Bloomberg — Gina Raimondo, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, dijo que podría tener sentido levantar los aranceles a algunos bienes como una forma de controlar la inflación más alta en casi cuatro décadas.
“El acero y el aluminio, hemos decidido mantener algunos de esos aranceles porque tenemos que proteger a los trabajadores estadounidenses y tenemos que proteger nuestra industria del acero; es una cuestión de seguridad nacional”, dijo Gina Raimondo en una entrevista el domingo en el programa de CNN, ‘State of the Union’ de la CNN.
“Hay otros productos -artículos domésticos, bicicletas- que pueden tener sentido”, dijo Raimondo, cuando se le preguntó si la administración del presidente Joe Biden consideraría poner fin a los aranceles sobre miles de millones de dólares de importaciones provenientes de China.
“Sé que el presidente está estudiando eso. Cualquiera que le traiga una buena idea que crea que ayudará a las familias estadounidenses, está abierto a hacerlo”, dijo la funcionaria estadounidense.
El equipo del presidente Biden está analizando qué hacer con los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump a unos 300.000 millones de dólares en bienes importados de China, el mayor rival de la economía estadounidense.
Mientras que algunas empresas se han beneficiado de los aranceles que las protegen de la competencia de las importaciones chinas, las compañías que utilizan los bienes como insumos en áreas que incluyen la fabricación se han visto perjudicadas.
Hay opiniones encontradas entre los altos funcionarios de la administración de Biden sobre qué hacer. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sugirió en abril que Estados Unidos está abierto a reducir los aranceles para ayudar a controlar el crecimiento de los precios, mientras que la representante de Comercio, Katherine Tai, ha destacado la influencia que los derechos proporcionan en la mesa de negociaciones con China.
Una investigación del Instituto Peterson de Economía Internacional publicada en marzo estimó que la eliminación de una amplia gama de aranceles, incluidos los de los productos chinos, podría reducir la tasa de inflación en 1,3 puntos porcentuales.
Trump impuso los aranceles después de que una investigación concluyera que China robó propiedad intelectual a empresas estadounidenses y las obligó a transferir tecnología. China respondió entonces con sus propios impuestos a las importaciones.
Trump también impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio de Europa, Asia y muchas otras naciones en 2018, citando riesgos para la seguridad nacional. Aunque desde entonces se ha alcanzado una tregua con la Unión Europea, Japón y Reino Unido, Estados Unidos se ha negado a eliminar el acero y el aluminio de la Unión Europea de la lista de productos considerados una amenaza para su seguridad nacional.
El año pasado, Gina Raimondo dijo que los aranceles de Trump del 25% sobre las importaciones de acero y del 10% sobre los envíos de aluminio hacia el interior han sido efectivos. Los productores de acero quieren que se mantengan los aranceles, pero los fabricantes han pedido a Biden que los ponga fin, diciendo que han perjudicado a las empresas familiares y han fracturado las relaciones con los socios comerciales, desde México y Canadá hasta la Unión Europea y Japón.