QUITO — La ola de inseguridad que azota al Ecuador en este momento, hace que el combate contra el narcotráfico y el crimen organizado sea una prioridad para el Gobierno, tal como lo planteó este miércoles el presidente Guillermo Lasso. “Hay dos temas urgentes para los ecuatorianos; el primero es la seguridad y, el segundo, el desempleo. Los dos temas los voy a plantear en la Cumbre de las Américas”, señaló en una entrevista con La Voz de América desde EE.UU.
Allí dijo tajantemente que la necesidad del país es contar con cooperación internacional para la lucha contra el narcotráfico. ¿Algo similar a un Plan Colombia pero Plan Ecuador? “Yo diría que sí, probablemente el fondo sea el mismo (pero) pudiéramos llamarlo de otra manera. Pero, en efecto, el Ecuador quiere plantearle a los Estados Unidos un Plan Ecuador”, dijo al ser consultado por el periodista.
A decir del mandatario, lo que el narcotráfico busca es utilizar el territorio ecuatoriano para traficar la droga que tiene como destino Estados Unidos y Europa y para ello paga los servicios logísticos “con droga mismo” que se consume en el mercado local y que afecta “a la niñez y juventud ecuatoriana”.
“Esta es una guerra que no la podemos librar solos, necesitamos del apoyo de Estados Unidos, de Europa, de nuestros vecinos”, insistió Lasso al tiempo de mencionar que entre las necesidades está aumentar el personal, contar con mejores equipos (drones o radares de alta tecnología) y armamento adecuado. “Requerimos tecnología y especialmente en el campo de la inteligencia y poder llegar a un acuerdo con Colombia y Perú para fortalecer aún más el intercambio de información entre estos tres países de la región”, añadió.
El Plan Colombia, que también se llamó Plan para la Paz y el Fortalecimiento del Estado, fue un acuerdo bilateral constituido en 1999 entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos con el principal objetivo de combatir el narcotráfico. El gobierno colombiano reveló que se invirtieron US$ 141 mil millones en este plan. De esos, US$ 10 mil fueron entregados por Estados Unidos y US$ 131 mil por Colombia. Hoy se mantiene la asistencia militar y algunos programas sociales.