a principios del próximo año para llegar a 8,7 millones por día, dijo la agencia. Aún así, la AIE señaló que la producción del país hasta ahora ha demostrado ser sorprendentemente resistente, aumentando en mayo a pesar de sus predicciones iniciales de una fuerte caída.
Para tratar de mantener el mercado en equilibrio el próximo año, la OPEP y sus socios tendrían que abrir aún más los grifos. Pero las reservas de producción ociosa de la coalición ya están agotadas y en gran parte confinadas a los pesos pesados de Medio Oriente, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Para fines de 2023, la capacidad disponible del grupo podría caer a un mínimo histórico de solo 1,5 millones de barriles por día, dijo la AIE.
“El mercado estaría llegando cerca de su límite”, dijo Toril Bosoni, jefe de la división de mercados e industria de la AIE, en una entrevista con Bloomberg Television. “A medida que avanzamos hacia 2023, cuando la OPEP+ se enfrenta a sus limitaciones de capacidad, la demanda de petróleo recupera, especialmente para China”.
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