Bloomberg Línea — La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se sumó al listado de organismos multilaterales que cree que el desempeño económico en 2022 será menor a lo esperado. Sin embargo, en medio del pesimismo global, hay tres países de América Latina que crecerían más que el promedio de los miembros de la OCDE, según los nuevos pronósticos de la organización que reúne a 38 países.
La OCDE prevé ahora que este año el mundo registrará un crecimiento de un 3%, en contraste con el 4,5% pronosticado en diciembre, mientras que en 2023 la expansión sería aún menor, de un 2,8%.
Además, la invasión rusa de Ucrania desató una ola de altos precios en las materias primas que, según la OCDE, harán que la inflación en los países miembros del organismo se mantenga cercana a un 9%.
“El precio de la guerra podría ser aún mayor. El conflicto está perturbando la distribución de alimentos básicos y energía, alimentando la inflación en todas partes y amenazando a los países de bajos ingresos en particular”, advirtió Laurence Boone, economista jefe de la OCDE.
Los tres países de América Latina que se destacarán por encima del promedio este año son Colombia, Argentina y Costa Rica. El primero registrará el segundo mejor desempeño entre los países analizados. Con un crecimiento proyectado de un 6,1% se encuentra solo por debajo de India en 2022.
Según el análisis de la Organización, con sede en París, el consumo privado es el principal motor de la recuperación, impulsado por un repunte gradual del empleo. En el crecimiento colombiano también pesará la fortaleza de los precios de las materias primas. Los elevados precios del petróleo, con un Brent que cotiza firme y consistentementepor encima de los US$100, ayudarán a las cuentas fiscales.
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, dijo en diálogo con Bloomberg Línea que el mejor escenario económico hará que la presión a corto plazo de una reforma tributaria sea muchísimo menor. “Dentro de los desafíos que tiene el país están los temas pensionales, laborales, nuevas fuentes de crecimiento de largo plazo del país para aumentar el crecimiento potencial del país y temas relacionados con la flexibilidades de gasto”, aseguró.
En el informe también sobresale Argentina, que crecería un 3,6%, por encima del promedio mundial y el de la OCDE. En este caso, según las perspectivas, el ritmo de la economía se verá beneficiado por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que reducirá la incertidumbre política y ayudará a disminuir los desequilibrios macroeconómicos.
El análisis también destacó la recuperación del empleo y el aumento de las exportaciones de alimentos a causa del incremento de los precios mundiales.
No obstante, la OCDE resalta que los riesgos están a la orden del día. No solo porque el incremento de las materias primas sube el precio de las importaciones de energía, que genera un desequilibrio mayor al sumarle los costos de los subsidios energéticos en el país, sino también porque el análisis plantea que de no llevarse a cabo reformas ambiciosas se limitarán las perspectivas de crecimiento.
El tercer país de la región con cifras superiores a la media es Costa Rica, al que se le pronostica un crecimiento de un 3,2% en 2022 gracias al fortalecimiento moderado de la demanda interna y los ingresos que dejará la reactivación del sector turismo en el último trimestre de este año.
Según la OCDE, la aprobación de un proyecto de ley de empleo público en marzo y unos resultados fiscales mejores de lo esperado en 2021 mejoraron las perspectivas para el país centroamericano.
Tres países en el otro lado del espectro
En contraste, hay otros tres países de América Latina medidos por la Organización que no solo crecerán menos que el promedio mundial, sino que están entre los que peores desempeños mostrarán en 2022.
Se prevé que Brasil solo crezca un 0,6% en 2022, el peor pronóstico entre los países que midió la OCDE. Según el análisis, la inflación, la guerra en Ucrania y el endurecimiento de las condiciones financieras han golpeado la confianza y el poder adquisitivo de los brasileños.
Este panorama afectará la demanda interna y se sumará a la incertidumbre que generarán las elecciones presidenciales este año, que de por sí ya tienen un efecto sobre la inversión privada. En el desempeño de Brasil, añade el informe, también pesará una lenta recuperación del mercado laboral.
En esta misma línea, la segunda economía de la región, México, también tendría un crecimiento menor al esperado con un pronóstico que apunta a un alza de un 1,9%. La OCDE alertó que, pese a que el desempleo ha disminuido, sigue estando por encima de los niveles previos a la pandemia, mientras que la producción de automóviles, clave en la manufactura y la exportación, sigue limitada pues no se superan los problemas de la cadena de suministro.
Estas interrupciones están pesando en la inflación y las expectativas para los siguientes 12 meses han seguido aumentando, lo que podría afectar el poder adquisitivo de los hogares más vulnerables y exigir un mayor endurecimiento de la política monetaria.
En Chile, el crecimiento se ralentizará “bruscamente” hasta un 1,4% en 2022, dice el informe, a causa de la elevada inflación, el endurecimiento de las condiciones financieras y la retirada de las medidas fiscales extraordinarias que limitarán el consumo de los hogares.
Además, la OCDE advirtió que la incertidumbre en torno a la nueva Constitución y las tasas de interés más altas podrían frenar la inversión de las empresas. Para la Organización, es necesaria una reforma fiscal que aborde los bajos ingresos públicos de Chile y la baja progresividad de los impuestos.