Bloomberg — Boris Johnson se prepara para seguir adelante con una legislación que le da el poder de anular partes del acuerdo del Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea), dijeron tres personas familiarizadas con el asunto, una medida que probablemente enfadará a algunos de sus diputados y a la Unión Europea.
La batalla del primer ministro por retener el liderazgo del Partido Conservador había suscitado dudas sobre la posibilidad de que se viera obligado a abandonar algunas de sus políticas más controvertidas. Apenas sobrevivió a una moción de censura el lunes, con más del 40% de sus diputados votando en su contra.
Pero momentos después de un resultado que le ha dejado muy debilitado, Johnson prometió “seguir adelante”, argumentando que el voto, al que describió como “decisivo”, confirmaba su mandato de liderazgo.
Seguir adelante con la legislación sobre Irlanda del Norte, que da a los ministros el poder de reescribir unilateralmente las normas posteriores al Brexit acordadas con la UE para le región, sería una señal para sus diputados de que no está dando marcha atrás en su agenda principal.
El proyecto de ley podría presentarse en la Cámara de los Comunes tan pronto como el jueves, aunque el calendario podría variar, dijeron las personas bajo condición de anonimato. El mes pasado, los funcionarios señalaron que el gobierno tenía en mente la quincena siguiente al 6 de junio para presentar la legislación.
Un retraso más allá de esa fecha reforzaría la impresión de que la legislación se ha hecho mucho más difícil por la estrecha victoria de Johnson en la votación de confianza, que puso de manifiesto la fuerza de la oposición a él dentro del Partido Conservador.
El gobierno todavía quiere impulsar el proyecto de ley a través de la Cámara de los Comunes antes de que el Parlamento entre en receso a finales de julio, dijeron las personas. Aun así, es probable que no entre en vigor hasta dentro de un año, ya que se espera que se enfrente a una fuerte oposición en la Cámara de los Lores.
Divisiones en el Partido Conservador
Un riesgo para Johnson es que el plan podría exacerbar las divisiones internas. Mientras que adoptar una línea dura con la UE hace juego con el ala Brexiteer (quienes apoyan el Brexit) de su partido, romper el acuerdo que Johnson acordó con el bloque es una línea roja para algunos parlamentarios.
Además, la medida llega en un momento delicado debido a la crisis del costo de la vida, ya que una medida de represalia por parte de la UE podría interrumpir el comercio y aumentar los precios.
Es probable que la UE inicie rápidamente un procedimiento de infracción contra Londres, suspenda su acuerdo comercial, congele el acceso privilegiado de las empresas británicas al mercado único del bloque y detenga las conversaciones sobre el estatus de Gibraltar, según otra persona familiarizada con el asunto.
“Una acción unilateral no es positiva para las buenas relaciones internacionales, y una acción unilateral para socavar un acuerdo que la gente firmó solemnemente no es una buena práctica”, dijo el miércoles en Estrasburgo el homólogo irlandés de Johnson, Micheal Martin, quien apeló al Reino Unido a comprometerse con la UE.
El gobierno de Johnson lleva tiempo presionando para que se reescriba el Protocolo de Irlanda del Norte, que mantiene a la región en el mercado único de la UE al tiempo que crea una frontera aduanera con el resto del Reino Unido. Argumenta que cuando firmó el acuerdo, no esperaba que la UE lo aplicara con tanto rigor.
La disputa del Brexit
El protocolo ha enfadado a los unionistas de Irlanda del Norte porque trata a la región de forma diferente al resto del Reino Unido.
Pero el plan de romper el protocolo ha sido recibido con furia por parte de los Estados miembros de la UE, así como por altos cargos políticos de Estados Unidos, que han instado a no poner en peligro la paz y la estabilidad en Irlanda del Norte.
En una entrevista conjunta el martes, la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, dijo que la legislación propuesta creará “carriles verdes” para las mercancías destinadas a permanecer en el Reino Unido y un “carril rojo” separado para el comercio que fluye hacia la UE. De este modo, dijo, se protegerá el mercado único de la UE al tiempo que se permitirá la libre circulación de mercancías dentro del Reino Unido.
Según dos personas familiarizadas con el asunto, el proyecto de ley establece el marco para la modificación del protocolo. La legislación secundaria, que permite a un ministro realizar un cambio directo sin necesidad de la aprobación activa del Parlamento, puede entonces introducirse para determinar los detalles, incluyendo qué mercancías pueden circular por cada carril.
La legislación también sustituirá al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas por los tribunales del Reino Unido como árbitro último de las disputas legales, dijo una de las personas.
Es poco probable que este enfoque sea aceptado por la UE. Maros Sefcovic, el principal negociador del bloque para el Brexit, ha dicho en repetidas ocasiones que no renegociaría el protocolo, que es un acuerdo internacional legalmente vinculante.
Cualquier decisión de tomar represalias requeriría el respaldo de los 27 Estados miembros. Una suspensión del acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE conduciría al tipo de “Brexit sin acuerdo” que el pacto pretendía evitar.
Con la asistencia de Kitty Donaldson y Richard Bravo.
Este artículo fue traducido por Andrea González