Títulos universitarios pierden brillo con mayor inflación y deuda estudiantil

Los estudiantes y sus padres se cuestionan cada vez más si una educación universitaria tradicional de cuatro años es la decisión financiera correcta

Sam Jay Wren es fotografiado en el exterior del Independence High School en Provo, Utah, Estados Unidos, el sábado 28 de mayo de 2022. Debido a los costos desmesurados de la universidad hoy en día, Wren se inscribirá en una escuela de comercio después de la graduación.
Por Paulina Cachero
05 de junio, 2022 | 07:00 AM

Bloomberg — Sam Wren ni siquiera se planteó ir a la universidad.

El joven de 18 años de Utah dijo que la decisión fue obvia cuando comparó el costo de casi US$90.000 de una carrera de cuatro años en la Universidad Estatal de Utah (el alma mater de su madre) con un programa de dos años en una escuela técnica por menos de US$10.000.

“Es un compromiso demasiado caro”, dijo Wren, que se matriculará en una escuela técnica en otoño. “No quiero ser alguien que se endeude solo por empezar una carrera”.

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No es el único. Los estudiantes de preparatoria y sus padres se cuestionan cada vez más si una educación universitaria tradicional de cuatro años es la decisión financiera correcta, ya que el aumento de los costos a menudo se traduce en una deuda de préstamo estudiantil agobiante.

En una encuesta reciente de Gallup, el 46% de los padres dijo que preferiría que sus hijos estudiaran algo distinto a una licenciatura, y más de un tercio citó las finanzas como un obstáculo. Mientras tanto, sólo el 56% de los adultos menores de 30 años que fueron a la universidad dijeron que los beneficios de su educación superaban los costos, según un estudio de la Reserva Federal.

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Esta creciente desilusión se refleja en los datos de matriculación. El número de estudiantes matriculados en programas de grado se desplomó durante la pandemia y sigue cayendo, desafiando las expectativas de un repunte al reanudarse el aprendizaje en persona. En la primavera de 2022 se inscribieron unos 662.000 estudiantes menos, un 4,7% menos que el año anterior, según el National Student Clearinghouse.

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Sin duda, la universidad sigue valiendo la pena para las familias que pueden ayudar a sus hijos a pagar su educación. En general, un título universitario aumenta los ingresos de una persona a lo largo de su vida en un 75% en comparación con alguien que sólo obtuvo un diploma de secundaria, según una investigación del Centro de Educación y Fuerza Laboral de la Universidad de Georgetown.

Una educación universitaria también suele aumentar las opciones laborales de un graduado. Sin embargo, esto está empezando a cambiar en el mercado laboral más ajustado de las últimas décadas. Muchos sectores están optando por flexibilizar o suprimir los requisitos de licencia profesional y de titulación universitaria, y los empleos que no requieren titulación han visto un aumento de los salarios a medida que los empleadores luchan por los trabajadores.

E.C. Crippen, un peluquero de 38 años de Tennessee, cree que optar por una licencia profesional en lugar de una licenciatura fue una de las mejores decisiones que tomó. Tras abandonar una universidad estatal hace más de una década, Crippen gastó unos US$10.000 para matricularse en un programa de 10 meses en la Tennessee School of Beauty de Knoxville. Ahora, gana US$120.000 dólares al año, un salario anual comparable o incluso superior al que suelen ganar las personas de su edad con una licenciatura.

“Definitivamente siento que he recibido diez veces más de lo que invertí en mi educación”, dijo Crippen. “Y tengo un trabajo que me encanta”.

Aumento de costos

Los costos para los estudiantes universitarios a tiempo completo han aumentado durante décadas: el precio medio de la matrícula y las tasas en una universidad privada era de US$38.070 en el año académico 2021-22, mientras que el costo de una escuela pública estatal era de US$10.740. Ambos son casi el doble o más de lo que eran hace 30 años, según datos del College Board.

Esto ha obligado a las generaciones más jóvenes a endeudarse más, ya que los graduados de las escuelas públicas piden un préstamo promedio de US$30.030 por una licenciatura en una escuela pública, según la Iniciativa de Datos de Educación.

Los costos de la universidad aumentan
La matrícula y las tasas medias de la universidad llevan décadas subiendo
Blanco: Privada sin ánimo de lucro de cuatro años
Azul: Pública de cuatro años en el estado
Naranja: Pública de dos años en el distrito
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Algunos graduados están descubriendo que su costosa educación no está dando los frutos que esperaban, incluso para los títulos de la Ivy League.

Gregory Lowry, un educador de coaching (desarrollo personal) de 26 años, se graduó en la Universidad de Brown con una deuda de US$165.000 en préstamos estudiantiles por una licenciatura en química y antropología.

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En un principio, tenía previsto estudiar medicina, lo que justificaba los US$66.000 de la matrícula anual de la licenciatura. Pero cuando se graduó, se dio cuenta de que su verdadera vocación era la educación. Si hubiera descubierto su pasión antes, Lowry dice que probablemente habría elegido una escuela y una titulación diferentes que le hubieran supuesto menos deudas.

Ahora, se esfuerza por explicar a sus alumnos que hay otras opciones que tienen sentido desde el punto de vista económico para sus familias.

“Es muy importante que la gente tenga tiempo para experimentar lo que necesita antes de tomar una decisión de US$100.000″, dijo.

Caminos alternos

Gallup descubrió que un tercio de los padres que fueron a la universidad no quieren que sus hijos hagan lo mismo. Esto es especialmente cierto para los padres que descubrieron que sus títulos no les ayudaban a ganarse la vida, como la madre de Sam, Cynthia Wren, de 44 años.

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Samuel “Jay” Wren se matriculará en una escuela de comercio en lugar de asistir a una universidad de cuatro años. Fotógrafo: Kim Raff/Bloomberg

Al no poder encontrar un trabajo estable con su doble licenciatura en redacción técnica e historia de la Universidad Estatal de Utah, la madre de tres hijos volvió a un colegio comunitario para convertirse en asistente de terapia ocupacional. Todavía está pagando los préstamos de sus títulos de asociado y de licenciado, y a Cynthia le preocupa que sus hijos también tengan deudas.

“No descarto la universidad, pero para ser sincera, mi título de cuatro años me ha servido de mucho menos que mi título asociado de ciencias aplicadas”, dijo. “El campo laboral ha cambiado mucho en cuanto a poder pagarla con éxito”.

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Este artículo fue traducido por Andrea González