Bloomberg — El Banco Mundial recortó aún más su previsión de expansión económica mundial para 2022, advirtiendo a su vez que se avecinan varios años en los que la inflación será superior a la media y el crecimiento mostrará un rendimiento inferior. Ello, dijo, podría tener consecuencias desestabilizadoras para las economías de ingresos bajos y medios.
“La economía mundial está de nuevo en peligro”, dijo el presidente de la organización, David Malpass, en el prólogo de la más reciente edición del informe Perspectivas Económicas Mundiales. “Se enfrenta a una inflación elevada y a un crecimiento lento al mismo tiempo. Incluso si se evita una recesión mundial, el dolor de la estanflación podría persistir durante varios años a menos que se pongan en marcha importantes aumentos desde el lado de la oferta”.
La entidad crediticia, con sede en Washington, redujo su estimación de crecimiento mundial para este año al 2,9%, frente a la previsión de enero del 4,1% y la estimación de abril del 3,2%. Esto es mayormente consecuencia del aumento de los precios de la energía y los alimentos, las interrupciones en las cadenas de suministro provocadas por la invasión de Rusia a Ucrania y el impulso de los bancos centrales de todo el mundo para aumentar las tasas de interés desde niveles mínimos.
“Para muchos países, la recesión será difícil de evitar”, dijo Malpass, añadiendo que los shocks adversos de los últimos dos años significan que la renta real per cápita se mantendrá por debajo de los niveles anteriores a la pandemia de Covid-19 en alrededor del 40% de las economías en desarrollo en 2023.
Los bancos centrales están lidiando con un aumento de la inflación peor de lo previsto, impulsado por las interrupciones en el suministro de bienes, energía y alimentos en medio de los confinamientos de centros de producción clave en China y la guerra en Ucrania. Más de 60 autoridades monetarias (entre ellas el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal) han subido las tasas de interés este año, y el Banco Central Europeo (BCE) podría empezar a hacerlo dentro de unos meses.
La aceleración de la inflación y la ralentización del crecimiento han suscitado la preocupación de los funcionarios del Banco Mundial de que la economía global esté entrando en un periodo de estanflación que recuerda al de los años setenta. Como resultado, puede ser necesario un endurecimiento de la política más pronunciado de lo previsto para devolver la inflación al objetivo, lo que podría desencadenar un aterrizaje brusco (es decir, reducir la inflación a costa del crecimiento económico).
Con la deuda de las economías emergentes y en desarrollo en máximos de varias décadas, “el aumento asociado de los costos de los préstamos mundiales y las depreciaciones de los tipos de cambio pueden desencadenar crisis financieras, como ocurrió a principios de los años ochenta”, afirma el Banco Mundial.
Estos son algunos de los aspectos más destacados del informe:
- La economía estadounidense se expandirá probablemente un 2,5% en 2022, 1,2 puntos porcentuales por debajo de la proyección anterior, debido al aumento de los precios de la energía, el endurecimiento de las condiciones financieras y las interrupciones adicionales del suministro causadas por la invasión de Ucrania.
- El banco recortó las perspectivas de expansión económica de China al 4,3% este año, debido a los daños mayores de los previstos por Covid-19 y los cierres relacionados.
- Se prevé que el crecimiento de la zona euro se ralentice hasta el 2,5%, 1,7 puntos porcentuales menos de lo previsto en enero.
- La economía de Ucrania se contraerá un 45,1% este año, mientras que la de Rusia podría caer un 8,9%. El prestamista había previsto anteriormente una expansión para ambas.
Este artículo fue traducido por Andrea González