Bloomberg — El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pidió ayuda al presidente de EE.UU., Joe Biden, para su candidatura a la reelección durante una reunión privada al margen de una cumbre regional esta semana, presentando a su oponente de izquierda como un peligro para los intereses estadounidenses, revelaron personas familiarizadas con el asunto.
Durante la reunión del jueves, Biden subrayó la importancia de preservar la integridad del proceso electoral democrático de Brasil, y cuando Bolsonaro pidió ayuda, Biden cambió de tema, dijo una de las personas. Los comentarios de Bolsonaro a Biden sobre su rival, Luiz Inacio Lula da Silva, se hicieron eco de sus advertencias públicas sobre el expresidente que tuvo dos mandatos, según las personas, que pidieron el anonimato por tratarse de una conversación privada.
La oficina de prensa de la presidencia de Brasil no respondió enseguida a una solicitud de comentarios, mientras que la oficina de prensa de la Casa Blanca declinó hacer comentarios de inmediato.
La reunión de casi una hora, la primera que mantienen desde la elección de Biden en 2020, tuvo lugar en su mayor parte en privado durante la Cumbre de las Américas en Los Ángeles. Bolsonaro dijo a los periodistas después que él y Biden “hablaron superficialmente” sobre la elección. En comentarios públicos al comienzo de su reunión, Biden dijo que Brasil tiene una democracia vibrante e inclusiva y robustas instituciones electorales.
Las encuestas muestran a Bolsonaro por detrás de Lula de cara a las elecciones de Brasil en octubre. Lula ganaría el 47% de los votos en la primera vuelta, mientras que Bolsonaro obtendría el 29%, según un sondeo de la firma de encuestas Quaest realizado el miércoles.
EE.UU. tiene una política permanente de no elegir un bando en las elecciones de otras naciones, diciendo que el voto debe reflejar los deseos del pueblo de cada país.
Sin embargo, los presidentes de EE.UU. se han desviado a menudo de ese dictado, como cuando Barack Obama expresó su oposición al Brexit antes de la votación. Y la historia está repleta de sucesivas administraciones estadounidenses que han apoyado a líderes extranjeros que se presentaban a las elecciones, como Boris Yeltsin en Rusia en la década de 1990.
Bolsonaro, un estrecho aliado del expresidente estadounidense Donald Trump, expresó esta semana sus dudas sobre la legitimidad de la victoria electoral de Biden. En declaraciones a una emisora de televisión local de Brasil el 7 de junio, Bolsonaro afirmó que hubo un fraude generalizado en las elecciones estadounidenses que ganó Biden, repitiendo las teorías conspirativas que el expresidente estadounidense ha planteado de forma constante desde noviembre de 2020.
Los comentarios resonaron con los renovados intentos de Bolsonaro de desacreditar el sistema de voto electrónico en Brasil, donde busca un segundo mandato.
Bolsonaro fue uno de los últimos líderes mundiales en felicitar a Biden por su victoria, y las relaciones entre las dos mayores economías de América se habían enfriado. Sin embargo, en su reunión del jueves, ambos parecieron llevarse bien, y el líder brasileño describió su encuentro como “sensacional” y “mucho mejor” de lo que esperaba. En declaraciones a CNN Brasil, dijo que estaba “sorprendido” por su homólogo estadounidense.
Tras la foto oficial de los líderes regionales al concluir la cumbre el viernes, Biden se entretuvo en charlar con Bolsonaro, tocando al líder brasileño en la espalda mientras Bolsonaro ponía su mano en el hombro de Biden.
Lula, que fue presidente entre 2003 y 2010, mantuvo una buena relación con Barack Obama, con quien Biden fue vicepresidente, durante los casi dos años en que ambos coincidieron como jefes de gobierno.
Hablando de Lula durante una cumbre del Grupo de los 20 en Londres en 2009, Obama dijo: “Este es mi hombre” y “amo a este tipo”.