Ciudad de México - Antes de Expediente Azul no había ninguna solución que automatizara la recolección de documentos para las financieras en México. En 2017 los emprendedores Juan Carlos González y Roberto Ibarra la crearon y a los tres meses ya contaba con algunos brokers hipotecarios como clientes.
Las financieras requieren de engorrosos procesos de recepción de expedientes para sus procesos, lo que puede representarles la pérdida de hasta un 40% de clientes debido a la percepción de trámites complejos, según un análisis de la startup.
El modelo de negocio de Expediente Azul está basado en un SaaS (Software As A Service), especializado en el proceso de integración de expedientes a bajo costo y en poco tiempo. La startup asegura que puede agilizar en 200% la recolección de requisitos para brindar a sus clientes un servicio más rápido y automático con ayuda de algoritmos de inteligencia y análisis predictivo.
Sus fundadores consideran que el problema que están resolviendo es global, la integración de expedientes de manera digital y rápida se necesita en todos los continentes. “Muchos han sentido el dolor al pedir un crédito empresarial, al tener que integrar una lista de 40 documentos”, apunta Roberto Ibarra, director de tecnología de Expediente Azul, en entrevista con Bloomberg Línea.
La solución ha sido avalada por diferentes fondos de inversión, como Finnovista y Startupbootcamp que invirtieron US$100.000 dólares; el extinto Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) en México, US$65.000 dólares; Paralell18 US$40.000 dólares, en Puerto Rico; y SEED US$30.000 dólares, en Brasil.
En mayo fueron a pitchar su modelo de negocio al evento Unicorn Battle de Fintechs, la mayor competencia de pitches del mundo, donde Expediente Azul fue reconocida como la mejor Startup Fintech.
Fintech por todos lados
Durante la pandemia los emprendedores se dieron cuenta de que la oportunidad de su negocio era más grande de lo que creían y no se acotaba a negocios financieros. Entonces surgió una oportunidad de negocio de ofrecer sus servicios a las empresas que tienen que dar crédito sin ser financieras.
“El año pasado descubrimos otro nicho cero atendido que es un océano azul; las direcciones de crédito y cobranza de grandes corporativos”, señala Juan Carlos González, director general de Expediente Azul.
Este descubrimiento llevó a la startup a incrementar sus ventas en 2021 dos veces respecto al 2020.
Todo el mundo puede ser una fintech, pues hay muchas organizaciones que venden a crédito, añade Roberto Ibarra: “Imagínate, vas a comprar una computadora y el que te la va a vender te la da a crédito y es ahí donde Expediente Azul ayuda a todo este segmento de empresas alternativas”.
González está convencido de que cualquier mayorista tiene parte de su modelo de negocio basado en el crédito, “así sea a cinco días, llamado crédito al comercio”.
La aseveración de Expediente Azul podría ser cierta y todos los modelos de negocio tienen algo de fintech. Las grandes empresas de consumo suelen tener tarjetas de crédito departamentales, e incluso los hospitales tienen direcciones de crédito y cobranza.
A medida que el sector fintech crece en México 16% anual; en Colombia, 39%; y en Chile, 38%, de acuerdo con el Radar Fintech 2021 de Finnovista, las startups de otras industrias también se lanzan a la aventura financiera.
Como ejemplos basta mencionar al unicornio Rappi, que comenzó como un servicio de delivery y ahora tiene una tarjeta de crédito al consumo, Kavak lanzó también opciones de financiamiento para la compra de autos durante la pandemia, y el recién nombrado unicornio, Nowports, que se dedica a digitalizar los procesos logísticos de comercio exterior también tiene opciones de crédito sobre la mercancía.
González asegura que con toda la experiencia que han acumulado de la industria financiera, ahora pueden atacar a los grandes corporativos con grandes presupuestos. “Más del 50% de su modelo de negocios es a crédito pero ellos no lo saben”, recalca el emprendedor.
Expediente Azul ahora se ha abierto a otras industrias como la agricultura y de autopartes.
Con esta nueva visión la startup prevé un crecimiento del triple en ventas para este año. Sobre todo ahora que la Covid-19 aceleró la adopción de soluciones digitales, señala González.
Sin importar la industria, explica González, “en este modelo de negocio la tecnología trabaja en beneficio de quien está otorgando el financiamiento y de quien lo está recibiendo porque me piden menos requisitos y necesito menos intermediación de información”.
El emprendedor asegura que su startup elimina las barreras que hay entre el capital y quienes lo necesitan. “Hay muchísimo capital y por qué no decirlo mucho capital ocioso, inclusive mucho capital productivo buscando las manos correctas”, asevera.
Actualmente Expediente Azul cuenta con clientes en Puerto Rico, Brasil, Ecuador, Colombia, México y el Caribe; y está por superar las 100 instituciones, brokers y corporativos activos. Asimismo, acaba de abrir una nueva ronda de financiamiento por US$500.000 dólares para continuar su expansión internacional.
Hasta el momento, afirma González, su principal competidor “es invisible y súper poderoso: el estatus quo, o el famoso si así ha funcionado siempre por qué tendría que cambiar”.
Y concluye que “ni el Covid con toda su fuerza cambiadora de paradigmas ha logrado hacerle ver a muchos dirigentes, directivos y dueños de financieras o de firmas de brokeraje que ya no vale la pena perseguir papeles y perseguir firmas”. El futuro es digital.