Reino Unido presenta una iniciativa que anularía partes del brexit

El proyecto de ley busca otorgar poderes al Reino Unido para reescribir unilateralmente la mayor parte del protocolo de Irlanda del Norte

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Bloomberg — El Reino Unido presentó este lunes una legislación para anular partes del acuerdo posterior al brexit que firmó con la Unión Europea, arriesgándose de esta manera a una guerra comercial con el bloque y enfrentando al primer ministro, Boris Johnson, contra opositores a la medida dentro de su propio partido.

El proyecto de ley busca otorgar poderes al Reino Unido para reescribir unilateralmente la mayor parte del protocolo de Irlanda del Norte, que mantuvo a la región en el mercado único de la UE después del brexit, creando una frontera aduanera con Gran Bretaña continental. De aprobarse, la ley permitiría a los ministros eliminar el marco regulatorio que ambas partes acordaron en 2019 y reemplazarlo con nuevas reglas sobre controles aduaneros, impuestos y arbitraje.

“Esta es una solución práctica y razonable a los problemas que enfrenta Irlanda del Norte”, dijo la secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, en un comunicado. “Salvaguardará el mercado único de la UE y garantizará que no haya una frontera dura en la isla de Irlanda”.

La medida corre el riesgo de crear tensiones con la UE dos años y medio después de que el Reino Unido abandonara el bloque, y llega justo al tiempo que un enfoque coordinado con respecto a Rusia luego de su invasión a Ucrania los uniera nuevamente.

Además, expone a la Administración de Johnson a acusaciones de que está infringiendo el derecho internacional, y también amenaza con profundizar las divisiones dentro del Partido Conservador sobre el ema solo una semana después de que el primer ministro superara una moción de censura en la que más del 40% de sus parlamentarios votaron en contra suya.

El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo en su comunicado que los planes son “consistentes con el derecho internacional” y tienen como objetivo proteger el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998 en Irlanda del Norte.

Potenciales represalias de la UE

Se espera que la legislación despierte la ira en Bruselas, donde la Comisión Europea podría descongelar los procedimientos de infracción, que quedaron suspendidos durante las negociaciones sobre cómo funciona el protocolo. Eso podría conducir en última instancia a la imposición de sanciones financieras al Reino Unido. La UE también podría suspender su acuerdo comercial con Gran Bretaña, detener el acceso privilegiado que tienen las empresas británicas al mercado único y detener las conversaciones sobre el estatus de Gibraltar, según una persona familiarizada con el asunto.

El proyecto de ley contiene una disposición para ser reemplazado por un acuerdo negociado, en caso de que se llegue a un acuerdo con la UE. “Mientras tanto, la grave situación en Irlanda del Norte significa que no podemos permitir que la situación se desvíe”, dijo Truss.

Esto es lo que el proyecto de ley pretende hacer:

  • Introducir canales comerciales verdes y rojos, separando los bienes que fluyen entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte de los bienes destinados a la UE.
  • Permitir que las empresas de Irlanda del Norte elijan si siguen los estándares del Reino Unido o de la UE, o ambos, para las mercancías.
  • Extender los controles de subsidios y exenciones fiscales del Reino Unido, incluidos los cambios en el impuesto al valor agregado a Irlanda del Norte
  • Despojar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea de su papel en la resolución de disputas sobre el acuerdo brexit en la región, permitiendo en su lugar un panel de arbitraje independiente para supervisar los asuntos legales.

El gobierno de Johnson argumenta que el acuerdo actual amenaza el acuerdo de paz en Irlanda porque el Partido Unionista Democrático se niega a participar en el poder ejecutivo compartido de Irlanda del Norte hasta que se cambie el protocolo, bloqueando efectivamente la formación de un nuevo gobierno regional.

Truss describió este lunes su plan en una llamada telefónica con su homólogo irlandés, Simón Coveney. Durante la llamada de 12 minutos realizada a petición del Reino Unido, Coveney advirtió que la medida sería “profundamente dañina” para las relaciones británicas con Irlanda y la UE, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irlanda.

Coveney también acusó a Truss de no participar en negociaciones significativas con la UE desde febrero. “Lejos de solucionar los problemas, esta legislación creará un nuevo conjunto de incertidumbres y dañará las relaciones”, agregó.