Bogotá — “Si nos llega un Fenómeno de El Niño la infraestructura del sector está vulnerable porque no tenemos gas y los proyectos de La Guajira se están demorando y toda esa inversión en eólica y solar no va a estar disponible en su mayoría”, advierte Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá en una entrevista con Bloomberg Línea en la que resaltó que pese a los buenos resultados que ha dado la empresa (GEB) y la economía colombiana, hay nubarrones grandes que amenazan con poner en jaque el terreno recorrido.
Asegura que en los meses de Gobierno que le quedan al presidente Iván Duque, se debe trabajar por sacar adelante las consultas con comunidades de La Guajira para temas energéticos, o de lo contrario se corre el riesgo de que queden refundidos dentro de la agenda del nuevo mandatario.
“No se deja de gobernar hasta que no entregue el poder el 7 de agosto. Sacar estas consultas en La Guajira es esencial, si no se logra con los cambios de gobierno esos temas rara vez están en la agenda y se tarda muchísimo en ser asimilados porque son complejos”, dice el ejecutivo del GEB.
Dice Ortega que la normativa es compleja y por eso mismo tarde tiempo en entrar en el radar del Gobierno entrante, pero, además, es crítico y sostiene que “hay talentosos asesores oportunistas que han aprendido a lucrarse de poder frenar proyectos estratégicos para el país”.
Además, dice que “la gente cree que porque hay un proyecto de estos tiene derecho a se le entreguen unas rentas de forma repetida, no hay ninguna fuente de protección ni legal ni institucional. La gente bloquea los caminos de acceso, se retrasan los proyectos, los sobrecostos son importantes. Eso pasa en La Guajira desde hace muchos años y eso es en parte por la ausencia del Estado. Los costos de seguridad, las amenazas de secuestro de la gente, robos de camionetas, gente con armas de alto calibre, allá se vive una situación muy compleja y pareciera que el país está acostumbrado a eso porque esto lo hemos visto toda la vida y no hay un mecanismo que resuelva estos temas”, explica el presidente del GEB.
No obstante, a pesar de los retrasos que han existido por los temas de consultas es claro en decir que se debe tener en cuenta a las comunidades “es un equilibrio muy difícil que requiere expertos en comunicaciones interculturales y resolución de conflictos. En entender las tradiciones y cómo esas culturas pueden ser afectadas en sus tradiciones y con base a eso definir qué puede ser una compensación justa y cómo se puede honrar esa compensación y sobre todo, cómo debe reflejarse en una mejora de las condiciones de vida de esas comunidades”.
Esos retrasos en proyectos, así como problemáticas que vienen de años atrás, son las que hacen a Ortega ser escéptico con respecto de lo que pueda suceder en el futuro.
“El riesgo de que se frenen los proyectos y que se generen sobrecostos y escasez de energía es grande. El país tiene unos riesgos importantes en la matriz energética. El horizonte es difícil porque Ituango va demorada”, dice Ortega.
A pesar de las complejidades que significan los retrasos en la entrada de Ituango, Ortega es enfático en exaltar la labor de los ingenieros a cargo de la obra. “Que se logren las 4 turbinas es difícil, si logran las 2 de este año sería un logro increíble y la verdad es que los ingenieros que están haciendo eso son unos monstruos que merecen todo el respeto y la admiración del mundo”.
Advierte que para solucionar los nubarrones que tiene el sector, y en general Colombia hacia el futuro, se requiere “mucha coordinación y voluntad para que esos proyectos sean tan exitosos como pueden llegar a ser, porque los costos de esos proyectos están aumentando”.
De hecho, los nubarrones que ve Ortega no son solamente por cuenta de los retrasos de los proyectos sino en general por la coyuntura mundial. “En todas las partes del mundo hay escasez de materiales y las empresas que producían turbinas para eólicas y paneles solares están viendo sus costos crecer y los sobrecostos se están empezando a sentir y con seguridad es un tema que se va a complicar durante los próximos años”.
Ortega asegura que “el mundo se está complicando bastante, a mí me preocupa mucho la evolución de las tasas de interés y la inflación a nivel internacional, y me preocupa en Colombia la evolución de las tarifas, de energía, gas y muchas más, sobre todo de los servicios, si usted mira las tarifas de energía en la costa son muy elevadas”.
Y a pesar de que no siente preocupación por si el próximo presidente de Colombia es Gustavo Petro o Rodolfo Hernández, dice que “estamos ante un panorama de incertidumbre que hacia adelante va a ser retador. El escenario de tasa de cambio puede traer incertidumbre, el ajuste que hagan para pagar la deuda gigante, y en mi opinión desequilibrada por los precios de los combustibles, también puede traer incertidumbre”, concluyó Ortega.