Bogotá — Los planes de los candidatos a la Presidencia de Colombia Gustavo Petro y Rodolfo Hernández “podrían ser difíciles de aplicar en su totalidad”, debido tanto a la rigidez del gasto del Gobierno como a las dificultades políticas para aumentar los impuestos, concluyó un informe de Fitch Ratings.
“Ambos se enfrentarán a presiones de gasto, por ejemplo, para mantener congelados los precios de los combustibles y aumentar el salario mínimo”, señala el informe al explicar que “los dos candidatos difieren en cuanto a políticas fiscales y de gasto”.
Mientras que Rodolfo Hernández, de Liga de Gobernantes Anticorrupción, ha manifestado que recortará el gasto público y reducirá el IVA del 19% al 10%; Gustavo Petro, de Colombia Humana, propone aumentar los ingresos fiscales en un 5% del PIB para soportar un mayor gasto social.
Fitch Ratings analiza que la elección de Gustavo Petro puede conducir “a un ajuste en los objetivos de política económica” en Colombia y la de Rodolfo Hernández a “una incertidumbre política significativa”.
Pero “en cualquiera de los dos casos, la necesidad de trabajar con un Congreso fragmentado, y los controles y equilibrios institucionales, deberían ayudar a limitar el alcance de los cambios políticos radicales”, señala.
De acuerdo al informe, cualquiera que sea el vencedor de la segunda vuelta del próximo 19 de junio tendrá que lograr consensos, particularmente en lo que tiene que ver con declarar la “emergencia económica” para hacer leyes por decreto durante un máximo de 90 días.
A la vez, se encontrarán con un banco central independiente y un sistema judicial autónomo que “proporcionarán controles y equilibrios al Ejecutivo”.
Aunque Petro ha señalado que frenará la exploración petrolera, Fitch Ratings destaca que ha moderado su mensaje de cara a la segunda vuelta “diciendo que la transición energética podría avanzar más lentamente”.
Por su parte, “Hernández también ha abogado por una transición a las energías limpias y por reformar el sistema de regalías del sector minero para aumentar los ingresos de los gobiernos regionales”, indica.
Para Fitch Ratings otro punto clave del debate en Colombia son las pensiones y frente a las propuestas de los candidatos también hizo ciertas observaciones.
Según el informe, el modelo por pilares y con fuerte foco en Colpensiones que ha propuesto Petro “podría debilitar el ahorro privado y los mercados locales”.
Y “Hernández ha pedido que se proporcione una pensión igual al salario mínimo a las tres millones de personas en edad de jubilación que carecen de ella. Esto podría costar casi el 3% del PIB, si se aplica”.
En todo caso, señala que una reforma a las pensiones requeriría la aprobación del Congreso y podría ser objeto de revisión en la Corte Constitucional.
La semana pasada la agencia Fitch Ratings afirmó la calificación soberana de Colombia en BB+, un escalón por debajo del grado de inversión y le mantuvo la perspectiva estable.
Según la agencia, las calificaciones de Colombia reflejan el historial de estabilidad macroeconómica y financiera del país, respaldado por un banco central independiente con un régimen de objetivos de inflación y una moneda de libre flotación.
Fitch espera un crecimiento del 6% en 2022 tras crecer un 10,7% en 2021, impulsado por un fuerte consumo privado y público y unos términos comerciales favorables.