Bloomberg — Nuevos datos sobre un tratamiento para el cáncer de mama de AstraZeneca (AZN) y el fabricante japonés de medicamentos Daiichi Sankyo provocaron una gran ovación de pie de los oncólogos que asistieron a su reunión anual en Chicago el pasado domingo. Y tenía razón para hacerlo.
El fármaco, Enhertu, permitió a mujeres con cáncer de mama avanzado vivir seis meses más que otras tratadas con quimioterapia convencional. Los oncólogos califican los resultados como unos que traerán un “cambio de práctica” para el cáncer de mama metastásico.
Y las buenas noticias van más allá del cáncer de mama. Hay evidencia que sugiere que el fármaco podría utilizarse algún día para tratar muchos otros tipos de tumores, lo que abre amplias oportunidades para Enhertu y otros fármacos similares.
Enhertu es lo que se conoce como un conjugado anticuerpo-fármaco: utiliza un anticuerpo para localizar una célula tumoral antes de liberar una carga de quimioterapia tóxica para matarla. El anticuerpo de este fármaco se centra en una proteína llamada HER2, una señal de crecimiento que en algunos cánceres de mama se intensifica demasiado. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó Enhertu a finales de 2019 para algunos de los llamados cánceres “HER2 positivos”, o tumores que en una prueba de diagnóstico muestran un determinado umbral de esa señal.
Los nuevos datos corresponden a cánceres de mama que tienen niveles bajos, incluso insignificantes, de HER2. Esto significa que el fármaco podría beneficiar a una gama mucho más amplia de pacientes: hasta el 55% de los cánceres de mama que antes se consideraban “HER2 negativos” podrían tener en realidad estos bajos niveles de la proteína.
Se han estudiado otros fármacos dirigidos a HER2 en pacientes cuyos tumores muestran niveles bajos de la proteína, pero ninguno ha servido. Los oncólogos tienen algunas teorías sobre lo que hace diferente a Enhertu.
Una posibilidad es que se exprese una cantidad suficiente de HER2 en la superficie de la célula cancerosa para hacerla lo suficientemente “pegajosa” como para que el anticuerpo de Enhertu se adhiera y luego suministre la potente quimioterapia.
Otra idea está relacionada con la variabilidad inherente de los tumores. “Cuando se observan los cánceres de mama al microscopio, no todas las células son iguales”, afirma Harold Burnstein, especialista en cáncer de mama del Instituto Oncológico Dana Farber de Boston. Si un número suficiente de células con HER2 en la superficie puede atraer el fármaco al tumor, la quimioterapia también puede eliminar las células cancerosas cercanas que carecen de la proteína clave.
El diseño del propio fármaco también podría ser importante. Daiichi Sankyo, que lo descubrió antes de llegar a un acuerdo para desarrollarlo con AstraZeneca en 2019, parece haber resuelto muchos de los problemas que limitaron el éxito de anteriores conjugados. Enhertu utiliza una carga de quimioterapia diferente, más potente y también más grande. Mientras que la mayoría de los conjugados anticuerpo-fármaco llevan de dos a cuatro moléculas de quimioterapia, Enhertu suministra ocho. El efecto de la carga útil también es más fugaz, para ayudar a minimizar los efectos secundarios de la quimioterapia, que es muy tóxica.
Esto sugiere que, tras décadas de ensayo y error con los conjugados anticuerpo-fármaco, los investigadores del cáncer están empezando a comprender por fin la mejor manera de diseñarlos y utilizarlos.
Y el éxito de este ensayo podría significar que el fármaco tendrá usos que exceden el cáncer de mama. Muchos otros tipos de tumores expresan niveles bajos de HER2, como el cáncer gástrico, de colon y de pulmón. AstraZeneca está estudiando ahora los efectos de Enhertu en estos tipos de cáncer. “Todavía no se han descubierto todas las ventajas de este fármaco”, afirma Burnstein.
Las pruebas se suman a un conjunto creciente de investigaciones que sugieren que los conjugados de anticuerpos y fármacos sustituirán algún día a la quimioterapia convencional para la mayoría de los pacientes, afirma Maryam Lustberg, jefa de Oncología Médica de Mama del Centro Oncológico de Yale.
Los fármacos, no obstante, no están exentos de inconvenientes. El diseño de Enhertu permite utilizar una quimioterapia que de otro modo sería demasiado tóxica, pero los efectos secundarios del fármaco -y de los conjugados de anticuerpos en general- son similares a los de toda la quimioterapia. Además, estos fármacos son mucho más caros, lo que puede ponerlos fuera del alcance de las personas sin seguro médico o de las pacientes de cáncer de mama de los países con bajos ingresos.
No obstante, Enhertu está enseñando a diseñar fármacos de esta clase para maximizar sus beneficios. Eso podría significar un tratamiento eficaz para un amplio universo de pacientes.
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