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El tema de los despidos pasó de ser un temor entre las startups en Colombia a una realidad de la que pocos quieren hablar, pero a la que algunos fundadores y ejecutivos en el país le han puesto el pecho en aras de la claridad con sus empleados.
Acorde a la tendencia global, las startups en Colombia no han sido ajenas a la falta de capital y a las presiones que ha traído consigo la reactivación económica global, lo que se ha traducido en acciones concretas para cuidar sus finanzas.
Con una economía global que se está recalentando, el fenómeno de los despidos toca a las startups en diferentes partes del mundo en medio de un panorama de menor capital de riesgo disponible.
Según confirmaron dos exempleados a Bloomberg Línea, la compañía de tecnología financiera Addi despidió recientemente a varios trabajadores; sin embargo, a una consulta de este medio la compañía no confirmó la cifra exacta. Los extrabajadores se refirieron a un despido masivo.
Este es solo uno de los diversos casos de startups en Colombia que han tenido que ir ajustando su estructura a los desafíos actuales del ecosistema, una situación similar a la que vive por estos días la plataforma de empleo Hunty, que también tuvo que prescindir de unos 30 empleados hace pocos días.
Estos casos se suman a una larga lista de startups en Latinoamérica que adelantan algún plan de despidos como es el caso de las firmas brasileñas Vtex, 2TM, QuintoAndar, Loft, Facily y Creditas; o la mexicana Bitso y la argentina Buenbit.
Hunty tuvo que prescindir de trabajadores en medio de esta ola global después de tomar medidas internas como cortar gastos en mercadeo, ventas, oficinas e incluso los salarios de los mismos fundadores para sacar la menor cantidad de personas posible, entendiendo que tenían que seguir adaptándose a la realidad del mercado actual y seguir creciendo.
“Cada persona que salió de Hunty entró a nuestro programa para ayudarles a conseguir empleo sin cobrarles. Nuestro compromiso con la gente es real, obviamente estos temas son muy difíciles de manejar porque no hay decisión fácil, ni decisión buena, al final uno piensa en lo que le convenga a la compañía”, dijo a Bloomberg Línea el fundador de la empresa, Sebastián Caro.
El ejecutivo explicó que no solo a los exempleados de Hunty les están ayudando a conseguir un trabajo, sino también a aquellos que han sido despedidos de otras startups en el país en medio de esta ola que ya tiene sus efectos directos.
Los despidos se realizaron el pasado 2 de junio y entre las principales razones está salvaguardar a la compañía en un momento en el que está cerca de su punto de rentabilidad y alcanzar una nueva ronda de financiación, según Caro.
“Hoy nos estamos enfrentando a una coyuntura que es bien interesante, en la que hay que adaptarse muy rápidamente, porque veníamos de un mundo en el que la plata era prácticamente gratuita, se podía salir a levantar capital y se priorizaba más crecer que la eficiencia. Y hoy en día, cuando uno se pone analizar lo que pasó en el año 2000 con la burbuja de las .com, o lo que pasó en el 2008, aquellas compañías que terminaron ganando de verdad en el juego fueron las que se adaptaron más rápido y buscaron crecer conscientemente y con rentabilidad”, agregó.
Y aunque desde Hunty aseguran que las rondas de inversión en la actualidad se demoran en completar hasta 2,5 veces más que en el pasado, Sebastián Caro confía en que “siempre habrá capital para las buenas empresas”, así que espera que estas decisiones difíciles les ayuden a prolongar su existencia y seguir contribuyendo con la empleabilidad.
El año pasado la compañía cerró una ronda de inversión semilla por US$6 millones que le permitiría seguir combatiendo el desempleo en Latinoamérica a través de su plataforma. Durante su primer año de operación, la compañía, que antes era conocida como Worki, ayudó a más de 2.000 personas a conseguir empleo.
Con la inversión obtenida el año pasado buscaban principalmente consolidarse en Colombia y expandir la operación en México.
En el caso de la colombiana Addi los despidos se producen luego de que la fintech levantara el año pasado US$200 millones en deuda y capital, con lo que alcanzó una valuación por encima de los US$700 millones.
La compañía inició operaciones en Brasil en febrero del 2021 y este año proyectaba su llegada a México, pero finalmente esta no se ha concretado.
