Bloomberg — Los precios mundiales de las importaciones de alimentos se encaminan a alcanzar un nuevo récord en 2022. Sin embargo, el aumento de los precios significa que los compradores apenas obtendrán más productos.
Se espera que las importaciones de alimentos asciendan a US$1,81 billones de dólares este año, superando en US$51.000 millones al máximo histórico anterior, alcanzado el año pasado, según informó el jueves la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). Casi todo ello se debe a la inflación, que está agravando la crisis del costo de la vida en los países desarrollados y agravando el hambre en los más pobres.
El índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó un récord a principios de este año, dado que la invasión rusa a Ucrania ha reducido los envíos desde uno de los mayores proveedores mundiales de granos y aceites vegetales. El aumento de los precios de la energía y los fertilizantes también está haciendo más cara la producción de cultivos y ganado. Esto ha aumentado la preocupación por el hambre en el mundo, y el informe muestra que el aumento de los costes de los alimentos ya está afectando a las zonas vulnerables.
El informe también muestra un creciente cisma en las dietas de las naciones ricas y las pobres a causa como consecuencia de ello. Según el informe, los países desarrollados siguen consumiendo todas las variedades de alimentos, mientras que las regiones emergentes dejan cada vez más los productos de alto valor, como la carne, las semillas oleaginosas y las bebidas, para centrarse en los alimentos básicos, reduciendo la diversidad y la calidad de las dietas.
“Estas son señales alarmantes desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, ya que indican que los importadores tendrán dificultades para financiar el aumento de los costos internacionales”, señala el informe. “El 2022 puede marcar el comienzo de una era de menor resiliencia ante el aumento de los precios de los alimentos, sobre todo por parte de las regiones más pobres del mundo en desarrollo”.
El incremento de casi el 3% en la factura de las importaciones a nivel mundial se explica en su mayoría por el aumento de los costos y no a que el mundo esté comprando más alimentos, según la FAO. De hecho, las compras de alimentos por parte de los países menos desarrollados se reducirán en US$2 400 millones este año, según el informe.