Bloomberg — Las acciones y los bonos estadounidenses caían este jueves a medida que los inversores se enfocaban en las preocupaciones por el crecimiento económico y después de que el banco central de Europa se convirtiera en la más reciente entidad monetaria en señalar la implementación de políticas restrictivas para combatir la inflación.
El S&P 500 y el Nasdaq 100 bajaban por segundo día consecutivo en todos los sectores industriales con excepción de dos. Los volúmenes de negociación en el índice de referencia están un 20% por debajo de la media de 20 días para esta hora del día, lo que puede exacerbar los movimientos de los precios. El Nasdaq 100, con un fuerte componente tecnológico, tuvo un rendimiento inferior, ya que Apple Inc, Meta Platforms Inc y Amazon.com Inc bajaron más de un 1%.
En un movimiento ampliamente esperado, el Banco Central Europeo no hizo ningún cambio en la tasa de depósito esta vez, pero se preparó para subirla en 25 puntos básicos el próximo mes, y de nuevo esa cantidad o más si la inflación (que ahora supera el 8% en la zona euro) justifica una postura más dura.
“Si el BCE está considerando una subida de tasas de gran envergadura, creo que eso dice bastante sobre lo preocupados que están y deberían estar los bancos centrales por los niveles de inflación”, dijo por teléfono Fiona Cincotta, analista senior de mercados de City Index. “Los bancos centrales están mostrando su voluntad de actuar agresivamente para volver a controlar la inflación, y eso va a hacer que el entorno de crecimiento sea mucho más difícil”.
Los bonos del Tesoro bajaron en sintonía con los de Europa, y los rendimientos de referencia se mantuvieron por encima del 3%, mientras que las tasas de la deuda pública alemana subieron seis puntos básicos.
Los responsables de la política monetaria del BCE se han quedado atrás con respecto a sus homólogos de la Reserva Federal, el Banco de Canadá y el Banco de la Reserva de Australia, que se se han embarcado en campañas agresivas para mitigar una inflación desbocada este año, todos con alzas de tasas de medio punto.
Esto ha mantenido a los inversores preocupados por el riesgo de que los bancos centrales se pasen de la raya y, en el proceso de atacar las subidas de precios, acaben con la recuperación económica.
“Para frenar el aumento de los precios, la Fed tiene que subir las tasas, lo que puede provocar una recesión”, escribió en una nota Geir Lode, director de renta variable mundial de Federated Hermes. “Sin embargo, el shock de las cadenas de suministro inducido por la pandemia y el conflicto de Ucrania están fuera del control del banco central. En este entorno necesitamos tener suerte para evitar una estanflación que podría durar mucho tiempo”.
Los responsables de la política monetaria del BCE anunciaron nuevas previsiones que apuntan a una mayor inflación de lo que se pensaba anteriormente para la eurozona, junto con una recuperación más débil de la pandemia. Como se esperaba, el banco central también dejará de comprar activos a gran escala en tres semanas.
El petróleo osciló en torno a los US$122 por barril, ya que el robusto mercado de los combustibles refinados en todo el mundo contrarrestó el nuevo confinamiento en algunas partes de Shanghái, sus primeras restricciones importantes a la circulación desde que el centro financiero salió de uno generalizado de dos meses a principios de junio.