Addi, cofundada a finales de 2018 por los colombianos Santiago Suárez, Daniel Vallejo y Elmer Ortega, alcanzó a finales de 2021 más de 500.000 clientes y 1.000 minoristas que utilizaban su sistema de procesamiento de pagos.
“Dada la situación económica global, en Addi implementamos un programa de retiro de mutuo acuerdo con nuestros colegas salientes, el cual lo hicimos acorde a nuestros valores y principios”, confirmó a Bloomberg Línea el CEO de la compañía, Santiago Suárez.
Este programa “incluyó un componente importante de apoyo económico y profesional a nuestros colegas salientes, con quienes estamos supremamente agradecidos y deseamos la mejor de la suerte en sus siguientes retos profesionales”, afirmó.
El despido obedeció, según la empresa, a un reenfoque en las prioridades estratégicas de Addi.
El ejecutivo reiteró que la empresa cuenta con la solidez de caja y de patrimonio, así como el apoyo de sus inversionistas. “En Addi seguimos trabajando para consolidarnos como la empresa líder de BNPL en América Latina”, aseguró.
Cierres de operaciones
Además de la empleabilidad, la situación actual del ecosistema de startups se refleja en los planes de expansión de las compañías y su operación en otros mercados fuera de Colombia.
La startup colombiana para ferreterías Tul cerró sus operaciones en Ecuador, a pesar de haber obtenido US$181 millones en una ronda de inversión Serie B que le permitiría expandirse en ese mercado y en Brasil, en donde ya tiene operaciones, confirmaron a Bloomberg Línea fuentes cercanas a la compañía.
“Nos duele tomar esta decisión, pero hoy nos enfrentamos a una nueva realidad de tener que buscar mayores eficiencias y enfocarnos en otros mercados para poder continuar”, dijo Enrique Villamarin Lafaurie, cofundador y CEO de Tul.
Asimismo, en línea con la tendencia global de la ola de despidos, una fuente cercana al asunto confirmó a este medio que se habrían presentado varios ceses en Tul, aunque no confirmó un número exacto.
La empresa dijo en un comunicado que “además de respaldar a sus empleados con el reconocimiento del pago que por ley corresponde en Ecuador, pagará incluso a personal con contrato especial emergente y que superó el periodo de prueba 3 meses como bonificación. También creó un grupo de apoyo para reubicar al personal que salió de la empresa”.
En día pasados Bloomberg Línea informó que la empresa de delivery colombiana Merqueo cerró sus operaciones en México y su plataforma ya no está disponible para realizar pedidos en ese país en medio del complejo panorama para las startups en Latinoamérica.
Las oficinas de comunicaciones de Merqueo en Colombia y México confirmaron que la aplicación se cerró el 8 de junio, pero dijeron no contar con más información sobre las razones.
La principal dark store de Merqueo en México cuenta con una extensión de 1.200 metros cuadrados y está ubicada en la zona de Coltongo de la capital mexicana, muy cerca de las plantas industriales de otras compañías como Bimbo y FEMSA.
Esta infraestructura contaba con 100 empleados, según informó la empresa el pasado abril.
Tras divulgarse este hecho, el fundador y CEO del supermercado virtual Jüsto, Ricardo Weder, lamentó lo ocurrido con su competidor en México e invitó a los colaboradores de Merqueo a aplicar a las vacantes de su empresa.
En medio del invierno de las startups en Latinoamérica y la ola de despidos, la actividad de Venture Capital presenta una ralentización en cuanto al valor de las operaciones, aunque el número de estas progresó en lo corrido del año hasta mayo.
Latinoamérica completó 423 operaciones de Venture Capital por unos US$4.860 millones en lo corrido del año hasta mayo, lo que supuso una caída del 22% en el importe de las mismas en términos interanuales, según información de TTR (Transactional Track Record) y Datasite.
En el segmento de Venture Capital se han contabilizado hasta el quinto mes del año un total de 423 operaciones, lo que significó una variación positiva del 9% en el número de transacciones.
Marcela Chacón Sierra, vocera institucional de TTR, dijo a Bloomberg Línea que “el entorno de incertidumbre actual ha generado que pequeñas empresas sean el objetivo de inversores con gran músculo financiero que puedan aprovechar esta coyuntura para cerrar deals con un importe menor al que se podía reflejar en períodos anteriores”.