Bloomberg — El comité de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección del Capitolio culpó al entonces presidente Donald Trump y a su persistente negación de su pérdida electoral de desencadenar el mortal ataque, basándose en testimonios en vídeo de asistentes de la Casa Blanca, mensajes de texto, fotos y otro material.
El intento de Trump de impugnar la elección en los tribunales “fue sólo el comienzo de lo que se convirtió en una conspiración en expansión, de múltiples pasos, destinada a anular la elección presidencial”, dijo el presidente del Comité, Bennie Thompson, en su declaración de apertura .
“El 6 de enero y las mentiras que llevaron a la insurrección han puesto en peligro dos siglos y medio de democracia constitucional. El mundo está observando lo que hacemos aquí”, dijo Thompson.
El panel abrió una serie de audiencias con una sesión en horario de máxima audiencia emitida en directo por la mayoría de las principales cadenas de televisión estadounidenses con una presentación multimedia que busca explicar los orígenes del asalto del 6 de enero de 2021 y asignar la culpa a los que el panel considera más responsables, hasta llegar al ex presidente.
La sala Cannon Caucus se llenó de periodistas, personal del comité y muchos de los legisladores que quedaron atrapados el 6 de enero en la Cámara de Representantes cuando los alborotadores irrumpieron en el Capitolio. Una enorme pantalla de visualización colgaba sobre los asientos del comité en la tribuna.
Las audiencias incluirán relatos entre bastidores de las acciones de Trump durante el asalto al Capitolio y centrarán la atención en un asalto que alteró la percepción global de la democracia estadounidense antes de las elecciones legislativas de mitad de período en las que las encuestas muestran que los republicanos tienen ventaja. También añadirá nuevos detalles a un registro histórico al que Trump tendrá que enfrentarse si se presenta a la reelección en 2024.
En un fragmento de una declaración grabada en vídeo que mostró el comité, el fiscal general de Trump, William Barr, dijo que decidió dejar la administración porque los estadounidenses “no pueden vivir en un mundo en el que la administración en funciones se mantiene en el poder sin el apoyo de pruebas específicas de que hubo fraude en las elecciones.”
La representante republicana Liz Cheney, vicepresidenta del comité, dijo que más de media docena de ex empleados de la Casa Blanca, todos los cuales estaban en el Ala Oeste el día del atentado, ofrecieron en su testimonio un retrato de Trump como “realmente enfadado” con los asesores que le instaron a que despidiera a los alborotadores.
El selecto comité, formado por siete demócratas y dos republicanos, se ha comprometido a conectar los puntos entre la presunta implicación del ex presidente en los intentos de deshacer la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020, y el ataque al Capitolio por parte de los alborotadores, que se prolongó durante 187 minutos antes de que Trump les instara a marcharse a casa.
Al menos algunos miembros del panel dicen que esperan que las pruebas aumenten la presión sobre el Departamento de Justicia para que presente cargos penales contra Trump o sus aliados.
Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes criticaron a la comisión por considerarla partidista y prometieron su propio informe sobre los disturbios, centrado en las deficiencias en los preparativos de seguridad para la sesión del Congreso del 6 de enero para certificar el voto del Colegio Electoral y la lentitud en la respuesta de las fuerzas del orden a la violencia.
Trump criticó la investigación en un comunicado diciendo que “el 6 de enero no fue simplemente una protesta, sino que representó el mayor movimiento de la historia de nuestro país.”
Los republicanos se han opuesto furiosamente a la investigación. Bloquearon una comisión bipartidista y luego se retiraron del panel de la Cámara de Representantes después de que la presidenta Nancy Pelosi se negara a sentar a dos de los elegidos por el líder republicano de la Cámara, Kevin McCarthy, los representantes Jim Jordan y Jim Banks. Pelosi dijo que algunos demócratas afirmaron que los dos aliados de Trump perjudicarían la integridad de la investigación. Pelosi eligió a los dos republicanos del panel, Cheney y el representante Adam Kinzinger.
El panel de la Cámara de Representantes está tratando de crear interés en sus hallazgos entre un público que está más centrado en las luchas diarias con el aumento de los precios de la gasolina y los comestibles, los problemas de la cadena de suministro, los continuos brotes de covirus y el aumento de la delincuencia.
“Nuestra democracia sigue en peligro”, dijo Thompson. “La conspiración para frustrar la voluntad del pueblo no ha terminado. Hay quienes en este país están sedientos de poder pero no tienen amor ni respeto por lo que hace grande a Estados Unidos.”
La inauguración del jueves contará con el testimonio en directo de un agente de policía del Capitolio que resultó herido en el tumulto y de un documentalista que estaba con el grupo de extrema derecha Proud Boys cuando irrumpieron en el edificio. Algunos de los líderes del grupo han sido acusados de conspiración sediciosa.
Durante la audiencia del jueves por la noche se emitirán fragmentos de testimonios en vídeo de miembros de la familia Trump y de varios altos funcionarios de la Casa Blanca, dijeron los asistentes. Funcionarios del comité dijeron que los extractos de sus declaraciones grabadas están entre el material inédito que el panel ha reunido y que proporciona nuevos detalles sobre los preparativos para el ataque, y el propio ataque.
Aunque los funcionarios no divulgaron los nombres, se sabe que los que se han sentado para el interrogatorio grabado incluyen a la hija de Trump, Ivanka Trump, y a su marido, Jared Kushner, así como a los principales asesores del ex vicepresidente Mike Pence y a los asesores del último jefe de personal de la Casa Blanca de Trump, Mark Meadows.
El Departamento de Justicia se enfrenta a un listón muy alto y a obstáculos legales a la hora de presentar cargos penales contra Trump o cualquier persona involucrada en el ataque del 6 de enero y en los esfuerzos por anular los resultados electorales.
Hasta la fecha, el Departamento ha acusado a unas 850 personas por delitos relacionados con el ataque del 6 de enero, la mayoría de las cuales se enfrentan a delitos menores por sus acciones en el Capitolio, como el allanamiento de morada. Alrededor de 80 personas, menos del 10%, han sido condenadas a penas de prisión.
Trump no ha sido acusado de ningún delito, y como ex presidente goza de protecciones especiales, como la capacidad de retener información basada en el privilegio ejecutivo.
--Con la ayuda de Chris Strohm.
