Bloomberg — Se espera que más de 20 jefes de Estado de América Latina y el Caribe se reúnan esta semana en Los Ángeles para participar en la IX Cumbre de las Américas, la reunión política más importante del Hemisferio Oeste.
La región llega al evento con una mezcla de escepticismo e interés ante las señales ambiguas que ha enviado el gobierno del presidente de EE.UU., Joe Biden, en relación con metas y resultados concretos.
En materia de política exterior, EE.UU. está mucho más concentrado en la invasión rusa a Ucrania y las tensiones con China que en resolver problemas de larga data más cerca de su territorio. Sin embargo, esos temas, entre los que se cuenta la migración, el crimen organizado, el abastecimiento confiable de energía y la promoción de la democracia y los derechos humanos en América Latina, estarán al frente de la conversación durante el evento.
Aquí un resumen de las diferentes posiciones que estarán tomando los países latinoamericanos de cara a su comienzo:
Brasil
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, inicialmente consideró no asistir a la cumbre para concentrarse en su campaña de reelección, pero el cambio de decisión se produjo después de recibir una carta entregada en mano que incluía una reunión bilateral con Biden.
Bolsonaro es un aliado cercano y admirador del expresidente del país, Donald Trump, y uno de los últimos líderes mundiales en felicitar a Biden tras su victoria electoral. Desde entonces, la relación entre las dos economías más grandes de América se ha enfriado y el presidente brasileño aún no se ha reunido ni hablado con su homólogo norteamericano.
La reunión bilateral será una oportunidad para mejorar eso, al menos a nivel institucional. El apoyo a la preservación de la selva amazónica y a la democracia en Latinoamérica son vistos como posibles puntos de discusión durante el encuentro.
México
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, será la ausencia más notoria de la cumbre. Tras confirmar inicialmente su presencia, un viaje a La Habana en mayo lo hizo cambiar de postura y exigir que EE.UU. invitara también a los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La Administración Biden consideró esa petición inaceptable. Ello llevó a López Obrador a finalmente comunicar que no asistiría al evento a principios de esta semana. Es difícil no entender su decisión como un desaire a Biden.
México estará representado por el canciller Marcelo Ebrard, que buscar competir por la presidencia en 2024 y lleva el día a día de las negociaciones con Washington.
Argentina
El presidente argentino, Alberto Fernández, jugó sus cartas antes de la cumbre pidiendo a los funcionarios estadounidenses que se invitara a todos los países, y planteando en privado la idea de organizar una reunión paralela al margen del evento. Sin embargo, a diferencia de López Obrador, no llegó a boicotear el evento y recibió una invitación para visitar la Casa Blanca en julio.
Argentina busca principalmente el apoyo de EE.UU. con el Fondo Monetario Internacional. El programa del FMI de US$44.000 millones con el país ya enfrenta grandes desafíos y el apoyo estadounidense es crucial.
Fernández buscará definiciones más claras de Biden sobre lo que la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, llama “friend-shoring”, refiriéndose a limitar el comercio de insumos clave a países confiables. Argentina está ansiosa por conocer lo que ofrece EE.UU. en términos concretos, según un diplomático sénior.
Los recién llegados
Los Ángeles será el escenario del debut internacional de dos de los rostros más nuevos de la región: el chileno Gabriel Boric y el peruano Pedro Castillo. Ambos surgieron de la ola antisistema que atravesó América Latina.
Si bien gobiernan de una manera muy diferente, Boric y Castillo llegan bajo presión política, en tanto que sus niveles de aprobación han caído rápidamente desde que asumieron el cargo.
El presidente chileno de 36 años dijo que la región necesita incrementar el diálogo y la cooperación. La defensa de los derechos humanos, las energías renovables, el crecimiento inclusivo, los derechos indígenas, y la preocupación por una crisis migratoria regional están en la agenda de Boric. Castillo, quien ya ha sobrevivido a múltiples intentos de juicio político, aún no ha anunciado un objetivo en particular para el evento.
Centroamérica y Bukele
Solo dos líderes de Centroamérica asistirán a la cumbre: los presidentes de Costa Rica y Panamá.
Honduras enviará a su canciller después de que la presidenta, Xiomara Castro protestara la decisión de no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela. El presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, se negó a participar, citando conflictos en su agenda. Sin embargo, la negativa se produjo pocos días después de que EE.UU. criticara su decisión de volver a nombrar a la controvertida fiscal general del país.
El popular presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ha mantenido en silencio sobre su participación.
Todo esto significa que los presidentes de México y del llamado Triángulo Norte de Centroamérica estarán ausentes en un evento en el que EE.UU. busca hacer un pacto para reducir y gestionar la migración indocumentada que abunda en esos países.
El Caribe
Gran parte del enfoque de los líderes caribeños estará en la nueva asociación climática y energética entre EE.UU. y el Caribe que se espera que Biden anuncie en la reunión. Los miembros de la Comunidad del Caribe, o Caricom, esperan ver un plan integral que ayudará a la región a eliminar gradualmente el uso de combustibles fósiles costosos y respaldar una recuperación económica más amplia y ecológica.
Estas naciones han visto sus industrias turísticas afectadas por el Covid-19, mientras que los precios de los bienes importados clave, incluidos los alimentos, se disparan. Si bien la Administración Biden intensificó los esfuerzos diplomáticos en la región durante los meses previos a la cumbre, los líderes caribeños han estado pidiendo vínculos más directos con Washington.
Las naciones del Caribe son lo suficientemente pequeñas como para que a menudo se las pase por alto individualmente, pero su gran número significa que representan 40% de los votos del hemisferio en foros multilaterales, lo que las convierte en un bloque clave en el escenario internacional y un objetivo para los crecientes esfuerzos diplomáticos chinos.
Con la asistencia de Maya Averbuch, Patrick Gillespie, Jim Wyss, Michael McDonald, Simone Preissler Iglesias y Eric Martin.